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Encuesta NC Report para LA RAZÓN
Por su vinculación pretérita con los movimientos católicos de base, a María Jesús Montero le consta, según escribió San Agustín en el libro sexto de sus «Confesiones», que el tiempo sólo es una convención del presente continuo. Ni pasado ni futuro existen, salvo como tiempos mentales y ficticios. De hecho, como candidata se encuentra atrapada en sus contradicciones, entre lo que defendía como consejera de Hacienda y lo que viene haciendo como ministra. El único reloj real, llevado a la pragmática política, equivale al axioma de las urnas –con la demoscopia como su prólogo– y «la foto fija de un instante». La experiencia del tiempo suele ser dolorosa. El tiempo «divide y disipa» la existencia, siguiendo con la doctrina agustiniana. En el tiempo todo pasa, fluye y muere, como una realidad que devora, remitiendo a la inscripción latina de los relojes, en referencia a las horas: «Vulnerant omnes, ultima necat». «Hieren todas, la última mata». Montero se estrenó como candidata andaluza tirando del manual del Prometeo que envió Pedro Sánchez a las autonomías: a lo Salvador Illa reclamó «más autogobierno» para Andalucía. «El PSOE-A desarrollará una batería de propuestas para desarrollar el Estatuto», defendió la nueva secretaria general de los socialistas andaluces. Según el Informe de Opinión Pública de Actualidad de Andalucía de NC Report para LA RAZÓN, el trato de favor con Cataluña le pasa factura a Montero y Juanma Moreno se vislumbra como candidato a izquierda y derecha del espectro electoral. En el PSOE-A ni siquiera hay un consenso claro con el candidato, más allá de los convencidos de serie. Montero se dibuja no como la mejor candidata sino como la única candidata posible, eliminada Susana Díaz de la ecuación por la animadversión interna. La vicepresidenta y candidata del PSOE-A se ve obligada a galopar sobre numerosas contradicciones evidentes en la hemeroteca. Así, el 62,2% considera que Montero trata mejor a Cataluña que a Andalucía como ministra de Hacienda, por el 25,3% que no. Por el contrario, casi el 45% valora la gestión de Moreno en la Junta de Andalucía como buena o muy buena, por un 17,3% que la considera regular y un 28,6% que la califica de mala o muy mala. A los gobiernos andaluces liderados por el PSOE, los encuestados le dan una nota de 4,1, que cae al 3,7 entre los mayores de 55 años.
La encuesta otorga un alto grado de conocimiento a Montero entre el electorado. El 90% sabe quién es la vicepresidenta, sólo por detrás de Juanma Moreno, a quien conoce el 97,7% de los andaluces pero muy por delante de la tercera en cuestión, Inmaculada Nieto, de Sumar/IU (34,2%); de Manuel Gavira, de Vox (23,2%); y de José Ignacio García, de Por Andalucía (15,2%). El grado de conocimiento, no obstante, no le da para aprobar a Montero, con un 4,4.
La valoración de Montero varía según el tipo de votante: el del PP le otorga un 2,3; el de Vox, un 1,1; el de Por Andalucía, un 6,2; y el del PSOE, un 7,4. Montero llega para insuflar ánimo y comparece como secretaria general con el eslogan «Andalucía Gana». La primera consigna de la líder in pectore es levantar a la tropa tras seis años de travesía por el desierto de la oposición en Andalucía después de más de 36 años de gobiernos ininterrumpidos en la Junta. Montero se estrenó agradeciendo a Espadas: «Compañero leal, honesto, que ha conducido a esta organización, a esta familia, en un momento extraordinariamente duro tras la pérdida del Gobierno de la Junta y lo que supuso para el partido». Según el sondeo, casi el 72% de los encuestados considera que Montero no es la mejor opción para liderar al PSOE-A, por el 19,8% que cree que sí. Por grupos de edad la valoración es homogénea. El 31% considera que Montero será la próxima presidenta de la Junta, por el 56,6% que no. Casi el 50% de los encuestados valora mal o muy mal la gestión como ministra de Montero; el 22,4% le otorga un regular; y el 22,3% cree que lo ha hecho bien o muy bien. Más de la mitad –53%–considera que Montero debería abandonar el Gobierno, por el 32,3% que cree que no. El 26,2% ve a Montero como la mejor candidata para el PSOE-A; por el 18,9% que elige a Espadas. Casi la mitad –el 48,4%– considera que ninguno es la mejor opción.
El «efecto Montero» no le da al PSOE para recuperar votos. Según la encuesta, el PSOE andaluz no levanta cabeza y el que fuera el antiguo bastión socialista en España es ahora un feudo consolidado por el PP-A. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, de celebrarse ahora elecciones en Andalucía, empeoraría incluso los resultados de Juan Espadas en los últimos comicios autonómicos y se estrenaría como líder de los socialistas andaluces con el peor resultado de la historia del partido en la comunidad. El PSOE no ha alcanzado aún su suelo electoral, que es, precisamente, lo que estratégicamente busca evitar la designación de Montero para tratar de salvar La Moncloa.
El PP de Juanma Moreno sería la fuerza más votada con 1.693.154 votos, el 44,3% de los sufragios y alcanzaría entre 59 y 60 escaños. Mejoraría sus resultados de las autonómicas del 19 de junio de 2022, donde los populares consiguieron 1.589.272 votos, el 43,11%, y 58 escaños. La encuesta de NC Report otorga al PSOE-A 848.488 votos, el 22,2% de los apoyos y entre 28 y 29 escaños. Eso supondría la mitad de los votos y escaños que el PP. En las últimas elecciones, con Juan Espadas como candidato, el PSOE andaluz logró 888.325 votos, el 24,10% y 30 diputados. En diciembre de 2018, Susana Díaz ganó las elecciones con 1.010.889 votos y 33 escaños, pero el pacto entre el PP y Cs, con el apoyo parlamentario de Vox, propició la investidura de Juanma Moreno. Los socialistas perderían casi 40.000 votos más. Ese grueso de sufragios más casi 95.000 de los 121.000 que sacó Cs se repartirían entre el PP (+103.000), Vox (+27.000) y Se Acabó La Fiesta, que se iría a los 107.000 votos.
La encuesta recoge que el «efecto Moreno» se mantiene y que casi un 7% de votantes del PSOE en las pasadas elecciones se decantará por el PP en las próximas autonómicas. Casi un 1% de ex votantes socialistas optará por Vox; un 3,2% votará a Por Andalucía y un 6% se abstendrá. Sí hay cierto trasvase también de Por Andalucía al PSOE, con un 17,3% de votantes que optaría por el PSOE.
El sondeo corrobora además la tendencia del electorado andaluz hacia la derecha. El PP suma un 30,1% de intención directa de voto y simpatía; el PSOE, un 17,2%; Vox, un 7,8%; Por Andalucía, un 4,9%; y Adelante, un 2%. Las autonómicas de 2018 marcaron el principio del ciclo ganador de la derecha en Andalucía, con la salvedad de las posteriores municipales. El 2-D se corroboró el giro de la comunidad tras más de 36 años de gobiernos socialistas en la Junta. El PP-A logró 751.000 votos, el 20,75%, Cs alcanzó 661.000, el 18,28%; y Vox, casi 400.000 sufragios, cerca del 11%. Las tres fuerzas de derecha sumaron el 50,03%.
El PSOE-A perdió 400.000 votos en las autonómicas de 2018 y se quedó en casi 1.011.000, cerca del 28%; y Adelante sacó 585.000 sufragios, el 16,19%. Entre las dos fuerzas de izquierda lograron el 44,19%. La pérdida del electorado andaluz supera ya el medio millón computando el techo histórico de los más dos millones de votos y 43 escaños que obtuvo el PSOE de Felipe González en 1982 en Andalucía respecto al 1.467.000 sufragios y 21 diputados de Pedro Sánchez en 2023. El giro a la derecha de Andalucía es una tendencia. La encuesta del Centra sobre «Identidad andaluza» recoge que el 28,9% de los andaluces considera al PP el partido por el que «siente más simpatía o lo considera más cercano a sus propias ideas», seguido del PSOE con un 15,1%. La serie histórica del CIS desde 1999 evidencia una derechización del electorado en general. En 2022, Moreno directamente pidió el voto para el votante desencantado con el «sanchismo» y el sondeo de NC Report corrobora esta estrategia.
Las últimas encuestas señalan que el PP de Moreno se iría a los 57-59 diputados, con el 43,5% de los apoyos, por los 58 que sacó en las elecciones de junio de 2022. El PSOE caería hasta los 26-27, con el 21,4% de los votos, cuando en los comicios de hace dos años se quedó en 30. Andalucía es un territorio clave tanto a escala autonómica como estatal, donde se ponen en liza 61 diputados para el Congreso en las elecciones generales. Para Ferraz es fundamental un gran respaldo andaluz, lograda una mayoría socialista en Cataluña.
Montero también se ha declarado «orgullosa» del pasado socialista. Según la encuesta, el 77,4% vincula a Manuel Chaves y José Antonio Griñán con la corrupción; por el 17,2% que no. «Verba volant, scripta manent», señaló Cayo Tito. «El pueblo es soberano y nunca se equivoca» en las urnas, ha defendido históricamente el PSOE.
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