Toponimia
La supuesta relación de los osos con el municipio que puede tener el escudo más antiguo de España
El topónimo Ursao sirvió para formar el gentilicio de Osuna
El oso es un elemento común de las heráldicas. Sin ir más lejos, en el escudo de Madrid hay un oso y un madroño. Más al sur, en Osuna, Sevilla, a sus habitantes se les conoce como ursaonenses. La monumentalidad de Osuna llevó a la ciudad sevillana a ser uno de los principales escenarios de "Juego de Tronos". Según el Ayuntamiento de Osuna, "los orígenes de la Urso prerromana se remontan hacia el I milenio a.C. La cultura tartésica y turdetana dejaron bellas muestras de su arte como se refleja en la colección de esculturas ibéricas, de la que forma parte tanto el “Toro” como los “Relieves de Osuna”. Estas obras se pueden admirar tanto en el Museo Arqueológico Nacional como en la Torre del Agua, sede del Museo Arqueológico Local".
"Durante la Guerra Civil de la época republicana que asoló a Roma a finales del siglo I a. C, aparece asociada al bando de Pompeyo, en la Batalla de Munda a escasas millas de nuestra ciudad, convirtiéndose en el último reducto que resistió a César. Tras la conquista, se le concedió el estatuto de Colonia Genetiva Iulia, por el que se permitía acuñar moneda. La legislación y ordenamiento cívico se recogen en “Los Bronces de Osuna”, considerados los restos más importantes conservados en el mundo de exposición pública de una ley romana. De esta poderosa civilización aún permanecen en esta tierra de contrastes las ruinas del Teatro y Necrópolis hipogea, construcción excavada en la roca que recorre un arco temporal que va desde el s.VII a.C. hasta la era visigoda", continúa el Ayuntamiento de Osuna.
En "Pruebas materiales sobre el antiguo nombre de Osuna", Juan Collado Cañas sostiene que "las pruebas materiales con las que contamos para saber cuál era el nombre de Osuna antes de la llegada de los romanos son las monedas que se acuñan en esta población en época cartaginesa". "Lo que aparece escrito en ellas es prueba más que suficiente para desmontar la idea preconcebida según la cual los romanos, a su llegada, decidieron ponerle a Osuna el nombre de Urso como reflejo de la abundancia de osos en sus cercanías", explica.
El autor señala que "el empleo de esta palabra, que en algunas monedas romanas aparece acompañada de la figura del oso, resulta ser una iniciativa bastante tardía, y sólo llega a imponerse cuando la población de origen latino que va llegando a Osuna empieza a ser numerosa. En un principio, sin embargo, cuando los pobladores romanos son todavía minoría el nombre más usado entre ellos es Ursao, una palabra que les resulta extraña y que curiosamente se parece mucho a la que aparece en las monedas prerromanas que acabamos de mencionar".
Así, el topónimo Ursao sirvió para formar el gentilicio de Osuna "porque es el que desde antiguo se ha venido considerando como primer nombre conocido de la población". Por eso, la RAE recoge "ursaonense, y no ursonense". Por tanto, Ursao sería anterior a Urso. "Lo que influye, pues, en la aparición de la palabra Urso no es la existencia de osos, sino la forma de la palabra que le precede en el tiempo: Ursao, que, a su vez, es reflejo de la palabra original íbera: Ursau", explica el autor.
¿Entonces, de dónde viene la imagen del oso en la Serie III de las monedas de Urso? El autor señala que se debe a la intención de facilitar la lectura del topónimo y como propaganda. "Una vez que los romanos pusieron fin a la Segunda Guerra Púnica venciendo a los cartagineses en la batalla de Ilipa (207 a.C.) comenzaron su verdadera expansión por la península. Numerosas ciudades fueron ocupadas, entre ellas Osuna. Una manera de indicar que la población ya se encontraba del lado romano era a través de las monedas, que es un elemento que se difunde con rapidez y es visto por gran cantidad de gente. Para propagar, entre otras cosas, que Osuna se había convertido en ciudad romana, ¿qué mejor estrategia que la de indicar su nombre en las monedas por partida doble? En el anverso, la palabra Vrsone; en el reverso, la figura de un oso".
Alfonso X el Sabio recoge la procedencia de la palabra oso cuando publica el relato de Pirro y los osos, capítulo 12 de la «Primera Crónica General de España», y no se discute. "Una vez que esta interpretación popular es acogida sin grandes reservas, en los siglos siguientes no se percibe ninguna necesidad en cuanto a la búsqueda del verdadero significado del nombre de Osuna", señala Collado Cañas. La palabra oso y las monedas se justifican recíprocamente, hasta llegar a nuestros días.
En Osuna, según el propio Ayuntamiento, hay un período de tránsito en el que la ciudad "continúa acercándose a la llanura, justo antes de que se asienten los musulmanes que fortificarán la ciudad. De sus algo más de cinco siglos de dominio islámico son una muestra los restos de la Alcazaba o la Torre del Agua, un predominio que finalizó en 1.240, cuando una amplia zona del valle del Guadalquivir pasó a depender del monarca castellano Fernando III".
En 1.264, tras el levantamiento de los mudéjares andaluces, "Alfonso X donó la villa de la Orden de Calatrava que asumió la defensa de la frontera. Pero si hay alguna fecha clave para Osuna y su historia, esa es 1.464 y un nombre propio, Pedro Girón, que, una vez teniendo bajo su influencia a Enrique IV, cambia a los calatravos la localidad sevillana por la cordobesa Fuenteovejuna". Con el objetivo de construir un estado señorial que poder legar a sus hijos, "crea un mayorazgo para Alfonso Téllez Girón , I Conde de Ureña. El deseo de ascender en la escala nobiliaria fuerza a esta familia a acometer una remodelación del paisaje urbano, para hacer de Osuna una localidad monumental y, sobre todo, nobiliaria", señala el Consistorio en su web.
"Mientras impresionantes edificios se construían en la zona alta de intramuros, el pueblo buscaba la comodidad del llano. Los arrabales se amplían y sus calles se saturan de iglesias, conventos y casas señoriales. Pero no solo fueron los edificios religiosos el reflejo de la prosperidad de Osuna, si no que a estas construcciones se agregaron pronto impresionantes palacios barrocos al amparo del resurgir económico de la segunda mitad del s. XVIII", señala el Consistorio.
El escudo de Osuna se tiene por el más antiguo de España, ya que habría sido dado por el emperador Augusto. Recoge en un campo rojo un castillo y por encima del escudo se asoma una mujer con el busto desnudo, adornada con una corona murada, sujetando unas cadenas con dos osos rampantes encadenados a ambos lados de la torre. Corresponde este escudo a la diosa romana Ceres, sobre una torre, que sujeta a dos osos. El significado de los osos es como armas parlantes.
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