Mujeres famosas de la literatura universal

Cumple hoy, 8 de marzo, trazar un somero recuento de las figuras femeninas que han adquirido celebridad universal por su protagonismo literario.

Por las páginas de la Ilíada planea la sombra de Helena, esposa del rey griego Menelao, que, raptada por Paris, príncipe troyano, da lugar a la guerra y los combates de Aquiles y Héctor. En la Odisea, la fiel Penélope teje durante el día y desteje por la noche mientras aguarda el regreso de Ulises, asediado en su viaje por la hechicera Circe y la ninfa Calipso. En el teatro de Sófocles, Antígona se convierte en símbolo de la rebeldía contra el poder cuando desafía al rey Creonte, que había decretado que no se diese sepultura al cuerpo de Polinice, hermano de Antígona (un castigo terrible: el cuerpo era pasto de las aves y el alma de los insepultos estaba condenada a vagar eternamente sin reposo). Pero ella, desobedeciendo las órdenes del rey, entierra piadosamente el cadáver de su hermano, por lo que se la condena a ser enterrada viva en una cueva.

En la Eneida, Eneas es acogido en la ciudad de Cartago por la reina Dido, que se enamora locamente de él. Pero Eneas no puede escapar a su misión de fundar Roma y Dido, desesperada al verlo embarcar, se suicida.

En Las mil y una noches, Sherezade logra mantener el interés del rey contándole cada noche un cuento, que interrumpe justo al amanecer. De esta manera el rey, deseoso de saber cómo termina, va aplazando la ejecución de Sherezade, y cuando esta le dice que ya no tiene más cuentos que contar, la perdona y la convierte en su esposa.

El rey Arturo se casa con una hermosa doncella, Ginebra, de la que también se enamora uno de los caballeros de la Tabla Redonda, Lanzarote.

El amor legendario de Iseo (o Isolda) por Tristán, que surge al beber por equivocación los dos jóvenes un filtro mágico, termina trágicamente cuando Iseo expira sobre el cadáver de Tristán, que había muerto de dolor.

En la Divina Comedia, Dante recorre las nueve esferas del Paraíso guiado por su amada Beatriz.

El amor adolescente de Julieta por Romeo, enfrentado a las convenciones sociales por la rivalidad de dos familias de Verona, perdura también, como el de Tristán e Iseo, más allá de la muerte.

Jane Eyre, de familia pobre e institutriz, plasma la vida triste y gris de su creadora, Charlotte Brontë.

Madame Bovary, retrato de la mujer soñadora aprisionada en una sociedad mediocre y provinciana, sucumbe ante la imposibilidad de alcanzar sus ideales de felicidad.

Ana Karenina escandaliza con su conducta a los círculos sociales de San Petersburgo.

Y Molly Bloom, la mujer infiel de Leopold Bloom, el protagonista del Ulises de James Joyce, es la parodia moderna de la Penélope de Homero.