La ley trans catalana ofrecerá un mediador des de los 12 años si los padres rechazan el tratamiento

El Govern tiene listo y publicado el anteproyecto de la nueva ley trans, que, entre otras cosas, contempla que, entre los 12 y los 16 años, pueda haber una mediación si los padres del menor, de entrada, rechazan los tratamientos médicos para la transición.

Se inició ayer el proceso de audiencia pública para esta futura ley, que quiere hacer partícipe a la ciudadanía, a las entidades y a los colectivos no constituidos formalmente para identificar los principales estigmas y discriminaciones que sufren las personas transgénero en diferentes ámbitos de la sociedad. Una vez recogida la consulta –que se cierra el 9 de febrero– se hará el retorno de las alegaciones y el texto resultante pasará a deliberación del Consell Executiu. Después se enviará al Parlament para su debate y votación.

Con esta ley, a partir de los 12 años, la opinión de los adolescentes deberá ser «respetada» en los asuntos que conciernen a la atención sanitaria. De este modo, el Govern especifica que si la decisión del menor no es compartida por los padres– si estos rechazan los tratamientos– se podrá acudir a mediación.

La ley presentada por la conselleria de Igualdad y Feminismos, por otro lado, obligará a las administraciones a nombrar y tratar a las personas con el nombre y la identidad de género manifestada. A su vez, incorporará una tercera casilla con la opción de género no binario en los formularios y documentos oficiales.

Por otro lado, el Govern pretende elaborar un programa para atender a aquellas personas que hayan sido expulsadas de sus casas por su identidad y expresión de género. La ley obligará a los poderes públicos a facilitar el acceso a servicios de acogida temporal a las personas sin alternativa habitacional que estén en situación de violencia o riesgo de sufrirla.

Además, la norma reconoce el derecho a la prestación de la Renta Garantizada de Ciudadanía a los jóvenes trans de entre 18 y 23 años víctimas de violencia por su identidad de género (como puede ser haber sido expulsado de casa).

El anteproyecto también incluye avances en las competencias deportivas. El texto recoge que las personas trans o intersexuales –personas que nacen con variaciones de las características sexuales– competirán en las mismas condiciones que el resto de participantes de acuerdo con la identidad manifestada. Del mismo modo, la ley obliga a todas las instalaciones deportivas a garantizar el acceso a lavabos y vestuarios que correspondan a ese género.

La conselleria de Igualdad también ha querido adentrarse en la cuestión de las todavía existentes terapias de conversión. La ley pondrá sanciones, que pueden elevarse hasta los 500.000 euros, a la apología y práctica de terapias de conversión y aversión– aquellas que asocian un estímulo a una sensación desagradable–. Estos métodos se sancionarán incluso cuando estén consentidos por quien se somete a ellos o a su representante legal.