Sociedad
¿Qué representan esas placas doradas cada vez más comunes en los municipios españoles?
Este proyecto cultural crece día a día en la representación ciudadana y educativa
Cada vez es más común tropezarse con unas placas doradas en calles de más más municipios de España. Algo que no está siendo muy ajeno en las redes sociales con numerosas preguntas del tipo, ¿Qué significan esas placas?
Pero las respuestas no se han hecho esperar, y son muchos los seguidores de esta iniciativa social que han descubierto el misterio que suponen esos elementos decorativos, que en España se inició en el año 2015.
Se trata del proyecto “STOLPERSTEINE”. Una obra del artista alemán Gunter Demnig que arrancó en 1995en Colonia cuando en la ciudad se negó la deportación de gitanos a campos nazis. Posteriormente lo dedicó a todas las víctimas del nacionalsocialismo (judíos, homosexuales, presos político, miembros de las Brigadas Internacionales….) comprendidas entre los años 1933 y 1945. Entre estas víctimas se incluye el colectivo de deportados españoles. En la actualidad hay más de 75.000 stolpersteine colocadas en 23 países y más de 1.800 localidades.
Son unos pequeños bloques de cemento de forma cúbica (10 x 10 x 10 cm) en los que una de sus caras está cubierta por una fina lámina de latón donde se han grabado a mano los datos de la víctima (nombre, fecha de nacimiento, datos de la deportación y fecha de fallecimiento o liberación).
Para colocar una “STOLPERSTEINE”solo es necesario el permiso del Ayuntamiento para su instalación en la vía pública, y se colocan siempre en la acera, delante de la casa donde nació, o vivió la víctima, si estos datos no se conocen puede ser en el lugar de trabajo o en un sitio público de la localidad.
Es posiblemente, el proyecto artístico más extenso del arte contemporáneo actual, y cada vez es más típico verlo en pueblos y ciudades, que está propiciando una innumerable participación ciudadana e incluso educativa, ya que son numerosos los centros educativos que se involucran en el proyecto.
Castilla y León
Cuatro provincias de Castilla y León ya cuentan con una stolpersteine. En León, Ponferrada rinde homenaje a los 11 bercianos represaliados en los campos de concentración alemanes durante la II Guerra Mundial.
La capital zamorana, por su parte, recuerda con estas placas de latón a 23 personas de la provincia que fueron deportadas, entre 1940 y 1945, a campos de concentración nazis desde Francia, como otros muchos españoles refugiados en el país galo tras verse obligados a salir de España a consecuencia del golpe de estado contra el Gobierno de la República y la Guerra Civil.
La Plaza del Vergel de Soria recuerda a 22 sorianos deportados; mientras que en la localidad segoviana de El Real Sitio de San Ildefonso se recuerda a los dos vecinos que fueron deportados al campo de concentración nazi de Mauthausen: Pedro Carrillo Pérez y Andrés Velasco Moreno.
Cataluña
La Comunidad catalana es la que cuenta con una mayor representación en este proyecto. Sus cuatro provincias son partícipes del homenaje en alguno de sus municipios. En la de Barcelona existen estas placas en la capital, en Castellar del Valles, en Cubellas, en Gironella, en Granollers, en Igualada, en Manresa, en Navás, en Olesa de Montserrat, en El Palà de Torroella, en Prats de Llusanés, en Puigreig, en Rocafort y Vilurama, en Sabadell y En San Vicente de Castellet.
En la provincia de Lleida existen “stolpersteine” en Segarra y en Segriá; mientras que en la provincia de Girona, en la capital; y en la de Tarragona en Guiamets.
Comunidad de Madrid
En la Comunidad de Madrid son más de 450 vecinos los que cuentan con su “stolpersteine” distribuidas tanto en la capital como en los municipios de Ciempozuelos y Moralzarzal.
Islas Baleares
También son muy numerosos estos homenajes en las Islas Baleares. Las primeras placas llegaron por la colaboración entre el colegio de Montision y el Área de Cultura, Patrimonio, Memoria Histórica y Política Lingüística del Ayuntamiento de Palma.
De este modo, el artista alemán empezó a colocar las Stolpersteine el 18 de diciembre de 2018 en Palma. Fueron catorce los primeros adoquines que se colocaron en las calles de diferentes barrios de Palma y los homenajeados fueron Miquel Navarro (la Vileta), José M. Aguirre Salaberria (Son Roca), Jaume Rebassa, Rafel Xamena, Josep Marí Juan, Eugenio Balduz Asensio, Josep Roy Ribas, Antoni Ensenyat, Manuel Molina Martí, Pere Mayol Martorell, Gabriel Mora Mas, M. Oliver Socias, Pasqual Mora Bellafont y Guillem Torrens Sastre.
Por otro lado, en Ciutadella, Menorca, y de la mano de la Confederación General del Trabajo (CGT), Günter Demnig colocó tres adoquines dorados a las víctimas del nazismo, Josep Caules, Ignasi Moll y Manuel Marqués.
El proyecto también cuenta con adeptos en el Principado de Asturias, en Oviedo; en Aragón, en Sallent de Gállego (Huesca); en Castilla- La Mancha, en Ciudad Real; en Extremadura, en Navalmoral de la Mata; en Vizcaya, en Baracaldo; y en la Comunidad Valenciana, en Requena (Valencia).
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