Cultura
La novela que indaga en el alma humana y en la violencia de la sociedad americana
Juan Solo prosigue en Valladolid con la promoción de "Los crímenes del carrusel", su quinta novela, en la que hace también un alegato del buen periodismo
El escritor madrileño Juan Solo prosigue con la promoción de su última novela "Los crímenes del carrusel", que este miércoles ha presentado en la céntrica y prestigiosa librería vallisoletana Oletvm.
Un libro, el quinto, en el que el también actor y humorista se ha embarcado en un apasionante thriller que transcurre de este a oeste de los Estados Unidos por lugares menos conocidos de esta gran nación, en los que aparecen personajes con una intrahistoria interesante por detrás que atrapará el lector y le mantendrá en vilo hasta el final.
Juan Solo conversa con LA RAZÓN momentos antes de que presente el libro en Oletvm para contar algunos de los entresijos de esta publicación que promete y mucho, y que está teniendo una gran acogida por los lectores en los pocos días que lleva a la venta.
Cuenta el autor que ha tardado cuatro años en escribir esta novela en los que ha estado en varias ocasiones en este país que le encanta, como reconoce a este periódico, para empaparse de la especial sociedad americana y poder trasladarlo en la novela.
"He visitado las grandes ciudades como Boston, Los Ángeles, San Francisco o Nueva York pero también otros sitios menos conocidos que no es la América rural que tenemos en mente del señor con un rifle sentado en el porche de su casa", señala el escritor, mientras explica que se trata de pueblos o pequeñas ciudades donde todo el mundo sabe de la vida de cada uno o no, y que es ahí donde está el meollo de la cuestión.
En este sentido, apunta que la sociedad americana es muy cerrada, de gente que se mete en casa a las seis y media de la tarde a cenar, que cierra la puerta y ya no tienes ni idea de lo que pasa dentro.
"Tienen menos tiempo de ocio compartido que nosotros en España y esos pueblos me parecen muy interesantes para mostrar en la novela esa otra América que nos puede resultar familiar por las películas pero de la que sabemos poco".
Si bien, Solo advierte de que existe una tercera América, formada por otras grandes ciudades y pequeñas poblaciones pero también por una naturaleza "que es tremenda" en esta nación.
Durante la novela, el autor no da respiro al lector al que muestra también una de las singularidades de la sociedad estadounidense: el caos y la violencia.
"La sociedad americana es violenta, sí", asegura Juan Solo a la pregunta de este periódico. Y lo es, explica, por ser un país con una historia aún muy corta en la que al principio de sus días tenían que defenderse a tiros de los indios o de los forajidos y ese carácter ha quedado impregnado en ellos.
Y cuenta como anécdota que tiene un amigo cuyo abuelo llegó a batirse en un duelo a finales del siglo XIX con otra persona que quería matarle. "Es una sociedad acostumbrada a resolver las cosas por sí mismos" apunta.
Pero también es una sociedad violenta, dice, por la facilidad que tienen para acceder a las armas. "En EEUU entras en un supermercado a comprar y puedes hacerte con unas manzanas, masa para hacer gofres y una AK-47", afirma.
Personajes atípicos
Como decíamos al principio, "Los crímenes del carrusel" es una historia protagonizada por varios personajes especiales, seis o siete, que entrecruzan sus historias aunque todos juntos son importantes en la trama. Son personajes un tanto atípicos a quienes el autor somete a situaciones complejas para ver como actúan. "Creo que es bueno mostrar siempre algo nuevo que no hayamos visto y me gusta que sufran", asegura.
Enfermedad mental
La trama es compleja y profunda, girando en torno a un escritor que se ve envuelto en una serie de crímenes que lo obligan a enfrentar sus propios demonios internos. La enfermedad mental está presente en Sebastian Walker, el protagonista, una persona con una infancia trágica y complicada, por cuanto su madre le abandonó y su padre se suicidó. Sucesos que le torturan y marcan su comportamiento hacia los demás y su forma de vivir, relacionarse e incluso su forma de escribir.
Si bien, el autor señala que no es una novela sobre la enfermedad mental aunque sí que ha querido visibilizar con respeto el día a día de una persona con un trastorno mental grave.
"Lo que me importaba era reflejar no la enfermedad mental en sí sino los efectos que provoca en la persona que la sufre", apunta el escritor, mientras avisa al lector que lea su novela que a buen seguro que empatizará con el protagonista por su existencia solitaria o la falta de aceptación que sufre del resto de los mortales.
"No podemos preguntar a cada persona con un trastorno mental qué le pasa pero sí que puede servir esta novela para concienciar a la sociedad de que hay muchas personas que sufren en silencio".
Alegato del buen periodismo
Como buen thriller americano que se precie, en esta historia no falta ni el jefe de la Policía, ni el FBI ni tampoco la prensa, con una joven periodista con ambición y ganas de contar la verdad en la cadena de televisión en la que trabaja, como protagonista.
"He querido hacer un guiño al buen y audaz periodismo que busca la verdad por encima de cualquier cosa y caiga quien caiga", apunta Juna Solo, mientras explica que la trama no se entendería si la contara solo ella, solo la policía o solo el escritor protagonista, ya que son los relatos de todo ellos juntos los que permiten que el taburete se sostenga.
Atmósfera de terror
Como anécdota, el escritor cuenta que durante uno de sus viajes para conocer lugares donde ambientar la novela, le sucedió algo que le impresionó y que también ha querido plasmar en el libro.
Cuenta que durante un viaje a California, en el pequeño pueblo de Free Rivers, que inspiró el escenario de su historia, el escritor se vio inmerso situación inesperada que le dejó huella. En un motel apartado donde se hospedaba con su mujer pero en el que no daban de cenar, quisieron salir a un restaurante cercano a comer algo pero el dueño del motel salió corriendo tras ellos para advertirles que ni se les ocurriera salir por la zona porque había osos, Tras recibir esta advertencia, observó un cartel que indicaba la presencia de osos a varias millas de distancia.
"Si no lo vives de cerca no te lo crees porque en ese momento se creó dentro de mi una atmósfera de terror que es la que querido plasmar en la novela", afirma, al tiempo que recuerda que al día siguiente cuando fueron a visitar el parque de las secuoyas, aunque no vio ningún oso, no dejó de pensar que en cualquier momento aparecería uno.
Finalmente, reivindica la novela negra y el buen momento que vive por su capacidad de enganchar a la gente.
"El ser humano es curioso y cotilla de por sí, y cuando el drama es seguro nos gusta mirar porque el morbo puede con nosotros", asegura el también autor de "El hombre sin brazos", de "Una muerte improvisada"; "La mano del verdugo" o "La cabeza de la serpiente", sus cuatro novelas anteriores.
Juan Solo espera y desea que siga teniendo una gran acogida esta novela, pero, sobre todo, que el lector encuentre en ella una historia que le enganche de principio a fin. Y avisa a quienes no la hayan leído, que el final les asombrará, y que ese será su regalo.
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