Medio Ambiente

La sequía obliga a talar 7.300 árboles perforados por insectos en la Comunidad Valenciana

La Generalitat pone en marcha medidas especiales para hacer frente a los efectos en la masa forestal del periodo más seco que ha vivido el territorio en toda su historia

La sequía en el sur de Alicante se ha convertido en estructural
La Comunidad Valenciana atraviesa el periodo más seco de toda su historialarazon

La Comunitat Valenciana atraviesa actualmente el periodo más seco y cálido desde que existen registros. La última etapa de sequía parecida ocurrió durante el año hidrológico 2013-2014, aunque la actual (2023 y 2024) es todavía más grave que aquella por dos razones: ha llovido todavía menos que entonces y, además, el periodo ha sido más cálido, lo que repercute directamente en una mayor evapotranspiración y, por tanto, en una menor disponibilidad de recursos hídricos para la vegetación forestal de la Comunitat Valenciana.

Los efectos de esta falta de agua sobre el arbolado se están haciendo de notar desde hace meses. Solo hace falta darse una vuelta por cualquier monte de la Comunitat para comprobar la enorme cantidad de vegetación seca o muerta que inunda las montañas de la región. Por ello, desde la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat se han puesto en marcha una serie de medidas para hacer frente a esta complicada situación, todas ellas recogidas en la «Memoria valorada de daños sobre el arbolado generados por la sequía en los montes en la Comunitat Valenciana 2023-2024», de 29 de agosto de 2024.

Una de estas acciones consiste en llevar a cabo inspecciones en zonas afectadas para controlar la proliferación de insectos perforadores a causa de la sequía, con la eliminación de 7.300 árboles dañados durante el primer semestre del año, una actividad que se prevé aumentar durante el otoño, aseguran desde la Conselleria.

Por otra parte, se está realizando un registro de árboles muertos en montes de la Comunitat Valenciana debido a la sequía y cuántos de ellos presentan daños por insectos perforadores. Además, se han puesto en marcha un total de 14 Unidades de Gestión Forestal (UGF) dedicadas al control de plagas y a la planificación de cortas de arbolado muerto que puedan representar un riesgo para infraestructuras y seguridad. Para estas medidas el pleno del Consell aprobó la semana pasada, basándose en el Plan de Acción Territorial Forestal de la Comunitat Valenciana, una declaración de emergencia que permitirá medidas extraordinarias, con un presupuesto de más de 500.000 euros para eliminar arbolado que presente riesgo fitosanitario.

Asimismo, se intensificarán los trabajos de trampeo de insectos perforadores, aunque su eficacia es limitada y dependerá del inicio de su periodo reproductivo en otoño. También se prevé licitar aprovechamientos extraordinarios de madera en los montes gestionados, lo que generará ingresos para los municipios y ayudará a costear trabajos de control de daños.

Con el objetivo de implicar a los municipios, se informa a los ayuntamientos sobre la normativa que permite aprovechar masas forestales debido a daños causados por eventos climáticos excepcionales, facilitando así la recuperación de la masa forestal.

Además, y de manera complementaria, se está tramitando un proyecto piloto de localización de daños por teledetección, que servirá para la monitorización, mediante técnicas de teledetección y apoyo de drones, de los pinares de la Comunidad Valencia, prestando especial atención a los síntomas y zonas afectadas por estrés hídrico.