Españoles e ingleses recrean en la frontera portuguesa un tratado napoleónico

En un espacio histórico, como el Fuerte de la Concepción, con trajes que evocan una época, más de medio centenar de miembros de asociaciones napoleónicas de España, Reino Unido y Portugal han firmado un tratado de buenas voluntades.

Vestidos como si estuvieran en otros tiempos, en aquellos primeros años de 1800 cuando las tropas francesas, dirigidas por Napoleón, fracasaron en su intención de conquistar la península ibérica, las tres asociaciones napoleónicas han declarado “su interés por mantener las buenas relaciones”.

El acto de la firma del acuerdo lo han realizado en el Fuerte de la Concepción, en Aldea del Obispo, en las proximidades de Ciudad Rodrigo, una fortificación del siglo XVII que se construyó en plena Guerra de Restauración portuguesa y reconstruido décadas más tarde fue volado durante la Guerra de la Independencia.

En declaraciones a Efe, Luis Sorando, presidente de la Asociación Napoleónica Española (ANE), una organización que reúne a 32 asociaciones de España, ha explicado que realizan este tipo de recreaciones históricas con el objetivo de impulsar la “divulgación cultural del periodo napoleónico en España”.

Por ello, ha sido uno de los impulsores de la firma de este acuerdo de colaboración con la Napoleonic Association (NA), y con la Napoleónica Portuguesa (ANP) como testigo, en una ciudad próxima a la frontera portuguesa, a Almeida, la ciudad lusa donde este fin de semana se celebra la XVIII edición de la Recreación Histórica del Cerco de Almeida.

Desde hace años, en esta ciudad portuguesa se recrea el Cerco de Almeida, para recordar una etapa histórica de los tres países y aquel asedio sufrido por Almeida durante la tercera invasión francesa de la península ibérica.

Aprovechando esta celebración, este viernes las asociaciones napoleónicas del Reino Unido y de España han firmado un convenio de colaboración, un “tratado de buenas voluntades”, con un objetivo claro: “estar unidos y sellar la amistad con los ingleses”, ha asegurado Sorando.

Y como no podía ser de otro modo, como ocurrió en aquellos años de 1800, los ingleses y españoles han estado unidos a los portugueses y la asociación napoleónica lusa ha sido la testigo de esta firma del acuerdo.

Los más de 50 miembros de estas asociaciones de los tres países han acudido al acto vestidos de la época, con el presidente de la Asociación Napoleónica española -Luis Sorando- ataviado como un general de división, de casaca azul y pecho rojo, y sus pantalones rojos.

Por su parte, la presidenta de la asociación inglesa, Lisa Stanhope, ha acudido vestida de dama y ha ido escoltada por generales y oficiales británicos. Se ha tratado de un evento protocolario, revestido de seriedad, de la importancia de un acto recreado, emotivo y basado en el protocolo de la época, en el que se movían los más altos cargos de los dos ejércitos.

Por parte de la delegación española, los asistentes representaban a los diferentes uniformes de la época, como de la legión extremeña, del regimiento patria, las reales guardias, los voluntarios de León, de artillería, o de guardia de corps, como ha explicado Luis Sorando.

Enfrente a ellos, los británicos han acudido a este acto vestidos como si pertenecieran a diversos regimientos británicos, de infantería, con sus casacas rojas, o escoceses. ”Con este acto hemos sellado la amistad con los ingleses, para mantener vivas las relaciones, para ayudarnos en futuras acciones conjuntas y para demostrar que nos tomamos en serio este tipo de recreaciones, en las que nos movemos por afición”, ha asegurado el presidente de la asociación española.

Recrear es vivir el momento histórico, recordar, pero con la seriedad del estudioso de esta época de la historia, como ha reconocido Luis Sorando, por lo que huyen “de la fiesta fácil”, porque “recrear es tener en común una afición por la historia”.

Y, en este caso, la recreación de un acuerdo, de una firma de un tratado de buenas voluntades, se ha hecho en un lugar emblemático en la época napoleónica, como el Fuerte de la Concepción, y en las proximidades de una ciudad portuguesa, Almeida, donde se recrea estos días una de las batallas de la época.