Muere Jean Kennedy, última superviviente de la mítica saga
La embajadora, que tençía 92 años, era la única hermana que quedaba viva de John y Robert Kennedy
Creada:
Última actualización:
A sus 92 años era la última superviviente una de las familias más queridas de Estados Unidos, testimonio de lo que ha sido una época de cambios en el mundo a lo largo del siglo pasado. Este jueves se ha sabido que ha fallecido en su apartamento de Manhattan Jean Kennedy Smith, la última de las hermanas del presidente John F. Kennedy y del senador Robert F. Kennedy.
Smith era la octava entre los nueve hijos que tuvo el matrimonio formado por Joseph P. y Rose Kennedy, una familia con antepasados irlandeses y que en las primeras décadas del siglo pasado logró una importante fortuna. Pero la ambición del patriarca iba mucho más allá de los negocios en bolsa o en Hollywood sino que quería alcanzar la más alta de las cotas políticas. De esta manera consiguió ser embajador de Estados Unidos en Gran Bretaña, además de preparar al mayor de sus hijos, Joseph, para que pudiera aspirar algún día a la presidencia, pero no pudo ser al morir en una acción bélica durante la Segunda Guerra Mundial.
Poco después, en un accidente de avión, falleció Kathleen “Kick ‘Kennedy, hija del embajador. Quien sí logró tocar la Casa Blanca fue otro de sus hijos, John, que tomó posesión de su cargo en enero de 1961. Apenas estuvo unos mil días en el cargo porque fue asesinado en 1963. El mismo trágico destino lo padeció otro de los miembros del clan, el senador Robert F. Kennedy, cuyas deseos de ser presidente eran rápidamente eliminados al ser víctima de las balas asesinas en 1968. El senador Edward Kennedy, el más joven de los hermanos Kennedy, murió de cáncer cerebral en agosto de 2009, el mismo mes en que murió su hermana Eunice Kennedy Shriver. Jean fue testigo de todas estas tragedias familiares.
Para muchos, ella fue la hermana tranquila que rechazó aparecer ante los medios de comunicación. Sin embargo, sí tuvo un papel importante en el proceso de paz entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte, como embajadora de Estados Unidos en ese país durante la década de los noventa y con Bill Clinton como presidente.
Casada con Stephen Edward Smith en 1956, futuro jefe de gabinete de la Casa Blanca, quiso dejar constancia de lo que había sido su vida en un libro de memorias interesante y titulado “The Nine of Us”, publicado en 2016. En él hizo recuento de lo que había sido su trayectoria humana en la que había tenido una infancia que gustaba calificar como “excepcional”. En uno de los pasajes del libro reconocía con honestidad que “es difícil para mí comprender completamente que estaba creciendo con hermanos que eventualmente ocuparían las oficinas más destacadas de nuestra nación, incluida la presidencia de Estados Unidos. En ese momento, eran simplemente mis compañeros de juego. Eran la fuente de mi diversión y los objetos de mi admiración”.
Con su desaparición concluye definitivamente uno de los capítulos más legendarios de nuestra historia, cuando un joven político de origen irlandés pensó que se podía cambiar el mundo. No le dejaron hacer su trabajo.