La Generalitat valenciana supo que se desbordaba el río porque llamó un alcalde

Cuando todavía no hay ni siquiera una cifra definitiva de víctimas mortales y los vecinos de las 69 poblaciones afectadas por una DANAque ha asolado la provincia de Valencia siguen deseando despertar de la pesadilla, el análisis de los hechos para apuntar hacia un único responsable de la catástrofe se sucede día tras día.

La consejera de Justicia e Interior de la Generalitat valenciana, Salomé Pradas, salió ayer a responder a algunas informaciones que apuntan a que fue la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, la que la llamó en varias ocasiones para decirle que activara a la UME. En estas conversaciones, al parecer, le estaría advirtiendo también de la necesidad de tomar medidas urgentes.

Pradas dio varias claves de la cronología del día 29 de octubre durante una entrevista en À Punt. La consejera aportó ayer un dato que había pasado desapercibido hasta el momento. Fue el alcalde de Utiel, el popular Ricardo Gabaldón, el que le llamó a las dos de la tarde para informarle la preocupante situación del río Magro, que se estaba desbordando.

«Ni la delegada del Gobierno, ni la Aemet, ni la Confederación Hidrográfica del Júcar dieron ningún aviso sobre lo que estaba ocurriendo allí». Pradas afirma que sí se producen varias conversaciones, pero nunca para alentarla a que se tomara ninguna medida adicional. La primera comunicación entre ambas se produce a las 12:23. Hablan sobre la situación provocada por las lluvias en la provincia de Valencia, y acuerdan seguir en contacto ante cualquier evolución. La consejera le dice a la delegada que se va a reunir de forma inmediata con todo su equipo de emergencias en el Centro de Coordinación de L’ Eliana (Valencia).

A las 12:48 horas vuelven a mantener una conversación telefónica. Pradas, precisan desde la Generalitat, ya está con su equipo de emergencias y la consellera traslada a la delegada la preocupación que hay por la situación que hay en la población de Carlet, adonde se desplaza ella misma. Pasadas las 14 horas, Pradas comunica a Bernabé que necesita la intervención de la UME por situación de Utiel. A las 15 horas se solicita de manera formal la incorporación del Ejército. Pradas detalla que pese a que el Cecopi está constituido presencialmente no hay ningún representante ni de la CHJ ni de la Delegación del Gobierno y recuerda que las comunicaciones se hicieron muy complicadas debido al temporal que está arrasando ya Valencia.

No será hasta las 19.30 horas cuando Pradas volverá a hablara con algún representante del Gobierno. Al otro lado del teléfono está el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, que le advierte de que no se puede asegurar que la presa de Forata vaya a aguantar el elevadísimo caudal del agua.

La polémica Es-Alert

Está en situación de alerta 3, la máxima posible. Es entonces cuando, según cuenta Pradas, se decide utilizar el sistema ES-Alert. Admitió que ella no conocía este mecanismo y explica que actualmente no hay ningún protocolo para ponerlo en marcha, puesto que está pendiente de aprobación por parte de la Comisión Nacional de Protección Civil.

Finalmente, la presa de Forata resistió, lo que hubiese podido pasar si acaba rompiéndose hubiese sido «apocalíptico».

Apunta además a que la CHJ desatendió la situación del barranco del Poyo, pues no es hasta las 18:46 cuando vuelven a recibir datos del caudal de este punto, que ya llevaba 1.686 metros cúbicos por segundo.

Pradas defendió ayer las decisiones tomadas desde el Centro de Coordinación de Emergencias e instó a la delegada del Gobierno a aclarar por qué no tomó ella sus propias decisiones si sabía que la situación era tan grave. Insiste en que puede hacerlo si lo cree conveniente.

Por su parte, la delegada del Gobierno optó por no hacer declaraciones sobre las informaciones que desvelan el contenido de sus conversaciones con Pradas. «No voy a perder ni un minuto a explicar nada de lo que ocurrió ese día. Este momento ya llegará».

La socialista recordó que todavía se está el «nivel 2» y existe una emergencia «de dimensiones descomunales», por lo que cree que habrá tiempo para hablar de lo que hizo cada Administración ese día. «Cada uno sabe la responsabilidad que tiene». Criticó a aquellos que hayan optado por esta actitud, «es fallarle a la ciudadanía».

La Confederación "informa y toma medidas"

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) es la encargada de vigilar y controlar el estado de los embalses y también el caudal de los ríos que se encuentran dentro de su demarcación. Para ello, dispone de sistemas de medición. Según aseguraron ayer fuentes oficiales de este organismo, su labor no termina ahí. Es decir, en el peor de los escenarios posibles, como puede ser la rotura de la presa, debe comunicarlo al centro de Coordinación de Emergencias a través del 112, a la Dirección general del Agua, Subdelegación del Gobierno, y después «aplicar medidas».