Cargando...

DANA

Hallan un mes después el cuerpo del padre del niño de 4 años arrastrado por la riada en Sot de Chera (Valencia)

El cadáver del pequeño fue hallada el 1 de noviembre, poco después de la DANA

Recorrido por los 30 días de la Dana en cifras J.J. GUILLÉNEFE

La tristeza es infinita. Cada día el goteo de malas noticas es incesante. Ayer su supo, tal y como adelantó Las Provincias, que la víctima número 222 de la DANA, hallada el pasado lunes en la localidad valenciana de Villamarxant, es Javier, el padre del niño de 4 años que fue hallado muerto el 1 de noviembre, dos días después de la tragedia, en Sot de Chera, localidad en la que residían.

Al parecer, el niño intentaba ver desde una ventana cuál era la situación cuando llegó una avenida de agua y parte de la estructura de la vivienda se derrumbó y cayó al agua, tras lo que la finca colapsó y sepultó al padre.

El drama de la catástrofe se agranda de este modo en la comarca de Los Serranos, en el pequeño municipio de menos de 500 habitantes. Fue en la zona de la Fuente de Santa María a consecuencia del derrumbe de una finca de cuatro alturas. El menor falleció y su padre fue arrastrado por el agua.

Según explica Las Provincias, tanto la madre como otra hija de la familia estaban fuera de la vivienda cuando sobrevino la fatalidad, por lo que resultaron ilesas. El niño y su padre estaban asomados por la ventana en la finca y se convirtieron en víctimas.

El cadáver del niño fue recuperado entre los escombros y lo llevaron a la iglesia del municipio hasta que se hizo el levantamiento, mientras que se sigue buscando a su padre, aunque se temen que haya fallecido también.

La localidad, en la que residen unos 300 habitantes, vivió la noche del 29 de octubre dos grandes avenidas de agua, debido a las lluvias torrenciales y al desbordamiento de la cercana presa del pantano de Busot, y ha reubicado en la parte alta de la población de manera preventiva a unas 12 o 13 personas de la parte baja.

Sot de Chera quedó devastado. Hubo otras casas con derrumbres, pero sin víctimas. Las aguas desbocadas empujaron medio centenar de coches y derrumbaron dos merenderos. El pueblo se quedó sin luz y sin agua y la fuerza del río arrancó de cuajo el sistema de tuberías.