El kiwi, una fruta exótica originaria de China y popularmente cultivada en Nueva Zelanda, destaca por su sabor agridulce y su increíble valor nutricional. Es especialmente reconocido por su alto contenido en vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico, y su aporte de fibra, esencial para una buena salud digestiva. Sin embargo, debido a su origen importado y la alta demanda, el kiwi tiene un precio elevado, lo que lo convierte en un lujo que no está al alcance de todos.

La alternativa low cost

Afortunadamente, existe una alternativa más accesible que no solo iguala, sino que supera en algunos aspectos los beneficios del kiwi: la papaya. Esta fruta tropical, conocida por su sabor dulce y suave, es rica en vitamina C, ácido fólico, potasio y fibra. Además, contiene papaína, una enzima natural que facilita la digestión, ayudando a quienes padecen problemas gastrointestinales.

La papaya no solo contribuye a una buena digestión, sino que también favorece la salud de la piel gracias a sus antioxidantes. Estos protegen el colágeno, combatiendo el envejecimiento prematuro y promoviendo una piel más firme y elástica.

El consumo regular de papaya puede reducir el riesgo de enfermedades como cardiopatías, diabetes y ciertos tipos de cáncer. También es una excelente opción para quienes padecen diabetes tipo 1 o 2, ya que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y a disminuir la presión arterial.

Además, es una fruta extremadamente versátil. Puede disfrutarse fresca como parte del desayuno o un snack saludable, incorporarse en batidos junto a otras frutas o añadirse a ensaladas para darles un toque tropical. Tomarla en ayunas puede potenciar aún más sus propiedades digestivas y antiinflamatorias.

Otras frutas con más fibra que el kiwi

Además de la papaya, hay otras frutas más comunes que son excelentes alternativas al kiwi por su alto contenido en fibra y múltiples beneficios nutricionales.

• Plátano: contiene un 3,4% de fibra, además de potasio, hidratos de carbono y vitamina B6. Es ideal para combatir la retención de líquidos y favorecer la salud cardiovascular.
• Coco: con 10,5 gramos de fibra por cada 100 gramos, también aporta hierro, selenio y potasio. Su alto contenido en grasas saturadas lo convierte en una fuente energética potente.
• Frambuesas: aportan 6,7 gramos de fibra por cada 100 gramos. Son ricas en antioxidantes y vitamina C, ideales para regular el tránsito intestinal y prevenir enfermedades.
• Moras: contienen un 6,6% de fibra, además de vitamina C, folatos y vitamina E. Mejoran la salud digestiva y son muy hidratantes gracias a su alto contenido de agua.
• Higos: con un 2,5% de fibra, destacan por su aporte de energía natural, ideal para deportistas, gracias a su contenido en azúcares como glucosa y fructosa.