De María Antonieta a la masonería: 10 curiosidades de Mozart, el genio rebelde
El niño prodigio, autor de más de 600 partituras y considerado uno de los mejores compositores de todos los tiempos, nació un día como hoy de 1756
Creada:
Última actualización:
Leopold Mozart no daba crédito cuando veía que su hijo, con tan solo 5 años, era capaz de leer notas y componer partituras. Era consciente de que en su familia había nacido un genio, un niño prodigio que hoy continúa siendo una leyenda, tanto por sus creaciones como por su carismática personalidad. Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) es considerado por bastantes el mejor compositor de todos los tiempos. Abarcó géneros tan dispares como la ópera bufa o la música sacra, mientras vivía una vida basada en la anarquía, en la rebeldía. Fue un personaje impredecible, impecable en el violín o el piano, a la vez que su alegría era incluso molesta para algunos, pues rompía con lo convencional de su época. Una vida corta -nació un día como hoy de 1756 y murió con 35 años-, pero intensa y repleta de éxitos, anécdotas y curiosidades que todavía hoy continúan sorprendiendo.
1. Genio y prodigio
Tras sorprender tocando de oído gran cantidad de melodías cuando tan solo tenía 4 años de vida, así como habiendo iniciado su carrera musical desde tan joven, tocando junto a su hermana en las más prestigiosas cortes de Europa, Mozart sorprendió con su primera sinfonía a los 8 años, así como su primera ópera completa la compuso a los 14. Además, 33 de sus 68 sinfonías las escribió entre los 8 y los 19.
2. A la velocidad de “Linz”
Tal era su talento, había nacido para la música hasta tal punto, que la velocidad en la que componía obras maestras también fue un caso único en la historia. Por ejemplo, su ópera “La clemencia de Tito” la creó en 18 días, mientras que la Sinfonía 425, conocida como “Linz”, fue resultado de un trabajo de composición, transcripción y preparación de tan solo 5 días.
3. Un talento desaprovechado
Su historia podría haber sido similar a la de su hermano, pero su condición de mujer no se lo permitió. Nannerl, o Maria Anna, tenía 5 años más que Mozart y también demostró un gran talento musical desde temprana edad. De hecho, impartía clases de piano con tan solo 10 años, siendo uno de sus alumnos su hermano. Tocó en conciertos con él, y también deseaba componer, pero desgraciadamente no contó con las mismas oportunidades debido a las discriminaciones de la época.
4. Compulsivo y obsesivo
Según demuestran algunas de sus cartas que se conservan, Mozart padeció Síndrome de Tourette, un trastorno nervioso que causa comportamientos compulsivos y obsesivos y que se manifiestan en la incapacidad de actuar adecuadamente en sociedad. De hecho, en dichas misivas se pueden leer insultos y expresiones vulgares, así como no en pocas ocasiones el músico destacaba en reuniones por su descarada y rebelde personalidad.
5. 621 partituras
Como se ha apuntado, Mozart vivió 35 años, y parece increíble la capacidad de producción musical que tuvo a lo largo de su vida. Teniendo en cuenta, por supuesto, que comenzó a crear cuando era tan solo un niño. Al genio se le atribuyen 621 obras, de las cuales 600 son completas. Se incluyen 68 sinfonías, 36 sonatas para violín, 27 conciertos para piano, 26 sonatas para piano, 23 cuartetos de cuerda y 6 quintetos de cuerda, entre otras partituras.
6. Rozando lo soez
Hablábamos de sus expresiones vulgares, pero cabe mencionar las que dedicaba a su prima. Con Marianne mantuvo una relación más allá de lo familiar, una especie de amistad amorosa desaprobada por sus padres, pero que no ocultaba en las cartas que le enviaba, las cuales sirven de ejemplo para comprobar el gusto del músico hacia lo escatológico, lo soez: “Acogeré tu noble persona como bien merece, te sellaré en las nalgas mi membrete, te besaré las manos, dispararé la escopeta del ano, te abrazaré de más, te pondré lavativas por delante y por detrás”, le escribía.
7. Nada de flautas
“Lo único peor que una flauta, son dos flautas”, dijo Mozart en referencia a su instrumento menos querido. El genio adoraba el violín de la misma manera que odiaba a la flauta, pues no apreciaba su sonido y, de hecho, la añadía tan solo a aquellas partituras que debía escribir por encargo. En algún momento llegó a sustituir la flauta por el clarinete, instrumento que sí le entusiasmaba.
8. Paz y masonería
La rebeldía llegaba hasta a sus creencias. Aunque el músico fuera criado en el seno de una familia católica, durante los últimos años de su vida decidió hacerse a la francmasonería, lo que era incompatible con sus creencias cristianas. Según los documentos que se conservan y que testifican sobre ello, el compositor encontró en la masonería un remanso de paz y tranquilidad, lo que le llevaba a manifestarse libremente en una época en la que todo eran obstáculos. Y, más aún, para quien se salía de los límites establecidos. Esto, además, se vio reflejado en sus obras, como es el caso de “La flauta mágica”.
9. Una propuesta a María Antonieta
Tras un concierto en Versalles, cuando todavía era un niño, dejó una anécdota histórica con la que sería la futura reina: María Antonieta. El compositor, tras ofrecer un concierto, se bajó del asiento y tropezó, cayendo al suelo. Una situación “escandalosa” en aquellos tiempos por protocolo, pero que María Antonieta se saltó, pues acudió a ayudarlo a levantarse. Ante esto, el músico, agradecido, le dio un abrazo y le propuso que se casara con él. En ningún momento mantuvieron una relación, sino que todo quedó en una anécdota cuando ambos eran jóvenes.
10. Un final infeliz
Mozart murió mientras escribía la que sería su obra más famosa: la Misa de Réquiem, que finalizaron sus alumnos. Ante las penurias económicas que sufrió al final de su vida, el músico fue enterrado en una tumba comunitaria, por lo que a día de hoy no se localizan sus restos. Por tanto, no hubo autopsia ni teoría clara sobre de qué murió: se ha escrito que fue gripe, infección de riñón, envenenamiento por mercurio o una fiebre reumática aguda.