
Científicos
La técnica que usaban en la antigua Roma para que sus construcciones perduraran en el tiempo: es muy inteligente
Un reciente estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts ha desvelado una técnica innovadora utilizada por los romanos

Los antiguos romanos fueron maestros de la construcción, y sus acueductos, templos y edificios han resistido el paso del tiempo. A pesar de los siglos transcurridos, estructuras como el Panteón de Roma, con casi 2.000 años de antigüedad, permanecen en pie, desafiando los límites de la arquitectura moderna.
Un misterio que intriga a los científicos
Durante años, investigadores han tratado de descubrir el secreto detrás de la longevidad de estas construcciones. ¿Cómo lograron los romanos crear un material tan resistente, capaz de soportar siglos de desgaste y condiciones climáticas extremas? Un reciente estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha arrojado luz sobre esta incógnita, desvelando una técnica innovadora utilizada por los romanos.
La técnica de "mezcla en caliente"
Los científicos descubrieron que los romanos empleaban un proceso único conocido como "mezcla en caliente". Este método consistía en añadir cal viva directamente a la mezcla de construcción, generando temperaturas extremadamente altas. Este procedimiento no solo aceleraba el curado y fraguado del material, sino que también generaba pequeños fragmentos de cal llamados "clastos de cal".
El hormigón puzolánico: más que una simple mezcla
Además de esta innovadora técnica de mezcla, el material en sí mismo jugó un papel crucial. El hormigón romano estaba compuesto de puzolana, una ceniza volcánica, combinada con cal. Esta mezcla resultó ser increíblemente duradera, permitiendo que las estructuras resistieran el paso del tiempo.
La propiedad autocurativa del hormigón romano
Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que los clastos de cal otorgaban al hormigón propiedades autocurativas. Cuando se formaban grietas en la estructura, el agua que penetraba en ellas reaccionaba con estos fragmentos de cal, generando carbonato de calcio y sellando la grieta. Este fenómeno ha sido observado en estructuras como la Tumba de Cecilia Metella y en diques romanos que han resistido el embate del océano durante milenios.
aplicaciones modernas y sostenibilidad
El equipo del MIT puso a prueba sus hallazgos elaborando hormigón puzolánico con y sin cal viva, y comprobó que la versión con cal viva podía repararse sola en dos semanas. Ahora, los investigadores trabajan en la comercialización de este material como una alternativa más ecológica y duradera que los hormigones convencionales, con aplicaciones prometedoras en la construcción moderna e impresión 3D.
✕
Accede a tu cuenta para comentar