Almodóvar recoge el «Nobel» del cine en una vibrante ceremonia
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El cineasta Pedro Almodóvar recogió el Premio Lumière por su carrera cinematográfica abrumado por la emoción ante un homenaje en el que participó lo más granado del cine francés así como varias de sus actrices más queridas, como Marisa Paredes, Rossy de Palma y Elena Anaya.
Una ceremonia que acabó con las tres mil personas que abarrotaron el Anfiteatro del Centro de Congresos de Lyon entregadas al director manchego, cantando y bailando al son de “resistiré” del Dúo Dinámico.
El propio Almodóvar fue el encargado de cerrar la entrañable fiesta de más de dos horas y media con un discurso que, aseguró, había preparado como si fuera para una ceremonia de un “Nobel” y que dedicó por completo a su madre.
El director de clásicos como “Mujeres al borde de un ataque de nervios” o “Hable con ella” explicó que su uso de colores “explosivos y saturados” se debe a un “acto de venganza” por los más de 30 años que pasó su madre de luto “impuesto”.
Entre los ilustres del cine que acudieron a homenajearle destacaron figuras del séptimo arte como Isabella Rossellini, Paolo Sorrentino o Michael Cimino y estrellas como Bérénice Bejo o Keanu Reeves.
La actriz francesa Juliette Binoche fue la encargada de entregarle el premio gritándole un “!merci !” que recordó al famoso “!Peeeedro!” de Penélope Cruz al anunciar el Oscar a la mejor película extranjera por “Todo sobre mi madre” en el 2000.
Previamente, la actriz de “La piel que habito” Elena Anaya le dedicó en francés una declaración de amor: “Mi querido Pedro, te quiero, adoro tu compromiso con el arte, la vida y la libertad. Gracias por dejarme ser parte de tu vida y por hacernos soñar con tu cine”.
Marisa Paredes, por su parte, agradeció al director el haber mostrado al mundo con su cine “esa nueva España” que se creó tras la transición.
Pero del elenco español, en el que también figuraban su hermano y productor de sus películas, Agustín, y el director de la Filmoteca Nacional, Chema Prado, la que más aplausos del público arrancó fue Rossy de Palma.
“Te adoro, te idolatro y tú lo sabes”, le lanzó la actriz, que también ha hecho carrera en el cine francés.
Pero el momento que más le emocionó, según confesó tras el acto, llegó cuando el actor canadiense Xavier Dolan y los franceses Tahar Rahim y Guillaume Gallienne se relevaron leyendo el artículo que publicó en la prensa el cineasta tras la muerte de su madre en 1999, titulado “el último sueño”.
La música de su cine también estuvo presente: El cantaor Miguel Poveda interpretó temas como “Volver” o “Se nos rompió el amor” acompañado por el guitarrista Juan Gómez “Chicuelo”; la cineasta Agnès Jaoui cantó “Piensa en mí” y la también cantante francesa Camelia Jordana emuló a Caetano Veloso con su “Cucurrucucú paloma”.
Con la ovación final, que transformó la sala en una especie de guateque de los años ochenta, y la concesión del Premio Lumière, el público francés volvió a dejar claro que Almódovar sigue siendo uno de sus cineastas favoritos, aunque el español se haya quedado varias veces a las puertas de la Palma de Oro de Cannes.
El premio que ofrece el Instituto Lumière en su festival rinde tributo cada año desde 2009 a una figura del cine internacional, y en esta edición, que se clausura el domingo, Almodóvar sucede en el palmarés a figuras del cine de la talla de Clint Eastwood, Milos Forman, Gérard Depardieu, Ken Loach o Quentin Tarantino.