María Pagés: “La civilización está en retroceso”
La bailaora y Princesa de Asturias de las Artes llega a Madrid con “De Sheherazade” para, invadida por el espíritu de “Las mil y una noches”, hablar de la importancia de las palabras
Creada:
Última actualización:
Hace mes y medio que la Fundación Princesa de Asturias le concedía a María Pagés (junto a Carmen Linares) el Premio de las Artes, pero la coreógrafa y bailaora reconoce que todavía no ha hecho la «digestión»: «No se trata de eso, sino de dedicarle tiempo y saborearlo. Cuando estemos en la entrega ya lo celebraremos. Hasta entonces, sigo instalada en la sorpresa». Y, mientras llega el momento, Pagés no se está quieta. «Esto es un no parar», confiesa desde su Centro Coreográfico. Ella es la que da nombre y dirige la institución, pero a su vera siempre está El Arbi El Harti, también director y «mi pareja de todo», ríe. «Nos tiene en jaque todo el rato». La norma del centro de Fuenlabrada es sencilla, «moverse», dice, «porque cuando te mueves pasan cosas. Es sano. El cuerpo reacciona para bien y, aquí, la danza es un instrumento social, un instrumento perfecto para el entendimiento».
Sobre esa capacidad para trazar puentes se sustenta el Centro Coreográfico, pero también el nuevo espectáculo de la pareja (que ya ha pasado por Barcelona y el Festival de Salzburgo), De Sheherazade: una obra «vitalista» que habla de la inclinación de la humanidad hacia el miedo y la violencia; «once escenas sobre una aventura que sugiere algunos hilos que tejen la poliédrica y pacifista esencia femenina», presentan de una pieza que se centra en las palabras. Sheherazade, narradora de Las mil y una noches, es, para Pagés, «un ejemplo. Solo con sus palabras, con su manera de combinarlas y usarlas, fue capaz de convencer a un asesino para que dejara de matar». Aunque «no es solo eso», añade la bailaora, «también pone en valor lo que aportaron a la literatura universal otras mujeres como Medea, Safo, Blimunda, Bernarda... Todas ellas están reflejadas en esta obra».
De Sheherazade es el formato más grande hasta la fecha de la compañía con once bailaoras y siete músicos y, en él, la dramaturgia de El Arbi El Harti «trata de extraer un mensaje sobre la importancia de la palabra –explica Pagés–. Pone en valor la comunicación entre seres humanos y la resolución de conflictos. Estamos en un momento en el que las palabras no llegan y no tienen el valor que deberían. Tenemos el deber de transmitir valores; lo que sucede es que no siempre transmitimos los buenos. Ahí es cuando aparecen la violencia y los miedos». Y continúa: «La humanidad tiene estos ciclos, en los que somos incapaces de entendernos. La historia está llena de avances y retrocesos. Parecía que, al menos en Occidente, habíamos aprendido a comunicarnos y a confiar en el Estado del Bienestar. Pero ya nos hemos dado cuenta de que no. Al final volvemos a cometer las mismas faltas. El mundo y la civilización está en retroceso».
Para combatir este debe, Pagés lo tiene claro: el arte es parte de la solución. «Siempre ayuda, siempre es positivo». Ahí está su apuesta en forma de un montaje que «recupera los ecos árabes del origen del flamenco. Hemos tirado del hilo de la importancia que tuvieron los moriscos en la transmisión, además de la palabra de El Arbi», cuenta la protagonista de una pieza que dio sus primeros pasos como un proyecto heredero de su «Yo, Carmen» (2015).
- Dónde: Teatros del Canal, Madrid. Cuándo: del 22 al 26 de junio. Cuánto: desde 9 euros.