Sopor: Madrid en estado puro
Deslucido encierro de La Ventana del Puerto a plaza llena en la Feria de San Isidro de Las Ventas
Con más tranquilidad que el día anterior comenzó la tarde, pero con otro llenazo. Christian Parejo confirmaba alternativa, pero lo hacía con una puesta en escena depurada. Como su quite por gaoneras abrochado a una media de altura, de profundidad. Dos pares soberbios había puesto Antonio Chacón entre tanto. Las cosas fluían. Se quedó Parejo en el centro del ruedo para comenzar la faena con pases cambiados por la espalda. Aplomo. Solvencia en los derechazos, aunque lo que marcó la diferencia extrema fue el pase de pecho larguísimo y hondo hasta vaciarlo. Tardó mucho en coger la zurda y cuando lo hizo el toro ya había bajado la intensidad y no logró ahí la continuidad, a pesar de su seguridad.
Se movió el sexto, pero sin entrega, informal y soltando la cara. No importó a Parejo, porque su compromiso superó las expectativas y en verdad no parecía importarle por dónde pasaba el toro. A un tris de rajarse siempre solventó el matador por encima de las posibilidades. Eso sí, todo demostrado, hay que saber abreviar.
El segundo de La Ventana del Puerto fue toro bueno, por noble y ritmo. Es verdad que estos toros cuestan en Madrid, porque tenía el fuelle justo, la transmisión contenida, pero también los es que Castella no estuvo fino en el comienzo, poco limpias las tandas y después, más templado, le acortó la distancia, ahogándolo, y las series acabaron por ser de muletazos de uno en uno. Resultó una faena muy extensa, de manera que sonó un aviso mientras el torero estaba todavía toreando. El remate vino con una estocada baja.
El cuarto no se lo puso fácil a Castella. Con movilidad, pegajoso, sin entrega y con peligro. El francés se justificó, pero no estuvo a gusto. No era para ello el de El Puerto.
Iván García se desmonteró en el tercero como lo había hecho José Chacón con el segundo. El toro fue otra cosa y eso que tenía delante manos expertas. Fue informal, sin entrega y sin posibilidad de triunfo, le faltaba querer empujar en la muleta. De ahí que Daniel Luque lo intentará por ambos pitones sin más y se lo quitara del medio.
Pareció que la faena al quinto sería otra cosa y el comienzo de Luque fue bueno. Sobrado. Pero las cosas luego no fueron. El toro tenía buena la embestida, pero le faltaba continuidad y Daniel tampoco encontró la tecla para dársela. Lo que parecía que iba a ser acabó en tierra de nadie. Exactamente como la tarde. Y las tardes así son pesadez absoluta.
Las Ventas (Madrid). 14ªde feria. Toros de La Ventana del Puerto, bien presentados. El 1º, bueno; 2º, noble y con buen ritmo; 3º, informal y sin entrega; 4º, de El Puerto de San Lorenzo, complicado; 5º, noble pero sin empujar; 6º, movilidad pero informal. Lleno.
Sebastián Castella, de blanco y plata, aviso, estocada baja (saludos); pinchazo, estocada, tres descabellos, aviso (silencio).
Daniel Luque, de tabaco y oro, estocada, tres descabellos (silencio); estocada, tres descabellos (silencio)
Christian Parejo, (confirmación) de blanco y oro, estocada perpendicular, aviso, descabello (saludos); bajonazo (silencio).