Una de las historias que se ha contado ahora tras el partidado de Mahomes y la victoria de los Kansas refleja la personalidad del nuevo héroe americano. Hace un par de semanas, ha contado Jason Kander, Mahomes y su novia estaban cenando en una pizzería cerca de su casas. No es una persona que pase inadvertida: sucedió lo que pasa cuando un famoso entra en un lugar público y la gente se vuelve, murmura y no sabe muy bien cómo actuar. En este caso, le miraron, pero nadie le molestó.

Cenó tranquilo con su novia, pagó la cuenta y se marchaba. Nadie le preguntó, nadie le paró, pese a que todos sabían quién era.

Entonces Mahomes se paró en la puerta, se volvió y dijo en voz alta: “Gracias por dejarnos disfrutar de nuestra cena. Por esto amamos Kansas City. Sois asombrosos”, les dijo.

Cuando se fue, los clientes descubrieron que había pagado las cuentas de todos.

Durante la Super Bowl la aparición de Mahomes fue fundamental: demostró su calidad cuando más lo necesitaba su equipo. Un gran pase de más de 40 yardas en tercera y 15 fue clave para que que los de Andy Reid anotasen un ‘touchdown’ que les devolvió todas las opciones de victoria, refrendada posteriormente ante unos 49ers a los que se les ‘apagó’ la luz y recibieron 21 puntos en apenas nueve minutos.