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Tom Hanks denuncia el uso de su imagen por la IA sin su consentimiento: "¡Tened cuidado!"

La hija de Robin Williams también se ha pronunciado sobre estas nuevas tecnologías, que utilizan la voz de su padre sin consentimiento
Tom Hanks durante la presentación de "El peor vecino del mundo"Scott GarfittScott Garfitt/Invision/AP

Madrid Creada:

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El debate sobre los usos de la Inteligencia Artificial (IA) no ha hecho más que empezar. ¿Tiene límites? ¿Cómo se regulan sus posibilidades para que no acaben perjudicando a las personas? De esto va, en parte, una huelga que está sacudiendo Hollywood desde hace unos meses: si bien los guionistas ya parecen estar llegando a un acuerdo, los actores aún siguen protestando. Además de buscar una mejora salarial, una de las demandas por parte de este sector es la falta de regulación sobre la IA, que puede poner en juego sus trabajos. El Sindicato de Actores de Estados Unidos proclamó la huelga solicitando una regulación respecto a estas nuevas tecnologías, pues la digitalización de sus voces e imagen podría perjudicar a la larga sus carreras artísticas. Si bien la mayoría de intérpretes se están negando a "vender" sus rostros a la IA, ya se comienzan a ver cómo a algunos este control se les está yendo de las manos. Y ejemplo de ello es Tom Hanks. El protagonista de "Forrest Gump" ha denunciado a través de sus redes sociales que la Inteligencia Artificial ha utilizado su imagen para un anuncio de seguro dental sin su consentimiento.
"¡Tened cuidado! Hay un vídeo que promociona un plan dental con una versión mía de IA. No tengo nada que ver con eso", escribió Hanks en Instagram, junto con una fotografía del anuncio en cuestión, en el que aparece el actor con un traje de chaqueta oscuro. Una situación que, de alguna manera, confirma el debate que ya protagonizó el actor hace unos meses, en referencia a la Inteligencia Artificial. Fue esta primavera cuando el de "Náufrago" compartió su opinión respecto al uso de esta tecnología en el cine, explicando que lo veía como "un desafío artístico, pero también legal". "Mañana me podría atropellar un autobús, pero las actuaciones en las que aparezca podrían seguir con la IA o los 'deepfakes'. No habrá nada que les diga que no soy yo", explicaba el actor a través de un podcast. Si bien no se cierra a convivir y trabajar con todos aquellos avances tecnológicos que vayan surgiendo, pues permitió que se crearan versiones digitales de su imagen en cintas como "Polar Express" (2004), Hanks asegura que lo hace "siempre que mi cara y mi voz, y las de todos los demás, sean nuestra propiedad intelectual".
Tal y como se está apreciando en la huelga de Hollywood, Hanks no es el único que se ha pronunciado en este sentido. De hecho, otra demanda reciente ha venido de la mano de Zelda Williams, hija del fallecido e icónico Robin Williams. La actriz ha publicado un comunicado en su perfil de Instagram, en el que ha expuesto su opinión respecto al uso de la IA en el cine. "No soy una voz imparcial en la lucha del SAG (Sindicato de Actores) contra la IA", comienza Williams, "he sido testigo durante años de cuántas personas quieren entrenar a estos modelos para crear/recrear actores que no pueden dar su consentimiento, como papá. Esto no es algo teórico, es muy, muy real", expone.
La hija de Robin Williams denuncia el uso de la Inteligencia Artificial para recrear la voz de su padreEUROPAPRESS
"Me han dicho que la gente utiliza la IA para que su 'voz' diga lo que ellos quieran y, aunque personalmente lo encuentro inquietante, las ramificaciones van mucho más allá de mis propios sentimientos", añade Williams. Estas nuevas tecnologías son alimentadas con todas las imágenes, vídeos y grabaciones posibles de la personalidad a la que quieran replicar. Una vez que han reunido y procesado el material, estos sistemas son capaces de generar dichas recreaciones sin que exista consentimiento previo. "Los actores vivos merecen la oportunidad de crear personajes con sus elecciones, dar voz a los dibujos animados, poner su esfuerzo y tiempo humano en realizar su actuación", denuncia Williams. "Estas recreaciones son, en el mejor de los casos, un pobre facsímil de personas más grandes, pero en el peor caso, un horrendo monstruo frankensteiniano, improvisado a partir de lo peor de todo lo que es esta industria, en lugar de lo que debería representar", sentencia la actriz.