Espacio
Un meteorito hallado en un cajón aporta un dato revelador sobre la posibilidad de vivir en Marte
Este fragmento de apenas 5 centímetros ha revelado evidencias de agua líquida en el planeta rojo hace menos de mil millones de años
Un meteorito olvidado en un cajón de la Universidad de Purdue desde 1931 podría contener una clave crucial para entender la historia de Marte. Conocido como Lafayette, este pequeño fragmento de roca espacial de apenas 5 centímetros de largo ha revelado evidencias de agua líquida en Marte hace 742 millones de años. Este hallazgo, publicado en Geochemical Perspectives Letters, subraya la posibilidad de que el agua marciana no solo existió en el pasado remoto, sino que también pudo estar vinculada a procesos geológicos aún activos en el planeta rojo.
El meteorito fue identificado como marciano en los años 80, cuando los gases atrapados en su interior se compararon con la atmósfera de Marte, medida por los módulos Viking de la NASA. Sin embargo, el momento en el que los minerales de la roca interactuaron con agua líquida permaneció incierto durante décadas. Ahora, gracias a un análisis detallado de los isótopos de argón en el meteorito, los investigadores han podido precisar que esta interacción ocurrió hace menos de mil millones de años, un período en el que la superficie de Marte era considerada demasiado fría y seca para sustentar agua líquida.
Según Marissa Tremblay, autora principal del estudio y profesora de la Universidad de Purdue, el agua probablemente provenía del deshielo subterráneo. Este deshielo habría sido causado por actividad magmática, un proceso que, según los expertos, aún podría ocurrir esporádicamente en Marte. Este descubrimiento refuerza la idea de que el planeta ha experimentado períodos de actividad geotérmica mucho más recientes de lo que se pensaba, lo que podría tener implicaciones significativas para la búsqueda de vida microbiana en el subsuelo marciano.
El meteorito Lafayette fue expulsado de Marte hace aproximadamente 11 millones de años. Su viaje por el espacio, el paso por la atmósfera terrestre y su impacto en nuestro planeta no alteraron la evidencia de su interacción con agua líquida. Aunque no se sabe exactamente cuándo llegó a la Tierra, un informe de 2022 sugiere que podría haber aterrizado en 1919, basándose en rastros de un hongo agrícola en su superficie y el relato de un estudiante que afirmó haber visto el impacto del meteorito mientras pescaba.
Más allá de confirmar la presencia de agua líquida en Marte en un tiempo más reciente del que se creía, este estudio ofrece una metodología aplicable a otros meteoritos. Según Tremblay, los mismos procedimientos podrían utilizarse para analizar muestras de otros cuerpos celestes, como asteroides, lunas o incluso futuros fragmentos traídos directamente de Marte por misiones espaciales.