Buscar Iniciar sesión
Sección patrocinada por

Shego: ni miedo, ni vergüenza, ni culpa, ni dinero en el banco

"No lo volveré a hacer” es el segundo largo del trío madrileño, un canto rabioso al desamor y a la culpa
Shego: ni miedo, ni vergüenza, ni culpa, ni dinero en el banco
El trío Shego, formado por Maite, Raquel y CharlotteAdri Cuerdo
Ulises Fuente

Creada:

Última actualización:

Todo empezó gracias a unos vídeos de Hinds. Maite Gallardo trabajaba en una oficina y a duras penas lo soportaba. Se cruzaron en su ordenador las andanzas del (por entonces) cuarteto madrileño y pensó. “Quiero eso y no esto. Era un diario de su gira, nada espectacular, sino muy punki y decidí hacer música. La idea de hacerla sola se convirtió en una banda con Raquel (Cerro)”, dice sentada en una cafetería madrileña mientras su compañera asiente. “La obligué”. En ese momento, Raquel hacía un curso del paro tras terminar Bellas Artes en la Universidad, donde había conocido a Charlotte Augusteijn. Estaban a punto de formar Shego, uno de los grandes exponentes de la nueva escena nacional y que, tras su excelente debut (“Suerte, chica”), acaban de publicar su segundo largo, “No lo volveré a hacer”, un disco de rock sobre la culpa, la vergüenza, el desamor y cómo dejar todo eso atrás. Lo presentan en Madrid (Bee Week, 28 de marzo), Córdoba (4 de abril), Granada (5), Santiago (11), Valladolid (12) y festivales como el Warm Up, Interestelar, FIB, Gigante, Cranc...
Ahora, ellas son las que se están convirtiendo en referentes. “Me enorgullece eso, la verdad –dice Cerro-. Nosotras pensábamos en Hinds y ojalá otras piensen en nosotras cuando quieran hacer un grupo. Y que eso pase más cada vez más”. En su nuevo disco, el relato parte del desamor para ir analizando el mundo sus propias identidades. “La ruptura es un tema que nos rondaba, de hecho, es por lo que pasamos las tres en un momento u otro del proceso del disco, así que ahí está buena parte de ese trance digamos dramático. Y luego pusimos en común otros temas, claro. Pero es un disco que atraviesa ese momento catártico”, dice Maite. Es un proceso que desencadena otros, como las cosas que “no quiero, ni puedo, ni debo” hacer, como cantan en “No quiero” y otras que juran que, pase lo que pase, “no lo volveré a hacer más”, como proclaman en “Mantra”. Esas cosas como enamorarse, salir de fiesta... Una culpa que, sin embargo, también conjuran para hacerla desvanecerse en la piedra angular del trabajo, ese “Curso avanzado de perra” que proclama: “Ni miedo ni vergüenza ni culpa ni dinero en el banco”. Lo último es más o menos corriente, pero las otras tres cosas... “Es una ironía total –dice Raquel-. Creo que ha habido momentos de nuestra vida que hemos podido estar sin miedo ni vergüenza, pero las tres cosas juntas a la vez, es casi imposible...”. El viaje termina, claro, proclamando “Que muera el amor”.
Shego forman parte de la nueva escena de guitarras, mucho más cohesionada de lo que ha estado nunca el “indie” nacional. “Yo creo que eso es porque eran todos tíos y se odiaban. Había envidia. Entre las tías hemos visto que necesitamos del apoyo mutuo para no irnos a la mierda. Y creo que entra la actitud de rebelarnos contra lo que se nos ha impuesto toda la vida de competir entre nosotras. ¿Competir? Y una mierda. Si estanos en bandas que somos todas tías. Creo que hay una colectividad buena, bastante unión, aunque a veces surjan rencillas, pero entre nosotros nos apoyamos siempre”, apunta Maite. "No sé qué rollo había antes, pero ahora mismo es cien por cien bueno. Todos en Madrid íbamos a los conciertos de los otros. Nuestra quinta nació del apoyo mutuo, desde siempre nos hemos alegrado por los éxitos de todos y para que a todos les vaya bien. Si a alguien le va guay, pues dices, qué alegría. Por lo menos en Madrid es así. Pienso además en ese momento de otros grupos petándolo y me siento súper orgullosa de que los que han salido haciendo su movida”, añade Raquel.

Archivado en: