Medio Ambiente
El trasvase, solución de los técnicos de la CHG para Doñana
Este año hidrológico ya ha llovido más del 40% del total de 2023-24; el informe de los acuíferos hasta el 30 de septiembre seguía siendo «desfavorable»
El acuífero de Doñana sigue mostrando una tendencia «desfavorable» y la mayoría de sus áreas se encontraban a 30 de septiembre en una situación de «descenso significativo». Es lo que concluye el «Informe preliminar sobre el estado de los acuíferos del entorno de Doñana» correspondiente al año hidrológico 2023-2024, publicado ayer por la agencia Efe. Los resultados del control oficial de las aguas subterráneas realizado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) dictaminaban que de los 16 sectores en los que se divide el acuífero solo uno está en situación de normalidad; del resto, dos se hallan en estado de «prealerta», uno menos que el año pasado; cuatro en estado de «alerta», uno más que en 2022-2023; ocho en estado de «alarma» y uno en su «mínimo histórico».
Todo ello pese a que el año hidrológico fue considerado «normal» respecto a las precipitaciones (473 mm), es decir, que alcanzó el 91% de la media, con el hándicap de que muy atípico con un invierno muy húmedo y el resto de las estaciones muy secas.
En cambio, el inicio del año hidrológico 2024-25 ha sido muy halagüeño. Entre octubre y noviembre se han registrado más de 190 litros por metro cuadrado, lo que supone más de un 40% del total de las lluvias del año hidrológico anterior.
Pese a esa normalidad, el volumen de agua registrado prolonga un año más un período iniciado hace una década, considerada como la más seca desde 1970. Es decir, que tiene que llover muchísimo más para que el acuífero recupere niveles aceptables o, como reclaman los técnicos de la CHG en el mencionado informe, empezar a adoptar las medidas archiconocidas.
En opinión de los técnicos de la CHG, esta situación «obliga a la administración hidráulica a tomar una serie de medidas para asegurar el no deterioro, así como a realizar todas las acciones posibles para revertir este mal estado con vistas al horizonte de 2027».
La medida más efectiva desde 2015 adoptada por las administraciones ha sido la compra de la finca de Los Mimbrales –Gobierno de Rajoy– que supuso reducir la extracción de 6,8 hm3.
Aun así, tres de las cinco masas de aguas subterráneas que forman el sistema «no alcanzan el buen estado cuantitativo». Los técnicos de la CHG consideran en este informa una vez más «urgente» que por parte de la autoridad competente se tomen medidas para mantener los niveles de nitratos dentro de los marcados por la normativa. Tras recordar que la CHG decretó el 16 de julio de 2020 en Junta de Gobierno declarar en mal estado tres MASB (Almonte, Marismas y La Rocina) y en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo y tampoco el químico en caso de La Rocina, inciden en la necesidad de desarrollar una estrategia para el buen estado de las masas de agua de Doñana.
Dicha estrategia debe contemplar, entre otros aspectos, el «incremento cero» de la superficie susceptible de obtener concesión para riego, la aplicación rigurosa de la legalidad, el cierre de captaciones ilegales o la eliminación de regadíos no legalizables.
Se plantea como horizonte la vuelta en 2027 a la situación del año 2000, lo que requerirá como mínimo «la implementación completa del trasvase de 19,99 hm3 previsto en la Ley 10/2018», así como medidas para disminuir las extracciones en la zona de contacto entre las masas de agua Almonte y Marismas con aportación de aguas superficiales incrementando. También se plantea el uso conjunto de aguas reguladas, no reguladas, regeneradas y subterráneas de modo que estas disminuyan sustancialmente o recarga artificial en aquellas zonas donde sea viable.
Por último, se apuesta por la elaboración por parte de la administración de planes de extracción que garanticen el cumplimiento de los objetivos planteados; el refuerzo de la guardería fluvial, o la incorporación de la modelización hidrogeológica de Doñana al trabajo cotidiano de la CHG para el apoyo a la toma de decisiones.
El portavoz para Doñana de WWF, Juanjo Carmona, recordó que desde 2010 «no hay un año húmedo», de ahí que la «sobreexplotación que está sufriendo la acuífero es mucho más grave». «El índice de sobreexplotación del acuífero que debería de estar para que fuera sostenible no más allá de un 80%, está, con los datos oficiales hasta este año, un 109 %, una cifra que es aún mayor si sumamos las captaciones ilegales», lamentó. El Ministerio para la Transición Ecológica que aún dirige Teresa Rivera ha retrasado un año el plan de ayudas a agricultores para reducir la superficie cultivada.