Sociedad

Servicios Sociales pone coto a los alquileres heredados de Mónica Oltra

El jueves inaugura un centro por el que la Generalitat ha pagado 2.300.000 euros para su rehabilitación y que debe mantener hasta 2050 pagando 14.000 euros mensuales

El centro de Ruzafa recibirá a partir de septiembre a 30 personas que padecen daño cerebral adquirido
El centro de Ruzafa recibirá a partir de septiembre a 30 personas que padecen daño cerebral adquirido La Razón

Un cambio de Gobierno permite siempre sacar a la luz decisiones de gestión que reflejan cómo se administraba el dinero público. Un ejemplo es el «gasto descontrolado» destinado al alquiler de edificios de la Conselleria que dirigió hasta su dimisión- hace ahora dos años- la ex vicepresidenta Mónica Oltra, quien ostentaba la cartera de Igualdad y Políticas Inclusivas.

La directora general del Instituto Valenciano de Servicios Sociales (IVASS), María José Rico, se ha encontrado con varios de estos ejemplos y ha tratado de unificar espacios para reducir esta partida y poder destinar estos recursos a otras cuestiones.

El IVASS dispone de alrededor de 1.400 plazas en más de 30 centros y servicios en la Comunitat Valenciana en los que se atiende a personas con discapacidad intelectual, daño cerebral adquirido, mayores dependientes o con necesidades de apoyo y personas con enfermedad mental crónica.

El próximo jueves se inaugura en Ruzafa (Valencia) un centro de día para personas con daño cerebral adquirido. El edificio en cuestión era antes el Centro de Educación Infantil de la Fundación Don Juan de Dios de Montañés.

Oltra dio el visto bueno a su rehabilitación, que ha costado un total de 2.300.000 euros, y firmó en julio de 2020 un contrato de alquiler hasta 2050 por 16.940 euros al mes (14.000 euros más IVA).

Se suscribió con una carencia de tan solo cuatro meses, por lo que, pese a que todos estos años no ha tenido uso, se ha tenido que ir pagando el alquiler. Es decir, más de 200.000 euros cada año del erario.

A partir de septiembre, comenzarán a llegar los 30 usuarios de un centro para personas con daño cerebral adquirido que, hasta ahora, utilizaban un local, también alquilado, situado en el barrio de Torrefiel de Valencia y donde sí se ha podido rescindir el contrato, según explica Rico a LA RAZÓN.

Las personas usuarias siguen un programa terapéutico y de rehabilitación intensivo, que se compagina con talleres y actividades en las que se involucra a las familias, y que les proporcionan una mayor autonomía funcional.

Se trata además, de un uso diferente para el que pensaron los antiguos gestores. El 3 de abril del 2023, cuando quedaba poco más de mes y medio para las elecciones autonómicas, la vicepresidenta y consellera de Políticas Inclusiva, Aitana Mas, visitó el centro acompañado del entonces alcalde de Valencia, Joan Ribó. Mas avanzó que el edificio se convertiría en el primer centro público de atención temprana de la provincia de Valencia.

El caso de Ruzafa puede que sea el más llame la atención, pero no es el único. El IVASS ha pasado a ocupar el Palacio de Pineda, en el la plaza del Carmen, sede de la Conselleria de Vivienda en la última etapa del Botànic. Esta operación ha permitido prescindir también del alquiler de otro local que tenía en la avenida del Puerto y donde trabajaban 50 personas dedicadas al denominado servicio de «tutelas». Por esta sede, se pagaban 8.276 euros al mes.

Otra de las cuestiones con la que ha tenido que hacer frente el departamento que depende de la vicepresidenta segunda, Susana Camarero, es con la construcción de edificios.

Fiebre constructora

«Tenían obsesión por abrir centros nuevos», explica Rico, mientras los que estaban en uso quedaron descuidados, con deficiencias de mantenimiento. Además del gasto destinado a su construcción, Rico remarca que su apertura conlleva un importante gasto anual. «Nos hemos encontrado centros finalizados, pero que no tienen elaborado, por ejemplo, el plan económico».

En otros casos, como el de Meliana, no se podían abrir porque no se había solicitado la licencia que correspondía a su actividad. «Es una gestión nefasta el dinero público», lamenta la directora general del IVASS.

Explica que para abrir una residencia se necesita tener presupuestado, como mínimo, un millón de euros, y para un centro de día unos 500.000 euros.

Durante los últimos meses, el IVASS ha podido ir abriendo algunos de los edificios que estaban terminados como, por ejemplo, el centro de día de "Els Garrofers" de Elche, o el de La Font de la Figuera.

No obstante, todavía quedan otros pendientes como el de Meliana, cuya apertura se prevé en breve o los dos- un centro de día y otro ocupacional- que se construyeron en Ademúz. También queda pendiente otro centro en Bétera.