Medicina

Científicos demuestran cómo afecta la microbiota intestinal a tu nivel de estrés

Un nuevo artículo revela por primera vez el mecanismo que vincula a las bacterias de tu intestino con tu cerebro y, en concreto, con el estrés

Fotografía de Nueva investigación realizada por el Prof. John Cryan, el Dr. Gabriel Tofani y colaboradores de APC Microbiome Ireland, con sede en University College Cork, ha revelado el papel vital que desempeña el microbioma intestinal en la regulación de las respuestas al estrés mediante su interacción con el reloj circadiano del cuerpo.
Nueva investigación realizada por el Prof. John Cryan, el Dr. Gabriel Tofani y colaboradores de APC Microbiome Ireland, con sede en University College Cork, ha revelado el papel vital que desempeña el microbioma intestinal en la regulación de las respuestas al estrés mediante su interacción con el reloj circadiano del cuerpo.Gerard McCarthyEurekalert

Es posible que hayas oído hablar sobre el microbioma intestinal, la microbiota intestinal o, como le mal llamábamos antes, la flora intestinal que tantos yogures prometían cuidar. Por desgracia, debo decirte que la mayor parte de afirmaciones que habrás escuchado son falsas o, en el mejor de los casos, pura especulación. Porque la microbiota está de moda, tanto fuera de la ciencia como dentro. Y es que, sin duda, los microorganismos de nuestro intestino son claves para comprender muchas de nuestras enfermedades, incluso aquellas que no están directamente relacionadas con el intestino, pero, por ejemplo: a pesar de que hablábamos del vínculo entre el intestino y el cerebro no se había encontrado el mecanismo exacto que permitía al intestino afectar al cerebro… hasta ahora.

Un estudio publicado por la revista Cell Metabolism revela de qué manera concreta influye el microbioma en nuestra salud mental, confirmando la relación que ya habían sugerido otros estudios. La clave, al parecer, está en el cortisol (y otros glucocorticoides), no en la dichosa serotonina. Reducir una constelación de síntomas a una única culpable molecular es un error, eso está claro. Nuestro interior es una tormenta de sustancias y vivimos inmersos en un contexto, pero es cierto que, en ocasiones, una sustancia destaca y nos condiciona lo bastante como para considerarla especialmente culpable. Algunas voces populares decían que las bacterias de tu intestino producen el 95% de la serotonina de tu cuerpo, pero ya sabíamos que esa molécula que algunos se empeñan en llamar “la hormona de la felicidad” (sin ser ella nada de eso), no es capaz de atravesar las barreras que rodean a nuestro cerebro, por lo que no podía explicar ningún efecto directo.

La clave está en el estrés

En nuestro cuerpo, dos estructuras de nuestro cerebro y una glándula sobre los riñones forman el llamado “eje hipotalámico-hipofisario-adrenal” que, entre otras muchas cosas, controla la producción de cortisol por parte de esas últimas glándulas, las adrenales. Estos glucocorticoides, hasta donde sabemos, están muy vinculados con las reacciones de estrés y es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica que separa nuestro cerebro del resto del cuerpo. Una vez allí, en nuestro sistema nervioso, es capaz de actuar sobre estructuras relacionadas con la memoria, la atención, etc. Y, según este estudio, ahí es donde interfiere la microbiota, concretamente alterando los ritmos normales de producción del glucocorticoides, que fluctúan regularmente entre el día y la noche.

Así lo cuenta el Doctor John Cryan, que es uno de los investigador de este estudio, Profesor en University College Cork y miembro del APC Microbiome Ireland: “Nuestra investigación ha revelado un vínculo importante entre el microbioma intestinal y cómo el cerebro responde al estrés de una manera específica según la hora del día. El microbioma intestinal no solo regula la digestión y el metabolismo; también juega un papel fundamental en nuestra reacción al estrés, y esta regulación sigue un ritmo circadiano preciso. Estos hallazgos subrayan la importancia de mantener un microbioma saludable, especialmente para aquellos que viven en el entorno estresante y acelerado de hoy en día.”

Nuevas oportunidades

Y es que las aplicaciones pueden ser muy interesantes. En palabras del profesor Paul Ross, Director de APC Microbiome Ireland, University College Cork, “Este estudio es un avance significativo en nuestra comprensión de cómo el microbioma influye en nuestra salud mental. En el APC, estamos comprometidos con desentrañar las múltiples formas en que nuestro microbioma intestinal impacta en la salud humana, y esta investigación proporciona una visión crucial sobre cómo el enfoque en bacterias específicas podría ayudar a manejar o incluso prevenir condiciones relacionadas con el estrés. La posibilidad de mejorar la salud mental a través de intervenciones basadas en el microbioma es muy real, y este estudio nos acerca un paso más a ese objetivo.”

De hecho, el equipo confirmó mediante trasplante de microorganismos que las oscilaciones diurnas del microbioma son fundamentales para la secreción de hormonas del estrés, pasando del plano teórico a una comprobación práctica. Los trasplantes fecales que tan en boga están, por ejemplo, podrían ser interesantes en este tipo de situaciones. Concretamente, han experimentado con la cepa Limosilactobacillus reuteri, demostrando que es especialmente clave para la regulación de los glucocorticoides.

El Doctor Gabriel Tofani, coautor del estudio e investigador en APC Microbiome Ireland, University College Cork, insiste en la importancia a corto y largo plazo de una investigación así. “Nuestros hallazgos subrayan la importancia no solo de la composición del microbioma intestinal, sino también de cómo los microbios intestinales cambian a lo largo del día. Al demostrar que las bacterias intestinales influyen en cómo el cuerpo maneja el estrés durante el día, estamos ayudando a comprender los mecanismos mediante los cuales el microbioma da forma a nuestras respuestas al entorno que nos rodea. Nuestro trabajo también demuestra que explorar esta relación entre el microbioma intestinal y los ritmos circadianos será clave en el desarrollo de terapias basadas en el microbioma para los trastornos relacionados con el estrés en el futuro.”

Si se sigue avanzando en esta dirección, en unos años, puede que el abordaje de un trastorno de ansiedad generalizada, una depresión menor o el insomnio no sea solo psicoterapia o psicofármacos, sino también un tratamiento relacionado con la microbiota.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Tu intestino no es tu segundo cerebro, ni el primero ni el tercero ni nada de eso porque simplemente no es un cerebro. La gran cantidad de neuronas que hay en él no significa que sea capaz de procesar información y, como hemos visto, la forma en que afecta a nuestro cerebro es similar a la forma en que ya afectaban algunas glándulas como, por ejemplo, las adrenal.

REFERENCIAS (MLA):

  • Gut Microbiota Regulates Stress Responsivity via the Circadian System." Cell Metabolism, vol. 36, no. 11, 5 Nov. 2024, doi:10.1016/j.cmet.2024.10.003