Fútbol
Recital de Vinicius en la Supercopa ante el Barcelona: "Todavía no estoy a tope"
El brasileño firma su mejor partido de la temporada y confirma que está recuperado después de dos lesiones musculares
Tres goles le había marcado Vinicius al Barcelona en quince partidos y antes del descanso de la final de la Supercopa de España ya había duplicado esa cifra el brasileño, que hizo un doblete en diez minutos, hurgando en la herida de los azulgrana esta temporada, acostumbrados a encajar goles en los primeros minutos. Sólo 39 necesitó Vini para un "hat trick" que iba directamente a la historia por ser el más rápido de un futbolista del Real Madrid en este siglo.
Esta vez el duelo con Araujo, quizá el defensa con las mejores cualidades físicas y técnicas para frenarlo, y que fue lateral derecho precisamente para eso, fue para Vinicius por aplastamiento hasta la expulsión del uruguayo, que no pudo terminar el partido. No hubo debate en ese pulso ni en cualquier otro en el que participara el extremo, en uno de esos días en los que protagoniza todo lo importante del Real Madrid en ataque. Ayer fueron tres goles y el pase que dio lugar al cuarto tanto, que si no contó como asistencia fue porque hubo un rechace de Koundé antes del remate de Rodrygo.
Vinicius apareció de verdad esta temporada en Riad, porque las lesiones le habían tenido enredado más que de costumbre. Nunca se lesionaba muscularmente hasta este arranque de curso, donde ha sufrido dos roturas que le han hecho perderse doce partidos. Quería Ancelotti que terminara su recuperación de la segunda lesión, que le vino justo cuando estaba cogiendo la forma después de la primera y que se produjo con su selección. En Arabia volvió el mejor Vinicius, hiperactivo en el juego y con tiempo suficiente para hacer gestos a la grada para que animaran. El brasileño no estaba en lo más alto de la tabla de goleadores y de minutos jugados de la plantilla del Real Madrid por las lesiones, pero en cuanto ha estado disponible ha sido titular para Ancelotti por delante de Brahim, que había mostrado muchas cosas. Vinicius, con el siete a la espalda, se exhibió en la nueva casa de Cristiano y celebró el gol como lo hacía el portugués. «Hice ese gesto porque Cris es mi ídolo y ahora está jugando aquí», reconocía después de darle las gracias a los fisios que le han ayudado a recuperase de su lesión.
«Ha jugado muy bien, ha necesitado dos o tres partidos para volver a su mejor nivel, pero ya ha vuelto», confirmaba Ancelotti sobre su estrella, que recibió el trofeo de MVP de la final. «Nos hemos aprovechado de la línea alta del rival, con Vini inspirado en la contra nos hemos adelantado muy pronto», continuaba el técnico blanco.
«Es que es muy bueno y cada año va a ser mejor. Brilla casi siempre, no es normal meter tres goles pero se los ha merecido. Está muy feliz. Se le podrá negar alguna vez el gol, pero su esfuerzo siempre es fenomenal, por eso es uno de los mejores del mundo», decía Florentino Pérez sobre un jugador por el que siempre apostó.