Sucesos

Un detenido por agredir a seis personas tras un altercado en un autobús en Mijas (Málaga)

Un ciudadano de origen senegalés y nacionalidad francesa agredió sin razón a un anciano y se negaba a bajarse del transporte público

Un agente de la Guardia Civil
Un agente de la Guardia CivilEuropa Press

Un hombre de 29 años ha sido detenido por la Guardia Civil en Mijas (Málaga) por un delito de atentado a la autoridad y otro de lesiones por haber agredido supuestamente este domingo a tres agentes del instituto armado, un policía local y dos pasajeros de un autobús en el que provocó un altercado.

Los hechos ocurrieron sobre las 17:00 horas y motivaron que la Guardia Civil pidiera refuerzos de la Policía Local de Mijas para arrestar al presunto agresor, de origen senegalés y nacionalidad francesa, que se negaba a bajarse del autobús, según han dicho a EFE fuentes próximas a la investigación.

Uno de los viajeros del autobús relató a los agentes que otro le había propinado varios puñetazos después de que le pidiera que se calmara al observar cómo agredía sin razón previa a un anciano.

Al ver que el hombre mantenía una actitud agresiva y que arremetía con violencia contra ellos, los guardias civiles pidieron refuerzos a la Policía Local.

En el transcurso de la detención del presunto agresor, éste ofreció resistencia y sufrieron heridas tres agentes de la Guardia Civil y un Policía Local.

La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha anunciado este lunes que representará como acusación particular a los agentes de este Cuerpo agredidos en la detención.

Su portavoz en Málaga, Pedro Rosa, ha señalado que la violencia mostrada por el detenido "expresa una vez más la escasez de medios con los que cuentan los guardias civiles para enfrentarse a este tipo de situaciones".

"Limitados en el uso profesional de las armas, nuestros cuerpos son la única frontera entre el agresor y los agredidos, en este caso un usuario del autobús y el resto de los viajeros", ha subrayado Rosa, quien ha lamentado que los guardias civiles sigan sin ser considerados profesión de riesgo.

JUCIL ha demandado en un comunicado más recursos para dar seguridad ante actitudes violentas, como contar con pistolas eléctricas tipo táser y cámaras de grabación unipersonales.

La asociación pedirá para el presunto agresor las mayores penas e indemnizaciones que recoja el Código Penal.