
Turismo
Escapada primaveral por uno de los paraísos naturales de España
Sus impresionantes cañones y desfiladeros esculpidos a lo largo de los siglos por los ríos Ebro y Rudrón se han convertido en paradigma del modelado kárstico

Este fin de semana que se avecina se estrena la primavera, la época del año más especial que anuncia la llegada del buen tiempo y la explosión de color en la naturaleza, que recupera su esplendor. Un época que invita a las escapadas para desconectar del mundanal ruido del día a día.
Desde estas líneas turísticas de los viernes en LA RAZÓN queremos acercar al lector y probable viajero una de las zonas más bonitas de España, un paraíso natural que se se ubica en la preciosa provincia de Burgos, concretamente en su noroeste, por si tiene a bien apuntarla en su cauderno de bitácora. un lugar que el amante de la naturaleza ha de visitar y conocer a fondo al menos una vez en la vida: el Parque Natural Hoces del Alto Ebro y Rudrón, donde sobresalen sus impresionantes cañones y desfiladeros esculpidos a lo largo de los siglos por los ríos Ebro y Rudrón y que pueden alcanzar más de cien metros de profundidad, sin olvidar otros elementos como surgencias, resurgencias, relieves ruiniformes..., que hacen de este entorno un paradigma del modelado kárstico.
Una zona con un paisaje que cautiva que contrasta con los extensos páramos casi llanos situados a mayor altitud, en los que la perspectiva se abre en amplios horizontes, en la que destaca su diversidad y el excelente estado de conservación de las masas arbóreas donde conviven especies mediterráneas como el quejigo, la encina, los rebolloso los arces con otras atlánticas como el haya y con excelentes bosques de ribera, formadas por sauces, chopos y alisos, pero tmabién especies animales asociadas a medios fluviales con notables paredes verticales realzan el interés por la conservación del área entre las que destacan las aves rapaces rupícolas como el águila real, buitre leonado, águila perdicera, búho real, alimoche, halcón peregrino. También es un lugar donde abundan los anfibios, clos reptiles y mamíferos como el tejón, la nutria o el desmán de los Pirineos.
Este espacio natural protegido, que abarca los municipios de Tubilla del Agua y Valle de Sedano y parte de los municipios de Sargentes de la Lora, Los Altos, Valle de Zamanzas y Valle de Manzanedo, está considerado como uno de los de mayor valor ecológico de toda la Península Ibérica.

Dentro de este parque natural se encuentra Pozo Azul con sus enigmáticas galerías subacuáticas y que, salvando las distancias, es conocida como el "Everest" para los que se dedican a esta arriesgada actividad de bucear por lugares inimaginables. Una pequeña calita o laguna a simple vista que vierte sus frías aguas al río Rudrón, de un color azul turquesa que impresiona y de tan solo unos ocho metros de diámetro en superficie y diez metros de profundidad.
Hasta el momento se han recorrido y explorado 14 kilómetros de túnel en las numerosas expediciones realizadas, la mayoría por espeleobuceadores holandeses, británicos y españoles que han conseguido descubrir numerosos sifones o zonas sumergidas en agua, galerías o burbujas de aire donde hay instalados campos base para el descanso y poder seguir investigando.
Otro de los lugares con encanto en esta zona que hay que conocer es Fuente de Orbaneja con su impresionante cascada, así como el mirador del Cañón del Ebro desde donde contemplar la majestuosidad de la hoz tallada por el río y disfruta de la intimidad con la tierra en el desfiladero de Las Calderas mientras el río Rudrón serpentea entre sus paredes. El Alto Rudrón es una de las zonas más desconocidas del Parque, entre otras cosas porque este tramo del río no es accesible por carretera, solo se puede llegar a pie.
Por otro lado, cabe señalar que la localidad de Valdelateja es el centro de este espectacular parque natural, donde, además, se unen los dos cauces de los ríos hacia el mar Mediterráneo y está enclavado en el fondo de un cañón dominado por el río Rudrón. Desde este pueblo se puede empezar una ruta de senderismo, llamada ruta GR99 o Camino Natural del Ebro, que abarca más provincias y comunidades limítrofes. Y para
El mirador del Cañón del Ebro, a menos de dos kilómetros de Pesquera de Ebro, está considerado como uno de los rincones más bellos de España.
Un parque natural, en definitiva, con muchas cosas que ver y disfrutar, sobre todo por su gran variedad de ecosistemas, que van desde brezales hasta bosques ribereños, que es hogar también del lobo ibérico así como de especies en peligro de extinción como el cangrejo de río, truchas o la bermejuela.
De hecho, para los amantes de la pesca, el coto de San Felices es uno de los más reconocidos de toda España para aficionados a la trucha.
Y para los que gustan del patrimonio a los que le gusta conocer la historia de la zona, no pueden dejar de visitar el Monasterio de Santa María de Rioseco, fundado en el siglo XIII, en pleno valle de Manzanedo.
Un lugar que estuvo habitado durante siglos por "monjes blancos" de la Orden del Císter. En sus mejores momentos Rioseco debió contar con una comunidad de 100 personas, entre monjes, conversos, novicios y criados. Los monjes crearon una explotación agrícola modélica, imponiendo en el Valle de Manzanedo los cultivos de trigo, viñedos, frutales y lino, llegando a contar su cabaña ganadera con 2.000 ovejas.
A partir de la desamortización de Mendizábal, el olvido y el expolio convirtieron el monasterio en unas peligrosas ruinas, motivo por el que en la década de los cincuenta los nietos de su comprador lo donaron al arzobispado de Burgos, su actual propietario.
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