El Ballet Nacional de España, encandiló al público romano con la gala “Las Estrellas”
Con todo el arte que se puede tener los integrantes del Ballet Nacional de España enamoraron al público en Roma. Era la primera vez que actuaban en la capital italiana y desde el principio hasta el final los italianos se rindieron ante la avalancha de emociones. Doce coreografías les embelesaron. El sentir español en su más pura esencia ha dejado huella en la Ciudad Eterna.
Y así lo hizo el público que abarrotó la Sala Santa Cecilia del Auditorium Parco della Música Ennio Morricone en Roma: se dejó llevar. No pudieron contenerse ante el arte y el espectáculo que ofrecieron los artistas españoles. La gala “LAS ESTRELLAS”, bajo la dirección artística de Daniele Cipriani fue un derroche de arte, de coreografías, de vestuario y de puesta en escena. Los artistas se dejaron la piel, ellos sí que fueron dando todo lo que cada uno de ellos lleva dentro, mucho arte español. Hasta el más pequeño del elenco el hijo de Belén López, Antonio Jiménez López, con sus pasos y sus palmas despertó la emoción del público italiano después de que su hermana Sandra, ya al final de la gala, hizo que los italianos se rindieran.
Más de diez coreografías pasaron por el escenario de la Sala Santa Cecilia del Parco de la Musica Ennio Morricone de Roma. Al inicio con “Ritmos” de Alberto Lorca, interpretada por el cuerpo de baile al completo del Ballet Nacional de España con la música de José Nieto, puso a la gente alerta de que algo grande estaba empezando. A continuación, la “Farruca de Sabicas ”de Ana Morales con la guitarra de José Luis Medina y la danza de Ana Morales, mantuvo durante la actuación a la gente muda que al final rompió con un aplauso muy largo. Siguió “Como Roca y Agua” de Jesús Carmona para continuar con “Puerta de Tierra” que en 1960 debutó con el ballet español de Antonio, en el Teatro del Liceo de Barcelona y en 1960 con el Ballet Nacional de España en la Plaza Mayor de Gijón. La Interpretaron Débora Martínez y Sergio Bernal. Continuaron con “La Sorda Bulería” y “Soleá pa mi Antonio”, se acercaba el intermedio, pero el público quería seguir, la pausa no era lo que deseaba.
La segunda parte estuvo compuesta por las más bellas coreografías: Alegrías, Racheo, Mi Princesa, Paquera, Taranto y el Caracoles con un festín de colores con las batas de cola y los mantones de manila. Las chicas no estaban guapas, sino guapísimas y el público romano en las butacas ya empezaba a comentar entre ellos “Che bello!, Quanta Belleza! Che bravi!”
La emoción que transmitió la última coreografía “Fin de fiesta” empujó a que la gente se uniera desde sus butacas a dar palmas, otros a levantarse para aplaudir y gritar bravi!,otros seguían absortos por lo que habían visto. Todos los integrantes del Ballet Nacional de España incluidos los hijos de la bailaora Belén López, Sandra Jiménez López y Antonio Jiménez López crearon una verdadera fiesta española con aire flamenco en el escenario.
Conversaciones previas a la gala con algunos de los artistas:
Patricia Guerrero: “Hay que dejarse llevar, si se quiere aplaudir se aplaude, si se quiere llorar se llora, si quiere cerrar los ojos que los cierre, hay que dejarse ir…”
Rubén Olmo: “Cuando se sale al escenario y el silencio vibra, sabemos que el público se va a emocionar y nosotros con ellos”.
Jesús Carmona: “El público italiano es pasional, que vive con muchísima intensidad y conecta con la danza española y lo demuestra de una manera muy ferviente”
Sergio Bernal: “Saber que la cultura de tu país la puedes llevar a otros países y que pueden entender, apreciar y valorar lo que es el arte español en sus diferentes ramas es maravilloso. Hay algo muy bonito que siempre digo: La música española tiene una característica muy importante y con todos mis respetos: tú puedes escuchar una pieza clásica de Mozart o de Beethoven, pero no podrías identificar de donde es. Sin embargo, tu escuchas a Manuel de Falla y tú escuchas España, escuchas la fuerza, el ritmo y la impronta española que ha dejado huella a lo largo de la historia”.
Los espectadores hicieron un viaje por los diferentes territorios y estilos de la danza española y del flamenco en la gala que ofreció el Ballet Nacional de España en Roma. Partieron de la escuela bolera, la reinterpretación de la escuela clásica junto con la danza española con castañuelas. Siguieron con la danza estilizada, la mezcla flamenca y su estilización y el clásico español. Recorrieron mucho palos. El Ballet Nacional de España metió al escenario romano la esencia del flamenco y de la danza española con muchos de los mejores artistas del país. “El flamenco es la forma de comunicar, de interactuar entre nosotros, es una forma de vida, es la alegría que tiene el español, también es la tristeza y la pena, son los momentos en comunidad, es una fiesta es un momento espiritual”. Así los contaba Sergio Bernal antes de llegar a Roma a actuar.
El Ballet Nacional de España (BNE), dirigido por Rubén Olmo desde septiembre de 2019, es la compañía pública referente de la danza española desde que se fundó en 1978 bajo el nombre de Ballet Nacional Español, con Antonio Gades como primer director. Forma parte de las unidades de producción del Instituto Nacional de la Artes Escénicas y de la Música (INAEM), perteneciente al Ministerio de Cultura y Deporte.
El BNE ha obtenido a lo largo de su existencia diversos premios nacionales e internacionales, entre los que destacan el Premio a la Crítica al Mejor Espectáculo Extranjero (1988) del Metropolitan de Nueva York; Premio de la Crítica Japonesa (1991); Premio de la Crítica al Mejor Espectáculo (1994) en el Teatro Bellas Artes de México; Premio del Diario El País (1999) al espectáculo Poeta; Premios de la Crítica y del Público (2002) a la coreografía Fuenteovejuna, de Antonio Gades, en el VI Festival de Jerez; Premio del Público (2018) del Festival de Jerez; Premio Cerinos (2018) del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida; premios del público Teatro de Rojas (Toledo) al Mejor Espectáculo de Danza en 2008, 2010, 2012 y 2014; y en 2010, el Festival Internacional del Cante de las Minas le concedió el Premio Extraordinario a las Artes Escénicas por su “magnífica contribución a la preservación y difusión del mejor flamenco”.