Tribunales
Once zombis de Imelsa y de Ciegsa reconocen que no iban a trabajar y que todo era “un paripé”
Uno de los imputados admite los hechos pero dice que él sí que acudía a trabajar a Ciegsa
El turno de declaraciones de los once acusados de la causa de los zombis de Imelsa que han admitido los hechos después de un acuerdo con el Ministerio Fiscal, ha comenzado esta mañana en la Audiencia de Valencia.
José Estarlich ha sido el primero en reconocer los hechos y ha dicho que fue contratado para trabajar en Imelsa: “trabajé cuatro meses, era una pantomima que teníamos montada y cobré por ello 14.000 euros. Era una pantomima para tener más tiempo para mis gestiones y las de Marcos Benavent”. Estarlich atravesaba un mal momento económico y Benevant le echó una mano de este modo.
Por su parte, Miguel Ángel Mullor Domènech, exfutbolista del Olimpic de Xàtiva ha dicho que cuando él jugaba el presidente era Alfonso Rus “que me contrató para trabajar en Imelsa y así dejé de cobrar del club”. Ha explicado que el contrato “era para asesor a Isidro Prieto, pero no lo conozco”.
El abogado Rus ha señalado que aportará documentación en la que se demuestra que siguió cobrando del equipo de fútbol.
El siguiente en declarar ha sido Raúl Ángel Balufo quien ha dicho que “no desarrollé ningún trabajo en Imelsa. Me contrató Emilio Llopis. Iba a ser su asesor, pero no le asesoréó nunca”. Este imputado ha devuelto 67.000 euros. A petición de la defensa de Llopis se le lee su declaración de 2017 en la que decía que le contrataron por su relación con Marcos Benavent. Balufo fue alcalde Cofrentes en 2017.
A continuación,el imputado Manuel Gómez Pérez ha reconocido que fue contratado para trabajar en Ciegsa. “Dí currículos a todos y también a Alfonso Rus porque me quedé sin trabajo a los sesenta años. Al poco tiempo me llamó Emilio Llopis y me dijo que me llamarían de Ciegsa para hacerme una entrevista. De donde me llamaban y me mandaban trabajo era de la sede del PP de Valencia. Trabajaba para el PP y cobraba de Ciegsa”. Gómez ha devuelto 10.000 euros.
Por su parte, Antonio Gil Monteagudo ha reconocido la veracidad de estos hechos y ha explicado que fue contratado como alto directivo en Ciegsa, pero no le dieron ningún poder. En aquel momento estaba de gerente Juan José de Andrés y de consejero, Máximo Caturla, según ha referido. Gil ha explicado que él sí que trabajó para Ciegsa y que acudía a todos los actos, primera piedra de colegios, visitar ayuntamientos. mirar las necesidades de los municipios en materia de educación. Y ha dicho que coincidía en la sede de Ciegsa con Manuel Barranca del que ha destacado su carácter irascible, y también con Juan Sanchís y Manuel Gómez.
Tras un pequeño receso, la abogada del acusado ha pedido que se repita la declaración porque su cliente ha entendido que se le preguntaba por hechos concretos de Ciegsa y no por el contexto.
El Tribunal ha accedido excepcionalmente entendiendo y ha apuntado la posibilidad de que lo declarado anteriormente no hubiera cumplido las expectativas de la Fiscalía en el acuerdo alcanzado, “algo que no compete al Tribunal”.
En su “segunda declaración” ha aclarado que “he trabajado en Ciegsa al principio, un año o año y medio, luego trabajaba en el Partido Popular” y seguía instrucciones de “Ricardo Costa o de algunos de los que había allí”.
Eva Luisa Sarrión, que ha sido la siguiente imputada en declarar, ha explicado que fue contratada en Imelsa, por Marcos Benavent pero que nunca trabajó en Imelsa, y que ha devuelto todo el dinero.
José Adolfo Vedri ha dicho que “Imelsa debía una serie de trabajos para La Gráfica (su empresa) que no había pagado y le pedí a Benavent que me resolviera el pago de las facturas y la solución que se me dio fue el importe de las nóminas de cuatro meses de dos trabajadores”. Vedri ha devuelto la totalidad del pago de esas nóminas.
Óscar Pavón Puertas es uno de los trabajadores de La Gráfica que firmó contrato con Imelsa y ha reconocido que esa posibilidad se la ofreció Vedri.
Salvador Tormo fue el otro trabajador contratado por Imelsa para trabajar en La Gráfica y de esto modo compensar la deuda de Imelsa con esta empresa.
Raúl Pardós, otro de los imputados que ha conformado la confesión con la Fiscalía, ha admitido que firmó dos certificados diciendo que Francisco Cañizares era consejero suyo en Imelsa en 2015. En un principio se negó a firmarlos porque era un asesor que venía del consejero anterior y ha dicho que sí que era consciente que “este señor no trabajaba para mí en el grupo socialista”.
El imputado Juan Sanchís ha reconocido que suscribió un contrato de alta dirección con la empresa Ciegsa. No efectuó las labores pero cobró por ellas y le contrató Máximo Caturla.
El abogado de Caturla ha pedido que se le leyera una declaración contradictoria que prestó en instrucción en el que decía que se encargaba de los pueblos del sur de Valencia y norte de Alicante y que trabajaba dos o tres días en los pueblos y otros dos o tres en Valencia, y ha explicado que “yo declaré todo eso porque tenía una abogado que me incitó a que dijera todo eso. Pero eso no es verdad, la verdad es la que estoy diciendo ahora”. También ha admitido que mintió en sede parlamentaria.
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