La Ley de la Huerta y el Patricova: los puntos débiles de la normativa para ejecutar obras contra inundaciones

Es de sobra conocido que la actual Ley de la Huerta no es la que habría hecho el Consell que preside Carlos Mazón. La Generalitat tenía antes de la DANA una lista de prioridades claras sobre la legislación urbanística, de hecho, ya está en marcha la reforma de la Ley de Ordenación del Territorio (Lotup).

La reforma de la Ley de la Huerta no comenzó el día después de la DANA. La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio asegura que lleva meses trabajando en su modificación, una tarea que, ahora sí, se acelera porque «ha quedado demostrado que ha sido una norma que ha supuesto un freno a la puesta en marcha de actuaciones hidráulicas por su afección a zonas de huerta. Una de las claves de estos cambios reside en el Consell de l’ Horta, un organismo autónomo de reciente creación, integrado por diversas conselleries, la Diputación de Valencia, el Ayuntamiento de Valencia, organizaciones agrarias y entidades de defensa de la huerta y cuyos informes eran preceptivos y vinculantes e incluso podían frenar la ejecución de infraestructuras diseñadas para salvaguardar la vida de las personas.

Con las modificaciones propuestas por la Generalitat, este Consell asumirá únicamente responsabilidades en materia agrícola, un cambio que tiene como objetivo desbloquear los proyectos de actuación sobre los barrancos del Poyo y la Saleta. Las obras planificadas permitirán desviar las aguas de estas ramblas hacia el nuevo cauce del río Turia y, por tanto, de haber estado ejecutadas habrían reducido los daños ocasionados por la riada.

Según precisan desde la Conselleria de Medio Ambiente, los informes de las actuaciones previstas en los barrancos son desfavorables. «Una vez aprobadas las modificaciones en la Ley de la Huerta, ambos proyectos quedarán desbloqueados, lo que obligará al Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) a ejecutarlas.

A día de hoy, el Miteco tiene sobre la mesa la posibilidad de ejecutar infraestructuras que, según han informado los técnicos de la Conselleria, son viables pero «insuficientes» para reducir el riesgo de inundación, una advertencia que se realizó en 2023 y en agosto de este mismo año.

De manera complementaria, el conseller de Medio Ambiente, Vicente Martínez Mus, y el de Agricultura, Miguel Barrachina, han explicado este lunes a alcaldes y concejales de Aldaia, Riba-roja, Loriguilla, Quart de Poblet, Xirivella, Alaquàs y Cheste, que se va a revisar el Plan de Acción Territorial sobre prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat Valenciana (Patricova) para introducir un nuevo paquete de medidas en materia urbanística que impulse la reconstrucción de las localidades afectadas.

Además, la Generalitat elabora una nueva cartografía de las zonas inundadas, actualizando la medición del calado o profundidad del flujo de agua de los ríos Turia, Magro y Poyo. Esta herramienta adapta la aplicación «Servicios de Riesgos» utilizada por el servicio de incendios. Así, se podrá obtener, en tiempo real, la información recogida en las citadas cuencas y adaptarla a los de Sistemas de Información Geográfica.