Londres
Berlín 2014, el avance de la natación española
Los Campeonatos de Europa mostraron a lo largo de doce días la notable progresión, a pesar de que todas las medallas vinieron de la mano del conjunto femenino.
Los Campeonatos de Europa de Berlín 2014, que finalizaron este domingo, mostraron a lo largo de doce días de competición una notable progresión de la natación española, a pesar de que todas las medallas vinieron de la mano del conjunto femenino.
Teniendo en cuenta la natación sincronizada, las aguas abiertas y los saltos, España sumó trece medallas en la capital alemana, dos más que en la última edición de unos continentales celebrada en Debrecen (Hungría) en 2012, un año olímpico que, a priori, debido a la menor presencia de nadadores de primera fila, pudo haber beneficiado a los españoles.
En Budapest 2010, el conjunto nacional llegó a las nueve preseas donde, al igual que en Debrecen, el oro masculino se logró entre las brazadas de Rafa Muñoz en los 50 mariposa. Muñoz no pudo sumar su tercer oro seguido en Berlín en esa distancia y dejó, junto a sus compañeros, sin que ningún chico subiera al podio del Velodrom.
La progresión es evidente si se tienen en cuenta los últimos cuatro años, pero sería mayor si se toma como referencia los Campeonatos de Europa de Budapest 2006 cuando ninguno de los integrantes del equipo subió al podio.
Obviamente, la de esta edición en la capital húngara fue la última en la que ningún chico ha ganado una medalla. Ni hombres ni mujeres.
Para llegar a las trece medallas hay que remontarse a Eindhoven (Holanda), cuando por primera vez Mireia Belmonte apareció en un campeonato continental tras haber sido campeona del mundo júnior. Belmonte, con 17 años, se proclamó campeona de Europa de los 200 estilos.
La sincronizada, con Gemma Mengual, al frente proporcionó cuatro primeros puestos en esa ciudad holandesa, y Margarita Domínguez otro oro en los 25 kilómetros en las aguas abiertas en Duvronik (Croacia).
Belmonte, el pilar del medallero español en Berlín, también subió al podio en los 5 kilómetros en aguas abiertas donde consiguió su primera medalla, una de bronce en esta especialidad.
Desde que Nina Zhivanevskaya, nacida en Moscú, lo hiciera en Helsinki 2000 no subía un nadador español a lo más alto de un podio europeo en, al menos, dos pruebas individuales.
Nina lo hizo en la capital finlandesa en las tres distancias de espalda y Erika Villaecija en dos en Madrid 2004: en los 800 libre y en el relevo 4x200 libre.
Pero Mireia, primera y, de momento, última nadadora nacida y entrenada en España que ha subido a un podio olímpico (en Londres 2012), no ha sido la única en colgarse un oro en la capital alemana. Duane da Rocha se impuso en la final de 200 espalda.
Judit Ignacio, con una plata en los 200 mariposa, y Jessica Vall, con un bronce, en los 200 braza, más las cuatro de la sincronizada sumaron hasta trece medallas.
La progresión en lo que respecta al equipo masculino se puede apreciar en que siete de los once récords nacionales han sido de nadadores y no de nadadoras.
Carlos Peralta por tres veces en los 200 mariposa; Markel Alberdi, en los 100 libre; el relevo 4x100 libre con Markel Alberdi, Miguel y Bruno Ortiz-Cañavate y Juan Miguel Rando; y el relevo 4x200 libre con Albert Puig, Víctor Martín, Miguel Durán y Eduardo Solaeche, en dos ocasiones.
Los récords de España femeninos fueron de Mireia en los 1.500 libre; Da Rocha, en los 200 espalda; Fátima Gallardo, en los 100 libre; y el relevo 4x100 estilos de Da Rocha, Vall, Ignacio y Gallardo. (Efe)