- ¿Cómo analiza el primer asalto?

–Vimos a un Barcelona muy serio, lineal y constante, y al Real Madrid, aunque con un gran potencial, quizá a tirones. Fue un partido en el que cada uno fue fiel a sí mismo, que pudo caer de cualquier lado y que se decidió por pequeños detalles.

- ¿Cuáles fueron esos detalles?

–La clave principal fueron los dos Sergios. Llull en el tercer cuarto, cuando el Barça puede romper definitivamente el choque, mantuvo a su equipo con penetraciones, siendo más agresivo y sacando faltas y tiros libres. Y al final, Rodríguez tomó el mando no sólo anotando, sino además marcando el ritmo del juego, corriendo y parando a su antojo. Por el lado azulgrana destacó la inspiración de Sada, un factor inesperado, aunque todos sabemos de la calidad de Víctor.

- ¿Cómo vio la jugada final?

–Es difícil decir si los árbitros acertaron o no incluso después de verla varias veces repetida. Y a partir de ahí, cada uno defiende lo suyo. Unos pidiendo falta y otros considerándola perfectamente justa.