Salud

No todo es TDHA: errores en el 30% de los diagnósticos

Los pediatras advierten que «cada vez más se buscan soluciones rápidas a problemas de comportamiento»

Varios niños juegan en el CEIP El Grau con motivo del inicio del curso escolar, a 12 de septiembre de 2022, en Valencia
En España se estima que hay 450.000 niños con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDHA)Jorge GilEuropa Press

Muchos niños tienen una capacidad de atención de corta duración. Se distraen fácilmente. Tienen problemas para seguir las instrucciones o para quedarse quietos. pero eso no siempre significa que haya detrás un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDHA). De hecho, un diagnóstico erróneo puede conllevar consecuencias muy peligrosas como el niño en cuestión, como los tratamientos innecesarios, incluidos los farmacológicos y afectación en la autoestima, entre otros.

Aprovechando el inicio de curso, pediatras del Instituto Hispalense de Pediatría (IHP) han alertado del sobrediagnóstico del TDHA en la población infantil ya que «cada vez más se buscan soluciones rápidas a problemas de comportamiento o bajo rendimiento escolar y el proceso de evaluación insuficiente», apunta el doctor Juan María Sánchez Caro, especialista en neuropediatría de Grupo IHP. En este sentido, apunta que «a menudo, las consultas son breves y se limitan a unas cuantas preguntas a los padres y madres, lo que lleva a clasificar ciertos comportamientos infantiles normales como patológicos».

Estudios recientes detallan que entre el 3 % y el 7 % de la población infantil en España ha sido diagnosticada con TDAH, sin embargo, se estima que entre el 20 % y el 30 %de los diagnósticos actuales podrían ser inexactos, lo que genera un problema significativo en el ámbito de la salud infantil.

«Diagnosticar de forma precipitada da pie a terapias y tratamientos innecesarios, incluida la administración de fármacos, cuando podría tratarse de otra condición que necesita un enfoque diferente», insiste Sánchez Caro. Por no hablar de «la afectación de la autoestima o efectos secundarios como el insomnio, pérdida de apetito y problemas de crecimiento son algunas de las repercusiones que el diagnóstico erróneo de TDAH suele traer consigo».

Para no caer en pronósticos erróneos en los casos de TDAH, el el neuropediatra subraya la necesidad de realizar evaluaciones neuropsicológicas completas antes de emitir un diagnóstico definitivo. Este estudio permite medir las funciones cognitivas del niño y evitar confundir el TDAH con otros trastornos, como el Déficit Atencional Motor y Perceptivo (DAMP), discapacidades intelectuales leves o trastornos específicos del aprendizaje. «Es esencial seguir un proceso riguroso que incluya entrevistas detalladas con los padres, madres y profesores, ya que se debe adoptar un enfoque integral en la valoración del niño, considerando no solo los síntomas, sino también su entorno familiar y escolar».

El especialista de Grupo IHP también destaca que es importante «aplicar los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-5 en su última versión) y realizar estudios neuropsicológicos que abarquen áreas como la atención, las funciones ejecutivas y la teoría de la mente».

Asimismo, el neuropediatra advierte que el diagnóstico de TDAH no debería realizarse antes de los seis años, salvo en casos excepcionales, ya que muchos síntomas como la falta de atención o la hiperactividad son conductas normales en la primera infancia. «Es fundamental que los especialistas reciban una formación sólida y continua sobre los trastornos del neurodesarrollo y que trabajen de manera interdisciplinaria con otros profesionales, por ejemplo, psicólogos, psiquiatras o pedagogos», concluye.