Fútbol
El Atlético recupera la confianza ante el Villarreal (0-2)
Los rojiblancos fueron eficaces en ataque, con los goles de Pedraza, en propia puerta, y Joao Félix, y resistieron en defensa el asalto del conjunto amarillo. El equipo de Simeone se rearma antes del derbi
La pelota parada y el juego aéreo fueron el camino más corto del Atlético hacia el gol en los primeros tiempos de Simeone. Y vuelven a serlo en tiempos de dudas, como los que atraviesa el equipo rojiblanco en las últimas semanas. Cuando el juego falla, la estrategia es un lugar que permite sentirse seguro. Y a partir de ahí, recuperar la confianza. El primer gol del Atlético lo marcó Pedraza en su portería después de un remate de cabeza de Savic. Intervino el VAR para decidir, pero no había fuera de juego ni falta del montenegrino, a pesar de que remató a la vez la pelota y a Pedraza.
No le resultó sencillo superar al Villarreal, siempre apoyado en el manejo de la pelota y en el desborde de Samu Chukweze, que hizo mucho daño a Mario Hermoso por el costado derecho del ataque amarillo. Resultaba tan difícil de contener para la defensa del Atlético que Simeone volvió a cambiar su sistema durante el partido. Chukweze se colaba entre Saúl, que era el lateral izquierdo, y Hermoso, el central de ese lado y el Cholo abandonó la idea de los cinco defensas para que Hermoso estuviera más pendiente de él como lateral izquierdo.
El Atlético salvó la expulsión de Lemar a pesar de las dudas del VAR. El francés dio un codazo involuntario a Capoue, que se retorcía en el suelo de dolor. Lemar tenía cara de susto esperando la decisión del árbitro, que fue a revisar la jugada al monitor. Susto por la posibilidad de ver la roja y por el posible daño causado al jugador del Villarreal sin querer. Se impuso la cordura y el Atlético acabó con once, pero el francés se quedó en la grada en el descanso para que entrara Joao Félix.
Con los cambios, después de la segunda mitad, el Atlético regresó a la defensa de cinco y Chukweze volvió a ser un tormento para ellos. Pero Oblak era un seguro, como casi siempre, y cuando no, el palo se encargó de despejar el disparo de Álex Baena, el canterano del Villarreal que apareció en la segunda parte y que fue el principal peligro de su equipo. El guardameta del Atlético le sacó una espectacular volea que tenía muy mala intención.
El Atlético necesitaba mantener la portería a cero para recuperar la confianza. Ocho partidos recibiendo goles son demasiados, una rareza en el Atlético del Cholo y en la portería de Oblak.
Los rojiblancos ya había rematado el partido con un gol de Joao Félix. El portugués aprovechó un error en el despeje de Pau Torres para marcar el segundo de su equipo y cobrarse alguna deuda. «Calla la puta boca», se le vio decir.
Antes de eso Asenjo había logrado contener al líder, que lo amenazó con los disparos de Llorente y especialmente de Luis Suárez, que se encontró la pelota suelta después de un inocente regate de Pau Torres y la pegó con el alma. Pero estaba atento el portero del Villarreal.
Llorente volvió a ser un arma multiusos para Simeone. Comenzó como interior y siguió como delantero cuando su equipo cambió el sistema. Siempre aporta, pero el Atlético le necesita más cerca del área. Y mucho más cuando a Suárez le cuesta encontrar el camino del gol.
El Atlético aguantó el resultado con el acierto de Oblak y a pesar de la insistencia de Chukweze y de Gerard Moreno. Sólo le faltó el gol al partido del delantero del Villarreal. Lo hace todo con peligro y con sentido, da igual que lo haga en el área que en la banda, adonde lo desplazó la entrada de Bacca.
Oblak le impidió marcar, pero dejó varias jugadas que demuestran que es mucho más que un goleador, a pesar de ser el español que más goles marca en el campeonato. Pero no pudo con el líder, que recupera la confianza y la seguridad que le faltaba en su portería.
✕
Accede a tu cuenta para comentar