Depredadores
El horror de los abusos sexuales en el deporte: violados, humillados y silenciados
La última confesión de Simone Biles, rota por los abusos, ha vuelto a poner sobre la mesa una lacra que se ha llevado por delante la carrera de muchos atletas.
La triste confesión esta misma semana de Simone Biles asegurando que “debería haber dejado la gimnasia mucho antes” de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde tuvo que renunciar a varias competiciones por su salud mental han estremecido al mundo del Deporte, ya bastante consternado por la comparecencia de la gimnasta ante una comisión del Senado de Estados Unidos sobre los abusos que sufrió por parte del del médico Larry Nassar, quien cumple una sentencia de cadena perpetua después de haber sido condenado en 2017 y 2018 por agresiones sexuales a más de 250 gimnastas. Pero además, ha vuelto a poner sobre la mesa una lacra que se ha llevado por delante los sueños de cientos de atletas.
La campeona olímpica Simone Biles denunciaba hace un par de semanas ante el Senado de Estados Unidos el sistema que permitió a Larry Nassar usar su posición como médico del equipo nacional de gimnasia para abusar sexualmente de ella y de cientos de jóvenes deportistas. Con la voz resquebrajada por la emoción, Biles sacó fuerza para pedir responsabilidades a la federación de gimnasia (USA Gymnastics), al Comité Olímpico y Paralímpico Estadounidense y al FBI por haber permitido que Nassar siguiera abusando de las gimnastas pese a que ya había denuncias en su contra. Biles estuvo acompañada de otras tres gimnastas que sufrieron los abusos del ex médico y que se dieron ánimos cogiéndose de la mano o intercambiando miradas de apoyo. Una de ellas, McKayla Maroney, que empezó a sufrir los abusos con 13 años, y que narró como Nassar la agredió durante horas en los Juegos Olímpicos de Londres antes de que ganara una medalla de oro.
Los abusos de Nassar eran continuos y tuvieron consecuencias para la carrera de gimnastas como Maggie Nichols, quien fue la primera deportista en activo en denunciar los abusos a la federación estadounidense de gimnasia y quien después no volvió a ser seleccionada para el equipo olímpico. Aly Raisman, por su parte, relató el impacto que los abusos han tenido en la vida de las deportistas. Ella, narró cómo pasó de entrenar al máximo nivel durante siete horas al día a tener que sentarse en la ducha para poder lavarse el pelo porque no tenía suficiente energía para estar de pie.
Estos aterradores relatos han vuelto a reabrir el debate de la prevención de los abusos y las vejaciones en el deporte, una lacra que han sufrido numerosos atletas, que vieron como de repente sus sueños se convertían en pesadilla.
Estos son solo 10 de esos duros ejemplos de carreras truncadas por auténticos depredadores:
1. Sébastien Boueilh
En junio de 2013 las huellas del pasado le impulsaron a construir los cimientos de Coloso con Pies de Barro para luchar contra las agresiones sexuales en el deporte. Su testimonio, como antiguo jugador de rugby, víctima de violaciones y ahora resiliente, da valor a todas las que sufrieron y sufren lo mismo. Se emociona cuando recuerda que, gracias a su testimonio, muchos niños han podido hablar. Dice que “ya es hora de que la vergüenza cambie de lado” y que en el ámbito deportivo “el silencio es ensordecedor”. Ahora, Sébastien Boueilh trae a España el proyecto para sensibilizar y evitar que casos como el suyo puedan volver a ocurrir. En una entrevista concedida a LA RAZÓN el pasado mes de junio afirmaba: “Soy la prueba de que se puede salir de eso y para eso hay que hablar”. Su historia, como tantas otras, es muy dolorosa: “Me violaba entre los 11 y los 16 años, casi siempre los viernes, cuando volvía del entrenamiento del rugby. Era un amigo de mis padres, el marido de mi prima, y todo el mundo confiaba en él. Cinco minutos antes de llevarme a casa, me violaba; y cinco minutos después de dejarme en casa, tomaba el café con mi padre. Me hacía chantaje y me manipulaba. Me decía: “Si cuentas lo que yo te hago, le voy a decir a todo el mundo que eres homosexual”. Y en aquella época, en los 90, la homosexualidad y el rugby no eran compatibles”.
2. Katherine Starr
La exnadadora olímpica Katherine Starr también se atrevió a hablar del acoso sexual que sufrió a manos de su entrenador cuando tenía 14. Starr solo entendió lo que le había pasado cuando abandonó la natación de élite. “Tenía un trabajo bien pagado, pero no me podía implicar en él sin antes ajustar cuentas con mi pasado. Starr fundó entonces la organización humanitaria Safe4Athletes, que se encarga de apoyar a las deportistas implicadas en relaciones de abuso. Starr afirma que, aunque parezca los contrario “las mujeres están perdiendo su voz y su fortaleza” y que la mayoría de deportistas aceptan el abuso como un desafío más rumbo al alto rendimiento. La exnadadora indicó también que “la relación con el entrenador supone la primera relación que estableces con un adulto más allá de tus padres” y esto genera lazos más profundos que puede convertir a atletas aún muy jóvenes.
3. Antonio Peñalver Asensio
El decatleta español, ganador de la medalla de plata en los Olímpicos de Barcelona 1992, también denunció el abuso sexual. Este español de 90 kilogramos y 1.93 metros de altura fue abusado por su entrenador, Miguel Ángel Millán. Peñalver denunció en una entrevista en El País a su ‘segundo padre’ y afirmó que siente que debió haberlo hecho antes, aunque ahora no puede quedarse quieto para que lo que le pasó no le suceda a nadie más. “No podemos permitir ya más. Nunca más. Ni una sola persona más”, apuntó el subcampeón olímpico. “Yo tenía 13 años largos, fue del invierno a la primavera de 1982 a 1983. Se repitió varias veces, pero no puedo precisar cuántas porque esas cosas, supongo que será por un mecanismo de defensa, se borran de la memoria, hasta que, en un momento dado... Yo intentaba evitarlo, me acostaba boca abajo, pero no sé por qué, al final, siempre había un sitio reservado a su lado y te despertabas con él encima. Cuando abracé a Millán al ganar la medalla, pensé ¿qué mierda estoy haciendo?”, desvelaba en un desgarrador relato.
4. Petra de Bruin y Marijn de Vries
El ciclismo tampoco ha sido ajeno al abuso sexual y Petra de Bruin, campeona del mundo en ruta en 1979 en Valkenburg, rompió el silencio. La holandesa, con 54 años, reconoció que abusaron de ella varias personas a lo largo de su carrera y afirmó: “Cuando me retiré dejé de lado todo y traté de seguir adelante con mi vida. Me llevó años y años decir lo que estoy diciendo ahora. Duele mucho”.
Marijn de Vries, también holandesa, admitió haber sido abusada sexualmente por un mecánico que la arrinconaba contra la pared y le gritaba. “Yo no dije nada porque no quería ningún alboroto, ¡y eso que tenía 30 años!”, apuntó.
5. Gloria Viseras
Viseras fue campeona de España en gimnasia artística el mismo año en que participó en los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980. Tenía 15 años. Había cumplido su sueño pues de pequeña «quería volar, ser olímpica», pero para cuando lo consiguió ya no se consideraba una campeona «sino una niña sucia porque le dejaba hacer esas cosas», dijo refiriéndose a su entrenador.
Gloria Viseras fue una niña prodigio en el deporte y una víctima de violencia sexual por parte de Jesús Carballo quien abusó de ella en incontables ocasiones desde los 12 a los 15 años.
6. Laura Sánchez
La mexicana Laura Sánchez también fue víctima de abuso sexual. La clavadista, cuando era menor de edad, fue obligada a tener relaciones con la esposa de su entrenador Francisco Rueda. A los 18 años, fue la madre de Laura quien denunció el caso y el técnico fue expulsado de la Federación Mexicana de Natación.
7. Olga Korbut
La campeona olímpica de gimnasia Olga Korbut ha revelado que fue “esclava sexual” de su entrenador, Renald Knish, y que muchas otras gimnastas de la escuela soviética eran obligadas a mantener relaciones sexuales con sus preparadores. Korbut, quien a los 15 años, en 1972, obtuvo para la URSS dos medallas de oro en los Juegos de Múnich, prepara actualmente la publicación de sus memorias.
“La verdad es que muchas gimnastas eran no sólo máquinas deportivas, sino también esclavas sexuales de sus entrenadores. Yo fui una de ellas”, declaró la campeona olímpica al diario Komsomólskaya Pravda. Korbut asegura que Knish entrenaba no sólo gimnastas, sino “doncellas para su servicio personal”.
8. Shim Suk-hee
En enero de 2019, la patinadora surcoreana, de 21 años, doble medallista olímpica, acusó al ex seleccionador nacional, Cho Jae-beom, de haberla violado en repetidas ocasiones desde que tenía 17. Cho Jae-Bom fue condenado ese mismo año a diez meses de cárcel por las agresiones físicas que habían denunciado varios atletas, entre ellas Shim Suk-hee.
9. Joanna Maranhão
La nadadora brasileña reveló que su entrenador había abusado sexualmente de ella cuando tenía 9 años. A raíz de este caso, nació la “Ley Joanna Maranhão”, que hace que el tiempo de prescripción del crimen no empiece a contar hasta que la víctima cumpla los 18 años.
10. Numeroso casos en el Fútbol
El deporte rey tampoco se libra de esta lacra y,muy al contrario, los casos se cuentan por cientos. En 2018, el ex entrenador inglés Barry Bennell fue imputado por 36 cargos de abusos sexuales a niños de edades comprendidas entre los 8 y los 15 años, en la década de 1980. El ex técnico ya había sido condenado dos veces: la primera hace 20 años por 23 cargos de abusos a niños de entre 9 y 15 años; y la segunda en 2015 por abusar de un niño de 12 años en un campamento de fútbol en Macclesfield, Inglaterra.
Este caso le abrió la puerta a varias denuncias en el fútbol inglés. Se estima que hay 83 sospechosos potenciales de haber abusado a niños en 98 clubes del Reino Unido.
Angel Fuentes, promotor de futbol mexicano, acosaba y abusaba de jugadores de la Sub-20 prometiéndoles ayuda a ascender en su carrera como futbolistas profesionales por favores sexuales. Un caso muy sonado fue el del jugador José Roberto Orta, quien denunció estas prácticas.
Otro caso saltó en 2019 en la selección Colombia sub 17. La exfisioterapeuta, Carolina Rozo, y varias jugadoras de la selección femenina de fútbol, entre ellas una menor de edad de la categoría sub 17 denunciaron que el entrenador Didier Luna y el preparador físico Sigifredo Alonso las acosaron laboralmente y sexualmente. Rozo declaró que Luna “tenía una afectuosidad con las niñas que no era normal” y que “intentaba besarlas, cogerles la cara y hasta les tocaba el culo”.
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