Patrimonio

Así va a ser la restauración del castillo que custodia el Archivo Histórico más notable de España

se trata de un espectacular edificio, declarado Bien de Interés Cultural en 1949, que fue construido por Juan de Herrera y fundado por Carlos V en 1540

Captura de uma imagen del Archivo de Simancas (Valladolid). MINISTERIO DE CULTURA 30/12/2021
Captura de uma imagen del Archivo de Simancas (Valladolid).MINISTERIO DE CULTURA30/12/2021MINISTERIO DE CULTURAMINISTERIO DE CULTURA

En la provincia de Valladolid, y más en concreto, en la localidad de Simancas, se encuentra un imponente castillo que custodia el Archivo Histórico más notable y significativo de España.

Un espectacular edificio, declarado Bien de Interés Cultural en 1949, que fue construido por Juan de Herrera y fundado por Carlos V en 1540.

Un espacio, además, que conserva gran parte de la documentación producida por los órganos de gobierno de la Corona de Castilla y posteriormente de la Monarquía Hispánica y del Reino de España hasta Isabel II.

Fue entre los siglos XV y XVI cuando Simancas vivió sus «años dorados», en los cuales se enmarca el establecimiento del archivo oficial de Castilla. Entre los primeros documentos que llegaron al castillo se hallan los pertenecientes al Castillo de La Mota de Medina del Campo, en la cual algunos quieren ver otro precedente a Simancas. En 1545 se nombró el primer tenedor del archivo, el licenciado Antonio Catalán, y en este momento ya se puede hablar del centro instituido como tal y no ya como un proyecto.

Durante el siglo XX se experimentaron mejoras notables en las instalaciones, de cara a mejorar la labor de los investigadores.​ La exposición de documentos creció permanentemente, hasta ser considerado en la práctica un aspecto tan importante como la propia investigación.

Y a comienzos de esta centuria, el centro fue reformado en un periodo de obras que se prolongó entre 1999 y 2007. Tras esta última reforma del Archivo de Simancas se pueden visitar lugares de la institución que antes no eran accesibles al turista, como una de las salas de investigación o la capilla del castillo. ​

Además, anexo a la fortaleza se ha construido un edificio que contiene un salón de actos, un centro de archivística, un departamento de difusión y una sala de exposiciones.

Ahora, el Archivo de Simancas va a acometer un nueva restauración. En este caso, dirigida a la conservación de las portadas de la muralla del Castillo del Archivo de Simancas, en Valladolid, la Puerta del Rey y la Puerta del Archivo.

Las portadas son las únicas zonas en las que no se intervino durante la última rehabilitación de las murallas y están en un estado de conservación delicado. Sus materiales se van alterando progresivamente. Según recoge el proyecto, presentan suciedad superficial, pátinas y costras negras en algunas zonas, especialmente en la parte interna de los arcos de acceso. En la parte interior de ambas puertas hay manchas de humedad asociada a la presencia de sales solubles.

Además, el suelo del acceso de la Puerta del Rey presenta filtraciones de agua y desarrollo de plantas. En la parte superior de la Puerta del Archivo, rodeando al escudo, también hay plantas con las raíces en las juntas de bloques de sillares. El ataque biológico también aparece en forma de microorganismos en las zonas superiores de ambas puertas.

En cuanto al estado de la piedra, muchos sillares se están disgregando en gránulos, como la arena. El escudo de la Puerta del Archivo ha perdido el acabado de la talla. En muchas partes, la piedra se ha degradado al exfoliarse, formarse alveolos o desprenderse placas, como en la epigrafía de la Puerta del Rey.

La pérdida de volúmenes se advierte en esquinas, cornisas y salientes. El cordero del escudo de la Puerta del Archivo se ha fracturado y desprendido. Los morteros de ambas puertas acusan faltas, desprendimientos y coloración y textura diversa. Todo ello hace necesario un tratamiento de conservación y restauración que frene el progresivo deterioro de los materiales de las portadas.

Primero se estudiarán las puertas a nivel histórico, artístico y material y se determinan las causas y los factores de su deterioro, para poder diseñar una intervención que estabilice los procesos de alteración y permita la correcta conservación de las portadas. El tratamiento eliminará la suciedad, pátinas, costras, sales y microorganismos; consolidará la superficie; unirá los fragmentos desprendidos del escudo; tratará la epigrafía y eliminará los morteros en mal estado y los renovará en juntas, grietas y huecos, para luego aplicar una capa de protección hidrofugante.

El Ministerio de Cultura ha formalizado el contrato que ha recaído en la oferta presentada por la pyme Titanio Estudio, que es de 67.020 euros y un plazo de ejecución es de 4 meses.