¿Cómo se escribe, “halla”, “haya” o “aya”?
La Real Academia Española aclara el uso de tres conceptos que, aunque suenen igual, se escriben diferente y tienen significados distintos
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La mayoría de los hispanohablantes, pronunciamos “halla”, “haya” y “aya” de la misma forma. No obstante, aunque en el sonido sean iguales, estas palabras ni se escriben igual ni con el mismo significado. Suele ser confusión corriente la de la “ll” y la "y", lo cual provoca una gran falta de ortografía y un gran cambio en el sentido de la frase que queremos transmitir. Por ello, aclaramos el uso correcto y las diferencias entre los conceptos “haya”, “halla” y “aya”.
Haya
En palabras de la Real Academia Española (RAE), “haya” “puede ser un verbo o un sustantivo”. En el primer caso, se trata de “la tercera persona del singular del presente del subjuntivo del verbo haber”. Con esto, “se utiliza seguida de un participio o como verbo de una oración impersonal”. Por ejemplo: “Espero que Luis haya aprobado”; “Quizá haya algo que podamos hacer”.
Por otro lado, como sustantivo, “haya” es “femenino y designa un tipo de árbol”, explica el diccionario. Por ejemplo: “Se sentó a la sombra de una frondosa haya”.
Halla
“Es la tercera persona del singular del presente de indicativo, o la segunda persona del singular del imperativo, del verbo ‘hallar’, que significa ‘encontrar’”, explica la RAE. Es decir, se utiliza para indicar que alguien en tercera persona ha encontrado algo, para designar el sitio donde se encuentra algo, o para ordenar a una segunda persona que encuentre algo.
Por ejemplo: “No sé cómo lo hace, pero halla siempre una excusa perfecta para no ir”; “La sede de la organización se halla en París”; “Halla la hipotenusa del siguiente triángulo rectángulo”.
Asimismo, añade la RAE un truco para distinguir este uso: en los ejemplos citados, la palabra “halla” se puede sustituir por la forma “encuentra”. Por ejemplo, “Encuentra la hipotenusa” o “No sé cómo lo hace, pero encuentra siempre una excusa perfecta”.
Aya
“Es un sustantivo femenino que significa ‘mujer encargada en una casa del cuidado y educación de los niños o jóvenes’”, explica la RAE. Por ejemplo: “La vieja aya seguía llevando a los niños al parque”.