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El drama de Al Pacino: 25 años de terapia por culpa de “El Padrino”

El éxito de la película de Francis Ford Coppola obligó al actor a apartarse de los focos y a ponerse en manos de profesionales
larazonPARAMOUNT PICTURES
  • Licenciado en Ciencias Políticas y Periodismo, llegó a LA RAZÓN en marzo de 1999: Tras pasar por Deportes, Televisión, Sociedad y Sucesos aterrizó en internet hace 15 años y ahora busca oportunidades para conseguir tráfico a través del SEO.

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Francis Ford Coppola tenía claro que el actor que debía dar vida a Michael Corleone en “El Padrino” era Jack Nicholson, pero el excéntrico actor rechazó el trabajo porque consideraba que tenía que ser un intérprete italiano. De esta forma, el papel cayó en manos de Al Pacino al que le cambió radicalmente la vida. La película se entrenó en 1972 y es considerada por muchos la mejor película de la historia. El éxito y la fama le llegaron de golpe a Pacino, con 32 años, que comenzó a trabajar sin descanso: “Sérpico”, “El Padrino II” , “Tarde de perros”...
Este frenético ritmo de vida y la fama le sobrepasaron, por lo que decidió parar y ponerse en manos de profesionales. “Tuve que trabajar muchas cosas. Fui a terapia cinco días por semana durante 25 años”, confesó a “The Hollywood Reporter”.
Para Pacino, de 79 años, la terapia ha sido “fundamental” en su vida. Primero tuvo que ordenar sus prioridades. Después, con ayuda de su psicólogo, decidió tomarse el trabajo de otra manera y ser más selectivo a la hora de aceptar papeles: “Fue una buena decisión alejarme de aquel ritmo frenético. Me gustó. Pero lo que ocurre es que se acaba el dinero”, lamentó. Tardó cuatro años en volver a los platós y lo hizo para protagonizar “Melodía de seducción”, más maduro y pausado, sin la presión de la fama.
Ahora ha vuelto a la actualidad gracias a su gran interpretación en El irlandés, donde comparte plano con grandes como Robert de Niro o Joe Pesci, y que le ha hecho merecedor de una nominación a los Globos de Oro y ser uno de los grandes favoritos para los Oscar.
Ya no es el inexperto Pacino de 1972: “Recuerdo haber pasado por esto antes, aunque ahora creo que puedo manejarlo un poco mejor. Es un sentimiento maravilloso”.
El actor, lejos de arrepentirse o de lamentar lo ocurrido en el pasado, afirma que se siente afortunado por no haber llegado a sufrir problemas mentales como le ha ocurrido a otros compañeros y que ya no están entre nosotros. "La gente entra en estado de depresión. Eso puede durar y es aterrador. Lo sé porque yo he vivido episodios similares, pero no de gran intensidad”, dijo.
Uno de los grandes apoyos del actor neoyorkino han sido sus tres hijos: "Ellos han sido realmente mi fuente de luz, además de los amigos, de las personas que he conocido a lo largo de los años y de las relaciones que he tenido. Todos ellos han contribuido a este viaje sorprendente que he tenido hasta ahora. En este momento, siento que estoy bien”.

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