Salud
Adiós a los analgésicos convencionales: científicos revelan un método más seguro y no adictivo para aliviar el dolor
El estudio mostró resultados prometedores al mitigar el dolor agudo y el crónico sin los efectos adversos de los medicamentos actuales
Un equipo internacional de investigadores ha logrado un avance significativo en el tratamiento del dolor, al descubrir un mecanismo no adictivo basado en agua deuterada (D₂O). Este hallazgo, liderado por la Universidad Nacional de Singapur (NUS) en colaboración con la Universidad de Pekín.
Una alternativa prometedora a los analgésicos convencionales
El canal iónico TRPV1, conocido por su papel crucial en la percepción del dolor, ha sido el centro de un innovador estudio que podría cambiar la forma en que se trata el dolor. Los investigadores descubrieron que el agua deuterada puede modular este canal iónico, reduciendo de manera efectiva las señales de dolor sin generar los riesgos de adicción asociados con los analgésicos tradicionales.
El tratamiento con D₂O mostró resultados prometedores en modelos preclínicos, al disminuir tanto el dolor inflamatorio agudo como el crónico, sin interferir con otras respuestas neurológicas. Estos hallazgos abren la puerta a una alternativa segura, biocompatible y altamente eficaz.
Tecnología avanzada para el seguimiento molecular
El estudio se destacó por el uso de una nanosonda innovadora, desarrollada bajo la dirección del profesor Xiaogang Liu del Departamento de Química de la NUS. Esta herramienta de conversión ascendente permitió a los científicos rastrear la dinámica del agua en tiempo real, diferenciando entre agua ordinaria (H₂O) y agua deuterada (D₂O).
“El mecanismo de analgesia mediado por solventes representa un avance innovador en el alivio del dolor, que potencialmente impulsa el desarrollo de terapias contra el dolor más seguras y no adictivas para uso clínico”, señaló el profesor Liu.
Los resultados del estudio se publicaron en la revista científica "Nature Biomedical Engineering". Según el equipo de investigación, sus próximos pasos incluyen explorar cómo el D₂O puede influir en otros canales iónicos y ampliar su aplicación a tratamientos para condiciones neurológicas y otros problemas médicos.
Este avance marca un paso importante hacia el desarrollo de terapias que mejoren la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo, mitigando el dolor sin los efectos adversos de los medicamentos actuales.