Sociedad
Los belenes de Torregalindo y Renuncio emocionan a miles de burgaleses
La provincia de Burgos destaca cada año por sus originales propuestas de nacimientos en las que participan pueblos enteros y que suponen ya una tradición familiar
Visitar los belenes de Torregalindo y Renuncio son ya una tradición para los ciudadanos burgaleses, y también para aquellos que residen fuera de esta provincia. Estas propuestas navideñas de originales nacimientos cosechan cada año miles de visitantes, y sus organizadores se esfuerzan durante todo el año para ofrecer la mejor calidad a sus espectadores, incluyendo nuevas escenas o escenarios.
Uno de los más antiguos es la Cabalgata de Reyes y Belén Viviente de Torregalindo, que este 2025 cumple 40 años, y lo celebrará por todo lo alto el 5 de enero. Este evento festivo, declarado Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León en 2022, involucra a unas 400 o 500 personas, según datos de la Asociación Deportivo Cultural Conde Galindo, y que este año espera una afluencia de más de 4.000 personas.
Torregalindo dio inicio a esta tradición en 1985, de la mano de la por aquel entonces maestra de la escuela, Carmina Fruto, una aficionada al teatro, que empezó a realizar pequeñas actuaciones de Navidad con los niños del pueblo. Poco a poco se encendió la chispa entre los vecinos del pueblo, que no dudaron en sumarse a esta iniciativa, y hoy en día involucra a cientos de personas. Tanto vecinos de la localidad, como familiares y amigos trabajan durante meses para poder ofrecer este espectáculo en una fecha tan señalada como es el 5 de enero, víspera del Día de Reyes.
De esta forma, el pueblo burgalés, ubicado en la comarca de la Ribera del Duero, se convierte en un escenario vivo, en el que se representan algunas de las escenas más famosas del Auto de los Reyes Magos. La Virgen María, San José, el niño Jesús, los Reyes Magos y Herodes protagonizan estas escenas, entre las que destacan también un mercado y talleres de demostración de oficios. Todo ello, permite al visitantes transportarse a esta época y vivir los sucesos que se enmarcan en el nacimiento del niño Jesús.
Según explica la secretaria de la asociación, Alicia Pérez, la edición de este año contará con más puestos de comida, y además se ha remodelado un poco el Palacio de Herodes, a fin de hacer más satisfactoria la experiencia del visitante. Además, se incluye alguna otra novedad, que tendrán que descubrir los asistentes con su visita al Belén Viviente.
Belén de Renuncio
Otra de las grandes propuestas de la provincia de Burgos para estas fechas es el Belén de Renuncio, una propuesta que surgió hace 24 años de las manos de Carlos García y su hijo Gustavo, cuando este último solo contaba con 15 años. Más de dos décadas después, con 39, sigue montando junto a su padre este original belén que ha ido creciendo y hoy tiene una superficie de 55 metros cuadrados y unas 200 figuras de pasta de cerámica elaboradas por el escultor José Luis Mayo.
“Hace 24 años nos regalaron unas figuras que juntamos en la casa del pueblo, y poco después nos animaron a ponerlo en la iglesia”, explica Gustavo García. Estos fueron los inicios de este belén que en años anteriores ha llegado a reunir a 4.000 o 5.000 visitantes.
El belén está elaborado con materiales sencillos como arena, musgo, cortezas de árbol, porexpan y escayola, y es fruto de una amplia dedicación de aquellos que lo montan, con el fin de conquistar a quienes lo visitan. Este año, entre las principales novedades está una zona de Egipto dedicada al templo de Hatshepsut, una nueva casa en el pueblo del Belén y un nuevo puesto en el mercado ambulante. Incluye unas 30 construcciones de estilo hebreo tradicional, que están divididas en tres áreas: Belén, la huida a Egipto y otra dedicada solo a Egipto.
La zona de Egipto está dedicada este año al templo de Hatseput, realizado en porexpan y escayola, cuenta con unas medidas de tres metros de ancho, 1,5 metros de alto y un metro de profundidad, siendo la mayor construcción realizada en el Belén de Renuncio en sus 24 años de historia. El templo está decorado con 16 figuras de Osiris, 32 columnas, y ocho esfinges que cuentan con luz nocturna propia. Todo el conjunto está texturizado con escayola y pintado para simular que ha sido excavado en una gran montaña.
La zona de Belén comienza con una cueva dividida en tres profundas galerías: una pequeña repleta de ovejas, la principal que alberga la natividad, y otra dedicada al nacimiento del río. Por un estrecho y escarpado camino, guiados por la estrella fugaz, avanza la caravana de los Reyes Magos rumbo a la cueva, cargados con regalos que van desde el oro, el incienso y la mirra, hasta añadidos fuera de época como un iPhone o una PlayStation.
Más adelante, junto a varios olivos centenarios, unos pastores descansan mientras un ángel desciende y asciende del cielo para anunciar el nacimiento de Jesús. Tras los olivos se encuentra el pueblo de Belén, cuyas pintorescas calles están llenas de detalles y escenas cotidianas que aportan vida y gran realismo. Entre sus encantos destacan diversos oficios de la época, algunos con movimiento. Al final del pueblo, se alza el majestuoso palacio de Herodes, inspirado en el que tuvo en Masada.
El último espacio está dedicado al relato de la huida a Egipto. Una gruta atravesada por un pequeño río y una larga calle flanqueada por casas conforman el escenario por donde un nómada emprende su viaje hacia Egipto.
El ambiente navideño en Renuncio trasciende el propio Belén. El trayecto que va desde la carretera principal está decorado con más de 30,000 bombillas LED en forma de árboles luminosos y estrellas. Al llegar a la entrada del Belén, los visitantes son recibidos por una recreación de la cálida atmósfera de la morada de Papá Noel en la Laponia finlandesa, con árboles nevados, faroles y velas.
Otra de las novedades de este año es el horario de apertura, ya que los visitantes tienen la oportunidad de visitarlo desde el pasado 20 de diciembre hasta el 6 de enero, en horario de 12 a 14 y de 17.30 a 20.30 horas.
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