Mundial de balonmano
Álex y Dani Dujshebaev vistos por Talant, su padre y entrenador: “Se ponían a jugar y destrozaban la casa”
La leyenda del balonmano español habla de sus dos hijos, capitales en los Hispanos que buscan la final del Mundial ante Dinamarca. Álex es “completo, diferente” y Dani tiene alma de central
«¡Yo qué sé!», exclama Talant Dujshebaev, a quien le cuesta más hablar de sus hijos, Álex y Dani, como entrenador que como padre. No sabe si han heredado algo de él en la pista, pero está orgulloso de que sean «buenos chicos, muy bien educados por su madre». Es el día después de que Álex le diera el balón a Dani cuando todo parecía perdido, a falta de cinco segundos de que acabaran los cuartos del Mundial contra Noruega, para que el hermano pequeño marcara el gol del empate y llegara la locura. Los Hispanos remataron la faena en la segunda prórroga.
Los goles de Dani fueron decisivos: ese del empate y el de la victoria; y Álex fue nombrado MVP del encuentro. La liaron, pero bien, como siempre han hecho. «Bueno, bueno. En 2010, o 2009, mi mujer tuvo que hacer una obra grande en casa, porque estos dos se ponían ahí arriba, abrían las puertas de sus dormitorios, que estaban uno enfrente del otro, y jugaban y destrozaban la casa... Pero a nosotros nos daba mucha alegría ver que estaban divirtiéndose», recuerda Talant.
En ese 2010 fue cuando Álex ya empezó a jugar en el mítico Ciudad Real que dirigía su padre con estrellas como Alberto Entrerríos, Kallman, Dinart, Hombrados... «Con casi 16 años le llevé a la primera pretemporada, era 2008, año de Juegos Olímpicos y faltaba gente. Un año antes ya le llevaba para entrenar y en 2010 fue cuando empezó a jugar con nosotros», añade. En las gradas del Quijote Arena había un chaval que no se perdía un partido. «Dani tenía 13 años, empezaba ya a jugar en el colegio Marianistas, pero era más un aficionado que un deportista. Antes ya le gustaba ver a su hermano en campeonatos de España, y como viene de una familia de balonmano empezó a practicar», afirma su padre, que considera que fue muy natural que sus hijos siguieran sus pasos. «Desde que nacieron iban a los pabellones. Álex a La Albericia [el del Teka Cantabria] desde pequeño, luego en Alemania [Talant jugó en el Nettelstedt y el Minden entre 1997 y 2001], donde nos mudamos cuando Dani nació; y en Ciudad Real tras los partidos bajaban a jugar a la pista. Era normal para ellos porque cuando yo era jugador, y como entrenador, entraban al vestuario conmigo saludaban a los chicos...», prosigue Talant.
Álex jugó en el Naturhouse La Rioja, el Balonmano Aragón y el Atlético de Madrid (que era el antiguo Ciudad Real) antes de emigrar a Vardar, a Macedonia. Dani estuvo en el Barça y el Valladolid. Padre e hijos se reencontraron en 2017 en Polonia, en el Kielce, uno de los equipos referentes de Europa los últimos años, ahora en problemas económicos. Los dos hermanos fueron pasando por todas las categorías inferiores de la selección (y ganando títulos), hasta llegar a la absoluta (para seguir ganando medallas). «Álex es un jugador muy completo, diferente. No sólo mete goles, sino que hace jugar a los demás, tiene muchas virtudes, tácticamente es muy bueno», termina diciendo Talant, aunque le es más complicado hablar de sus hijos en el aspecto deportivo, porque también es su padre. «Dani es un jugador que necesita España, alto, que ataca y defiende con un sistema de 6-0, 5-1... Es verdad que ha tenido la mala suerte con las dos lesiones de la rodilla que le han frenado, pero se ha recuperado y está disfrutando. Aunque la gente dice que Dani es lateral izquierdo, para mí es más central, en los partidos se nota. Podría lanzar más, pero no tiene esta mentalidad de asesino, sino la de dar continuidad al juego o pasar al pivote», sigue.
Álex además es capitán del Kielce, «un líder dentro y fuera», explica Talant. «Dani es más joven, pero cada vez se siente más importante. Ser líder también es demostrarlo en la pista. Dani se lleva bien con todo el mundo, tiene el don de relacionarse y con el tiempo será uno de los líderes», opina un padre orgulloso de verlos felices representando a su país y su club y esperando a ver qué pasa en las semifinales contra Dinamarca (viernes 27 de enero, 18:00, Tdp), que tiene a Mikkel Hansen y en principio llega más fresca tras un campeonato en el que ha ido ganando fácil, mientras que España tuvo dos prórrogas ante Noruega. «Pero los chicos son unos guerreros. Que la suerte les sonría y que tengan esta felicidad, a disfrutar y a intentar ganar el Mundial, que les quedan dos partidos», concluye Talant.
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