El objetivo de la Diputación de Valladolid está claro: «Siempre el mismo, defender los derechos de las personas que más lo necesitan, proteger a los más frágiles que viven en nuestro mundo rural». De esta manera contundente se pronunciaba el presidente de la institución provincial, Conrado Íscar, en el transcurso de la firma de renovación y ampliación de convenios con Cruz Roja, Cáritas y Banco de Alimentos.

«La pandemia que nos asola desde hace 16 meses está teniendo un efecto devastador en muchas familias», ha señalado Íscar, quien ha manifestado que ante «las nuevas necesidades de la sociedad, hemos decidido incrementar su cuantía anual hasta los 75.000 euros para cada una de las entidades firmantes, sin perjuicio de que estas ayudas puedan ser ampliadas a través de la suscripción de posteriores adendas en su caso».

Los convenios con Cáritas y Cruz Roja se encuentran destinados a la concesión de ayudas destinadas al alquiler de viviendas de personas o familias que hayan sido desalojadas por impago o desahucio; a distintas acciones formativas para la promoción laboral y personas de los colectivos más vulnerables; apoyo a las necesidades básicas en periodos vacacionales para menores, especialmente relativos a la alimentación.

En relación al Banco de Alimentos, el montante irá a parar para la adquisición de alimentos, que serán distribuidos por las más de 48 entidades que existen en la provincia y que en el año 2020 atendieron a un total de 4.827 beneficiarios.

Íscar ha explicado que como consecuencia de la pandemia, «las cifras del paro, que en la provincia de Valladolid ha vuelto a superar las 37.000 personas personas, unos números que no sufríamos desde mayo de 2017, a los que se unen 4.930 personas más que estaban en Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) al finalizar el pasado mes de mayo ha vuelto a encender todas las alarmas».

El presidente de la Diputación ha recordado el Plan de Choque puesto en marcha por la institución, en el que se incrementaron las partidas destinadas a hacer frente a la exclusión social, y que se ha ampliado a nuevos grupos de población de la provincia. «En esta lucha contra la exclusión social no estamos solos y contamos con la inestimable ayuda de las organizaciones y de todas las personas que componen lo que hemos dado en llamar el Tercer Sector, personas que prestan de manera voluntaria y altruista su tiempo, sus conocimientos, su trabajo e incluso sus recursos para mejorar la sociedad en la que vivimos», ha finalizado.