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Valdellán ganó el duelo ganadero y Damián Castaño el respeto de Madrid

El diestro salmantino demostró oficio y capacidad. Ramos y Gerpe, sin suerte
Valdellán ganó el duelo ganadero y Damián Castaño el respeto de Madrid
Valdellán ganó el duelo ganadero y Damián Castaño el respeto de MadridAlfredo ArévaloPlaza 1
La Razón

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Cuando llega septiembre, los toros se viven de otra manera en Las Ventas. Sin figuras y con las ganaderías que muchos aficionados reclaman, la plaza vibra de otra manera. Los días previos hubo movida en los corrales con los toros de Valdellán. Varios santacolomas leoneses no pasaron el reconocimiento, pero finalmente el cartel no sufrió variaciones. Eso sí, el festejo comenzó con un minuto de silencio en memoria del que fuera empresario de este coso durante más de una década, José Antonio Martínez Uranga. Homenaje póstumo que se compartió con las víctimas del terremoto de Marruecos.
Y transcurrida la tarde, entre ratos de sol y otros de lluvia intensa, nos quedó el sabor de lo realizado por Damián Castaño al segundo de la tarde. Un toro que no prometió mucho en los primeros compases, pues se revolvía pronto y con intensidad, obligando al salmantino a invertir los terrenos para llevárselo a los medios. Los dos primeros puyazos recetados por Rafael Agudo fueron soberanos y el tercero pareció un exceso, pero el toro, que peleó bravo y mantuvo la tensión banderillas, los asumió bien, sacando un fondo inesperado en la muleta. Firme, el salmantino comenzó midió los derechazos, a la altura que el toro pedía y que tomó con transmisión, recorrido y fijeza. A más, templado y sometiendo, Damián construyó una faena intensa, capaz y poderosa, llevando al toro muy metido en la muleta hasta el final con la derecha. Más cadencia tuvieron los naturales, pues el toro tuvo más calidad. Tanto, que Castaño relajó el trazo y desmayó el brazo en dos naturales monumentales y se gustó en un torerísimo cierre por bajo. Tuvo medida su labor, fue justa. Sólo la espada le arrebató de las manos una de las orejas de peso de la temporada madrileña. Una pena que quiso mitigar con la vuelta al ruedo en la que Damián recogió el respeto unánime de público madrileño.
Los otros dos toros de Valdellán no tuvieron ni la raza ni la clase del segundo. El primero, frenado y escaso de fuerza, apenas valió para que Paco Ramos mostrara su oficio sobrio, uno que no vende esfuerzos a pesar de que no era nada fácil meter al toro en la muleta. La lidia fue perfecta, pero con la espada fue un desastre. Y el tercero, fue tan insulso que no valía la pena ni el arrimón final con el que Luis Gerpe quiso justificarse, después de porfiar para buscar alguna embestida completa. Arrimón que el toro no permitió, llevándose por delante al toledano de un topetazo violento en el pecho, afortunadamente sin consecuencias.
La segunda parte de la corrida fue otra cosa, aparte de la fuerte lluvia que envió a todos los aficionados a guarecerse a los tendidos altos de la plaza, los toros de Juan Luis Fraile fueron más aparatosos de cara y absolutamente ayunos de raza. Los tres mansearon en distinto grado e impidieron cualquier posibilidad, ya no de lucimiento, sino también de esfuerzo de los toreros. El cuarto se aquerenció en los tableros y se defendió de la muleta de Paco con mal estilo, el quinto hizo pasar un trago a Damián con esos violentos derrotes en cada embroque, que incluso obligó al salmantino a cambiar la espada por un espeluznante volteretón, y el sexto se paró justo cuando Gerpe se estaba confiando. Nada qué hacer.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 10 de septiembre de 2023. Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Desafío de ganaderías. Menos de un cuarto de entrada.
Toros de Valdellán (primero, segundo y tercero) y Juan Luis Fraile (cuarto, quinto y sexto), de variada presentación y hechuras, refrenado y de corto recorrido el primero; bravo y de buen pitón izquierdo el segundo; insulso el tercero; imposible el manso cuarto; deslucido y violento el quinto; y manso y deslucido el sexto.
Paco Ramos, de gris plomo y plata, pinchazo, estocada que hizo guardia, aviso y dos pinchazos (silencio); y seis pinchazos y dos descabellos (silencio).
Damián Castaño, azul soraya y oro, pinchazo, estocada caída y tendida (vuelta); y estocada corta y descabello (ovación).
Luis Gerpe, verde esmeralda y oro, media estocada delantera (silencio); pinchazo, estocada, aviso y dos descabellos (silencio).
Incidencias: Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de José Antonio Martínez Uranga y las víctimas del terremoto en Marruecos.