Los reyes supervisan la reconstrucción valenciana

Aunque los Reyes de España siempre han sido queridos y bien recibidos en Valencia, la dana del pasado 29 de octubre ha marcado un antes y un después en la visión de los monarcas. El episodio del domingo 3 de noviembre, cuando cuatro días después de la devastadora riada don Felipe y doña Letizia resistieron de manera estoica el dolor y el enfado del pueblo de Paiporta, que hablaba en nombre de toda Valencia, nunca se borrará de la retina de las víctimas. Fueron los únicos que, no solamente resistieron la ira de los afectados, sino que finalmente lograron transformarla en cierto alivio y comprensión.

Tras aquella primera visita, los monarcas han visitado Valencia en repetidas ocasiones. La última de ellas, hoy mismo, cuando han asistido en la sede de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) a dos reuniones, la primera de ellas con representantes de diferentes sectores económicos de la provincia, y la segunda con miembros de entidades sociales.

Como viene siendo habitual durante los últimos meses, la presencia de los reyes ha despertado el fervor entre las decenas de jóvenes -en los alrededores de la sede de la patronal se encuentran varias universidades y escuelas técnicas- que esperaban la llegada de los monarcas, quienes no han escatimado en cariñosos saludos a los allí presentes.

Anteriormente a esta visita, y aparte de la ya mencionada a Paiporta, Felipe VI estuvo en Valencia el 12 de noviembre para visitar las unidades militares desplegadas en la zona; el 19 de noviembre los reyes estuvieron en Chiva y Utiel para solidarizarse con los vecinos, sin que se registraran incidentes; y el 9 de diciembre acudieron en la catedral de Valencia al funeral por los fallecidos organizado por el Arzobispado, y al que no asistió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La última vez que se les vio en las zonas damnificadas fue el 22 de diciembre, cuando acompañados de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, acudieron por sorpresa al mercado de Catarroja, al barranco de Picanya y a un mercado navideño en Alaquàs, y comieron en El Palmar.

La representación empresarial y política en las reuniones mantenidas hoy en la CEV ha recaído en el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, el presidente de la Confederación Empresarial de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, y el de la CEV, Salvador Navarro.

Precisamente estos dos últimos han sido los encargados de comunicar a los medio el contenido del encuentro con los sectores económicos, una reunión en la que los empresarios han exigido a los representantes del Gobierno y de la Generalitat que se rebaje la crispación política.

Garamendi ha asegurado que les hubiera gustado «una mayor conexión entre las administraciones, más corresponsabilidad y mayor coordinación» en la respuesta a los damnificados por la dana y ha reclamado ir «todos a una» y en la medida de lo posible sustituir el debate político por el debate de cómo ayudar a los afectados.

El presidente de CEOE, quien ha destacado el interés constante de los reyes en el seguimiento de los efectos de la dana, ha señalado que las ayudas están llegando todavía con lentitud y ha insistido en que haya «mucha más colaboración» y «una sintonía» de las Administraciones con los problemas que hay.

«Vivimos con una carga de radicalización política que yo creo que la sociedad no se merece», ha destacado Garamendi, quien reclama a los dos grandes partidos que en la reunión «muy importante» que mantendrán mañana no pueden estar «20 minutos», sino «las horas que sean» para llegar a las conclusiones que la ciudadanía necesita.

El presidente de la CEV, Salvador Navarro, ha señalado que, ante situaciones extraordinarias como han sido estas inundaciones, los perjudicados necesitan una respuesta «ágil y sensible» de las Administraciones, lo que pasa por que haya una «mayor y mejor» interacción entre ellas y una mejora de las relaciones.

Según los asistentes a la reunión, la actitud del ministro y del presidente de la Generalitat ante las críticas de los empresarios ha sido, teniendo en cuenta que se encontraban frente a los reyes, «muy educada y cordial». Mientras tanto, 32.000 trabajadores siguen en ERTE y la mitad de los expedientes del Consorcio de Seguros están por resolver.