Economía local

Los pisos turísticos en Aragón crecen sin freno: en algunos pueblos ya representan el 10%

Mientras en algunas localidades casi una de cada diez viviendas ya es de uso vacacional, la falta de regulación encarece aún más el acceso a la vivienda

Una persona con dos maletas, a 22 de febrero de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). Los pisos turísticos de Barcelona registran ocupaciones del 95% durante la semana del Mobile World Congress (MWC) con reservas medias de 4,5 noches. Según los datos de la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (APARTUR), muchos de los congresistas que se alojan en este tipo de establecimientos son "repetidores" de otras ediciones del congreso tecnológico.
Una persona con dos maletasDavid ZorrakinoEuropa Press

La expansión de los pisos turísticos en España ha transformado la dinámica del mercado inmobiliario, elevando el precio de la vivienda en muchas zonas del país. Este fenómeno ha sido especialmente notable en ciudades como Madrid, Barcelona, las Islas Baleares y Canarias, donde la demanda de alojamientos para visitantes ha convertido a muchas viviendas en alquiler vacacional, encareciendo los precios del mercado residencial. En Aragón, aunque este problema aún no ha alcanzado estas dimensiones, la tendencia ascendente en la proliferación de pisos turísticos ya está causando preocupación.

En los últimos años, la Comunidad de Aragón ha visto un crecimiento significativo en el número de pisos turísticos. Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), en noviembre de 2024 había registrados 4.864 pisos turísticos en Aragón, lo que representa un incremento del 38,14% en comparación con las cifras de 2021. Este aumento es considerablemente superior al registrado en el conjunto de España, donde los pisos turísticos han crecido un 24,97% en el mismo período.

El Pirineo aragonés, el epicentro del crecimiento de los pisos turísticos

El impacto más visible de esta tendencia se observa en el Pirineo aragonés. Las localidades cercanas a las estaciones de esquí, como Panticosa, Sallent de Gállego y Benasque, están a la cabeza de esta transformación. En Panticosa, casi una de cada diez viviendas (8,67%) es utilizada como piso turístico, lo que sitúa a la localidad en la primera posición del ranking en Aragón. Sallent de Gállego le sigue de cerca, con un 8,17% de viviendas dedicadas al turismo, y Benasque también destaca, con un 7,92%.

La atracción que estos destinos ejercen sobre los turistas ha llevado a muchos propietarios a transformar sus viviendas en alojamientos vacacionales, impulsados por la rentabilidad que ofrecen las temporadas de alta demanda. Sin embargo, este fenómeno también está provocando un aumento considerable en los precios de la vivienda en estas áreas, dificultando el acceso a la vivienda para los residentes locales.

Otras localidades del Pirineo, como Tella, Torla y Villanúa, también registran porcentajes significativos de pisos turísticos en relación con su parque de viviendas total. Tella, por ejemplo, tiene un 6,69% de sus viviendas destinadas al alquiler turístico, mientras que en Torla la cifra alcanza el 6,43%.

Impacto en otras áreas de Aragón

Fuera del Pirineo, el fenómeno de los pisos turísticos es más puntual, aunque no por ello menos relevante. En la ciudad de Zaragoza, los barrios más céntricos y de mayor atractivo turístico también están viendo cómo aumenta el número de viviendas destinadas al alquiler vacacional, lo que genera preocupación en términos de disponibilidad y precios de la vivienda para los residentes. En Teruel, Albarracín tiene un 5,71% de sus viviendas como pisos turísticos, consolidándose como un punto de interés en la provincia.

El ejemplo de otras regiones de España donde el turismo masivo ha alterado profundamente el mercado de la vivienda sirve de advertencia para Aragón. Ciudades costeras como Salou y Cambrils, en Cataluña, ya tienen un 10,23% y un 6,04% de sus viviendas destinadas al turismo, respectivamente. En las Islas Baleares, los porcentajes son aún más alarmantes, con municipios como Pollença y Sant Lluís superando ampliamente el 10% de pisos turísticos.