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Estos son los pueblos medievales más bonitos de España según National Geographic

Nunca fue más sencillo viajar en el tiempo

Puebla de Sanabria es uno de los municipios más emblemáticos de esta comarca zamorana, a un paso del espectacular Lago de Sanabria/Reportaje gráfico: patronato de Turismo de Zamora
Puebla de Sanabria larazon

España tiene mucho encanto. Y sus pueblos medievales mucho más. Su patrimonio cultural, su riqueza histórica y su gastronomía hacen, que con la llegada de las temperaturas primaverales que están haciendo estos días, que viajar por estos rincones sea una oportunidad única para conocer más a fondo algunos de los parajes más bellos de nuestro país. Y es que sus singulares estructuras convierten su visita en la forma más sencilla para viajar en el tiempo.

Se tratan de conjuntos históricos amuralladas, plazas empedradas, iglesias bellísimas y muros que pueden narrar la historia de España. Y los pueblos más bellos de estas características para la revista de National Geographic. El número 1 para la publicación es de Castilla y León, más concretamente de la provincia de Zamora. Se trata de Puebla de Sanabria, capital de la comarca zamorana de Sanabria, con poco más de 1.400 habitantes, y en la zona limítrofe con Portugal, Galicia y la provincia de León.

El casco urbano de Puebla se encuentra en un territorio al que la naturaleza ha dotado de especiales características defensivas, modeladas a lo largo de los siglos por el arroyo Ferrera y los ríos Tera y Castro, que la han dotado de su especial fisonomía de espigón. Además, su ubicación estratégica junto a la frontera con Portugal, hizo que esta plaza fuera desde antiguo una villa aforada, fortificada y amurallada, con un notable protagonismo en la formación histórica del territorio que la rodea.

La localidad, declarada Conjunto Histórico-Artístico, prosperó en la Edad Media como un enclave estratégico, con un Castillo, que en la actualidad se trata de los recintos fortificados mejor conservados de la provincia de Zamora. Además participó de manera principal y directa en las guerras de Portugal que tuvieron lugar durante el siglo XVII, sufriendo durante ellas un deterioro considerable. En su casco histórico sobresale la Torre del Homenaje que alberga la Casa de la Cultura, un biblioteca y un pequeño museo. A su alrededor se pueden visitar la anexa ermita barroca de San Cayetano y la iglesia de Nuestra Señora del Azogue, de origen románico. En el municipio la vida gira alrededor de la Plaza Mayor, presidida por emblemático edificio del siglo XV en el que en estos momentos está situado el Ayuntamiento.

Uno de los atractivos más importantes no sólo de Puebla de Sanabria sino también de toda la comarca de Sanabria es su espléndida gastronomía basada en productos autóctonos de calidad. De las huertas generosas que forman parte de nuestro paisaje se obtienen los habones y las berzas que llenan ollas Sanabresas, siendo la base del caldo Sanabrés o caldo de berzas.

El pulpo a la Sanabresa, muy similar al de nuestros vecinos gallegos, forma parte de la tradición culinaria de la comarca, desde antiguo, siendo típico en las romerías. La trucha de nuestros ríos y el bacalao comparten un lugar de honor en los fogones Sanabreses. De un producto básico como es el pan nacen los farinatos, mezclado con lo mejor de las carnes de la comarca. Carnes de vacuno criadas de forma natural en los pastos de las sierras sanabresas, de las que podemos degustar la chuleta y el chuletón. Delicias de cerdo que en otros tiempos fueron la despensa invernal dando lugar a los chorizos, el mondejo y los sisos o picadillo, ingrediente principal de uno de los guisos más populares: los sisos con cachelos.

En los prados, en los linderos de los caminos y en los pinares de la Comarca se recogen gran cantidad de setas entre las que destaca por su calidad el Boletus Edulis de los pinares y la Macrolepiota Procera, popularmente conocida como “cucurril”, apreciada por su alto valor culinario. De las aguas frías y cristalinas de los regatos y riachuelos nacen las preciadas “morujas” presentadas en típicas ensaladas. Entre los postres más característicos, figuran las rosquillas asadas de sartén, las manzanas asadas, así como las torrijas y los buñuelos, dulces tradicionales de la Cuaresma, la lecha frita y el arroz con leche.

En el segundo lugar se encuentra Castro de Caldelas, en la provincia de Orense, dominada por un imponente Castillo, que está rodeado por un caserío de piedra en el que abundan las casas encaladas y los rincones con galerías y corredores abovedados. De su conjunto histórico, declarado conjunto histórico artístico en 1998, destaca su Cima de Vila, calles empedradas y serpenteantes que suben a la fortaleza, que cuenta con un buen estado de conservación de la Torre del Reloj, la Torre del Homenaje y el patio de armas.

Esta localidad, situada en el corazón de la Ribera Sacra, está catalogada como uno de los pueblos más bonitos de España, también cuenta con el bello Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, construido en la primera mitad del siglo XIX. Su estilo es neoclásico, destacando las dos torres que flanquean la entrada principal. Otro edificio de relevancia es la Iglesia de Santa Isabel, y otro de los reclamos son los "Bosques Mágicos", que con rutas de senderismo que parten desde la Plaza del Padro y se adentran en los frondosos bosques que rodean Castro Caldelas.

El podio lo completa la localidad burgalesa de Frías, que con su estampa de aldea medieval a los pies de un original castillo, es uno de los pueblos con más personalidad, no solo de la provincia de Burgos, sino de toda España. Además, cuenta con el título de ser la ciudad más pequeña de nuestro país, cuya población no alcanza los 300 habitantes.

Su Castillo, edificado entre los siglos XII y XV con una original torre del homenaje, ofrece unas vistas increíbles de la ciudad y el Valle de Tobalina. Encaramado sobre el peñasco de La Muela, el fuerte desnivel impuso el particular trazado de calles y edificios que hace de Frías la villa que es, con un bonito conjunto de casas colgantes. Pasear por su casco histórico, con interesantes ejemplos artísticos de iglesias, es asombrarse una y otra vez con un edificio, una plaza, unos soportales, una balconada.

Localidad burgalesa de Frías
Localidad burgalesa de FríasPhotographer:Vicsaizo

Otros monumentos de interés son “Las Casas Colgadas”, “Las Puertas y el Recinto Amurallado”, “La Iglesia de San Vitores”, “La Cascada del Río Molinar”, “La Ermita de Nuestra Señora de la Hoz”, “El Lavadero Medieval”, “El Convento de San Francisco” y “La Iglesia de San Vicente”.

En cuarto lugar se encuentra la localidad soriana de Calatañazor, una villa que parece haber sido olvidada por la evolución histórica, se alza en la cima de una roca que domina la vega del río Milanos. Villa de intensa historia fronteriza, en un entorno privilegiado de bellos espacios naturales, que tiene su máximo exponente en su sabinar, uno de los bosques de sabinas mejor conservados del planeta.

Sus empinadas calles de trazado medieval y sus humildes casas fabricadas con entramado de madera de sabina, encestado de ramas con barro, adobe o en el mejor caso de ladrillo, configuran el aspecto medieval formando un conjunto armónico de gran belleza. En los alrededores se localizan los restos de Voluce, asentamiento celtibérico cargado de historia y de leyenda. Del antiguo castillo se conserva un lienzo y la cimentación de las paredes del patio de armas. Desde él se puede contemplar la extensa llanura hoy llamada «Valle de la Sangre». Además de su casco urbano destaca la iglesia románica de Nuestra Señora del Castillo, así como la ermita de la Soledad, también románica con puerta sin tímpano.

Castillo de Calatañazor
Castillo de CalatañazorDiputación Soria

La localidad comparte gastronomía tradicional con el resto de la provincia soriana, una comida contundente que calme el frío que arrecia durante el invierno. Son típicos los entrantes con setas, la sopa castellana, el queso o la morcilla dulce de Soria. Por su parte entre los platos principales los reyes son los asados castellanos, pueden ser de cordero o cochinillo, pero en cualquier caso son exquisitos, así como los torrezno. También es destacable la caldereta, las migas pastoriles o los platos de caza...

Para maridar esta excelente comida, nada mejor que un vino con Denominación de Origen Ribera del Duero. Los postres típicos ponen el dulce broche final, como es el caso de las rosquillas, empiñonados o sobadillos.

Además, hay otro municipio de Castilla y León situado en el puesto altos de la clasificación, más concretamente en el sexto lugar, es la localidad segoviana de Cuéllar que atesora un rico patrimonio monumental, en el que destaca su Castillo y sus tramos de murallas.

La fortaleza aparece documentada en 1306 y se conoce como el castillo de los Duques de Alburquerque, declarado Monumento Artístico Nacional en 1931. Don Beltrán de la Cueva, primer Duque de Alburquerque, fue nombrado señor de Cuéllar por Enrique IV en 1464.

Sobre una edifición primitiva se construyó una fortaleza rectangular en estilo gótico con torreones en sus ángulos. En la fachada sur se levanta una galería renacentista sostenida por ménsulas y bajo ella, se abre un balcón que pertenecía al comedor y un ventanal de la sala de recepción. A lo largo de su historia, la fortificación ha tenido diferentes usos. Así, fue cuartel general de Lord Wellington y refugio del general Hugo durante la Guerra de la Independencia, sufriendo el saqueo de las tropas napoleónicas.

La localidad segoviana también cuenta con numerosos templos mudéjares, así como iglesias y conventos como la de San Martín, templo del siglo XII; el de San Andrés y San Esteban, del siglo XIII, y en su Plaza Mayor se alza el Ayuntamiento y la iglesia de San Miguel, con retablos barrocos en su interior.