
Política
María Jesús Montero: una dirección "a tiempo completo" y una candidata a jornada parcial
La secretaria general del PSOE-A exigirá la «dedicación exclusiva» de la que ella carece

La ciencia ha descubierto un tercer estado entre la vida y la muerte y no es la secretaría general del PSOE de Andalucía. María Jesús Montero, también vicepresidenta del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria del PSOE federal, anunció que trabaja en una dirección «a tiempo completo» para Andalucía. Desde su nombramiento «in pectore», la líder andaluza se viene multiplicando para tapar una oposición, mayormente, de fin de semana y con la carencia, además, de no estar presente en el Parlamento para dar la réplica al presidente andaluz Juanma Moreno en las sesiones de control. Aunque la secretaria general, vicepresidenta y ministra considera «incompatible» la política autonómica con cualquier otra responsabilidad, rechaza las peticiones de dimisión –la última, del consejero de Justicia andaluz, José Antonio Nieto– por su dedicación a tiempo parcial. Para paliar este solapamiento de funciones, precisamente, Montero aboga por delegar en un equipo «a tiempo completo» para su candidatura aún a jornada parcial. «Cuando uno diseña su equipo, uno tiene que diversificar, delegar sus funciones y necesita que su equipo esté a tiempo completo en cada uno de esos sitios», se justificó.
Tras reunirse con la secretaria general de CC OO-Andalucía, Nuria López, dentro de su «tournée» de contactos para tratar de conformar una candidatura real frente a Moreno en Andalucía, Montero vio cómo el «affaire Yolanda Díaz» con la polémica del SMI solapó toda proposición regional. Montero quiere que el Congreso regional sea una cita «de unidad, esperanza» y de «un partido ganador». La líder andaluza aparca de momento las renovaciones provinciales.
El tercer estado de la materia se refiere «a una fase extraordinaria en la que las células muertas se reorganizan en estructuras multicelulares completamente nuevas, desarrollando capacidades que nunca tuvieron». Montero trata de resucitar a un PSOE-A –otrora una máquina perfecta de ganar elecciones– aletargado tras las sucesivas derrotas electorales que se acabaron llevando por delante a Susana Díaz, primero, y a Juan Espadas, después, previos procesos de primarias, consumadas o no, y de elección de candidatos por parte de Ferraz. El PSOE-A perdió 400.000 votos en las autonómicas de 2018. La pérdida del electorado andaluz para el PSOE-A supera el medio millón computando el techo histórico de los más dos millones de votos y 43 escaños que obtuvo el PSOE de Felipe González en 1982 en Andalucía respecto al 1.467.000 sufragios y 21 diputados de Pedro Sánchez en 2023. Con todo, Montero sostiene que con su nombramiento en el PP y en la Junta «se han puesto nerviosos» porque «vamos a ganar». Para ello, Montero ve la labor en la dirección del PSOE-A «incompatible con otro tipo de responsabilidades a las que uno legítimamente pueda aspirar». «Necesitamos a nuestras personas, a nuestros hombres y mujeres, en cada una de las posiciones y en cada uno de esos sitios, a tiempo completo», dijo. Entretanto, Montero sigue desdoblándose como vicepresidenta y líder de la oposición andaluza. Así, primero criticó que Juanma Moreno «no salga de la confrontación» y sea «incapaz de alabar» que se prime la población en la financiación. Después, afeó al presidente andaluz que «no diga nada» de sobresueldos en PP de Sevilla. La exigencia de respuestas Montero la extendió hacia otros asuntos de la gestión del Gobierno andaluz como «a imputación, ni más ni menos, de los gerentes del SAS», a lo que sumó el cese de la máxima responsable de la Intervención General de la Junta, y «los contratos del señor -José Manuel- Soto». Sobre el derribo de El Algarrobico, instó a la Junta a sumarse a su estrategia de cara a la demolición en lugar de «confrontar» con la iniciativa basada en que cada administración expropie los terrenos de su competencia que ocupa el inmueble, criticando que el Gobierno andaluz actúe «como el perro del hortelano». «Ni me dejo forzar ni me defiendo; darme quiero a entender sin decir nada; entiéndame quien puede; yo me entiendo», escribió Lope de Vega. Falta una semana para el XV Congreso del PSOE de Andalucía.
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