Entrevista
Inmaculada Nieto: «Nos está costando nuestro dinero que el señor Moreno esté tan bien mirado»
«El PSOE no es el que gobernaba y pensaba que nunca dejaría de hacerlo», apunta la portavoz parlamentaria de Unidas Podemos por Andalucía sobre posibles pactos que tendrá que decidir «la militancia»
Los sondeos «son una referencia pero no están escritos en piedra», dice Inmaculada Nieto, rara avis como parlamentaria de convicciones a fuego y voz templada.
¿Qué balance hace del Gobierno de PP y Cs?
En el inicio de su mandato dieron muestras claras de hacer algunos cambios tendentes a poner sobre la mesa acción de gobierno que tiene que ver con su criterio y sus prioridades, que conocemos de otras comunidades. Esto se va traduciendo en un debilitamiento de los servicios públicos y en una defensa del interés general mucho menos firme de lo que nos gustaría. Sin quitar la importancia que tiene pero la pandemia, si acaso, lo que ha hecho es agilizar decisiones que ya tenían adoptadas y que tienen mucho que ver con ese concepto de administración pequeña y mucha cancha a la iniciativa privada sin los controles necesarios para que la defensa del interés general revierta en servicios de calidad.
¿Considera entonces la pandemia una coartada para el debilitamiento de los servicios? En el último Pleno preguntó por la atención primaria y el consejero aseguró que funciona.
No me atrevería a decir coartada porque con la pandemia ha habido un sufrimiento generalizado. Pero sí está sirviendo para justificar decisiones que se iban a adoptar igualmente. Con el problema de la atención primaria o con negar la evidencia de carencias objetivas, el Gobierno empieza a utilizar la misma soberbia que ejecutivos anteriores. Parece que se van a instalar ya en ese triunfalismo. Cuando las decisiones no les reportan un rédito siempre está la excusa de la confrontación con la administración central y cuando sí se la reportan es que «somos maravillosos». La pandemia no es una coartada pero para el PP sí es una oportunidad de tapar fallas importantes de su gestión y prioridades que son impopulares si no pasan por ese tamiz de «me obliga la pandemia».
¿Ha tenido poca oposición el Gobierno con la ruptura de Adelante y la crisis del PSOE?
No, lo que sí que ha tenido ha sido una oposición muy responsable. Si hubiésemos hecho la oposición del PP en Madrid esto hubiera sido otra cosa. Hemos sido muy leales, muy responsables con la institución y con el papel que teníamos que jugar en un momento tan extraordinario y tan delicado. Aquí han utilizado la Junta como ariete y ante el Gobierno central el PP ha hecho una oposición descarnada.
¿Asume como un fracaso la división de Adelante?
La fragmentación ha ocurrido en los dos lados del espectro. Tampoco era muy normal el bipartidismo incontestable. Lo que sí hemos vivido con dolor es la ruptura en Adelante porque siempre es un fracaso no poder culminar un proyecto político. Es un fracaso en cuanto a la comprensión del electorado pero en nuestro caso, y a pesar del ruido y de dolor, las dos organizaciones que comenzamos este proyecto seguimos juntas. Ha sido un problema nominal, con personas que no han asumido que representaban a organizaciones. Los acuerdos se mantienen, es el lado positivo.
¿Están decepcionados con Teresa Rodríguez?
Permítame que no entre en nada personal. Cuando hablaba de lo nominal, lo decía para ilustrar la situación de una dirección saliente respecto a una dirección entrante. Es muy legítimo que una persona emprenda otro proyecto y que no se sienta cómoda en el espacio que compartía con otras personas y con un proyecto en el que antes también estaba de acuerdo; lo que no es legítimo es que te beneficies del acta y de la proyección que da tenerla porque entonces olvidas que la tienes gracias al espacio al que pertenecías. Pero en el ámbito personal, nada que decir.
¿Y de apropiarse de la marca?
Todo lo que ha sucedido políticamente para nosotros es inaceptable y por eso tomamos las decisiones que nos vimos abocados a tomar pero esto no lleva un paralelo de calificativos personales.
¿Podrían llegar a acuerdos para las próximas elecciones?
Los Anticapitalistas están en un proyecto político diferente, en montar la CUP, en posiciones soberanistas. Nosotros tenemos un proyecto para Andalucía pero también para España y ahí hay cuestiones difíciles de conciliar.
¿Y habrá acuerdo para el Presupuesto o se prorrogará?
El Presupuesto en ejecución cuando se aprobó ya lo calificamos como prorrogable porque se veía en su estructura que podía servir para dos años. El Gobierno trabaja con esa tranquilidad. Luego todo está impregnado del ambiente preelectoral. Parece que el Gobierno y Vox fundamentalmente están ya escenificando ese ambiente. No sabemos el proceder pero el Presupuesto se puede prorrogar sin ningún problema de entidad para la Junta y más en un año en con recursos extraordinarios históricos.
¿Están a favor del adelanto?
Es verdad que coincide el año electoral con un año muy complicado. Andalucía entró en lo peor de la pandemia con unos indicadores sociales y económicos más débiles que otros territorios, aquí ha apretado más fuerte en la vertiente social y económica y sería poco razonable hacer un paréntesis de tres o cuatro meses, sería contraproducente con la recuperación pero, en cualquier caso, cuando el presidente diga, aquí estaremos.
¿Con el PSOE, mejor ahora con Espadas que con Susana Díaz?
Tenemos una interlocución muy fluida con todos los grupos, con el PSOE también. Con la anterior dirección y con la nueva.
Pero tras la experiencia de gobierno con Díaz se mostraron reacios a pactar con ella.
Son procesos que en el ámbito de la organización pasa por el filtro de la militancia. El PSOE no es el PSOE que gobernaba y pensaba que nunca dejaría de hacerlo.
¿Entonces el modelo del Gobierno de España es trasladable?
Si lo quisiera nuestra militancia, sin duda.
¿Le ha sorprendido Moreno o es lo que esperaba?
Es una persona con unas formas amables, tiene un perfil público moderado pero no se compadece luego con las decisiones que toma, que son del perfil duro de su organización. No es casualidad que la mayor parte de ellas las cuente el señor Bendodo. Pone una sonrisa a anuncios muy complicados.
Su aceptación pública crece.
Nos está costando nuestro dinero a todos que el señor Moreno Bonilla esté tan bien mirado. Sólo hay que ver los nutridos expedientes de publicidad institucional. Todo lo que la Junta está pudiendo hacer para generar un estado de opinión favorable a su gestión, lo está haciendo con el dinero de todos. Se pueden pagar muchas campañas y sonreír mucho pero si se pide una cita con el médico y no hay en 15 días y luego sales por la tele con una sonrisa diciendo que la atención primaria está funcionando maravillosamente y que gestionas como nadie en la historia, por mucha publicidad, esa persona está enfadada, decepcionada y percibiendo que se la engaña. Ese divorcio entre la vida cotidiana y lo que ellos creen que puede percibir la gente a través de la publicidad institucional ya ha pasado en Andalucía y ya tuvo un coste electoral.
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