Estos son los alimentos que más microplásticos contienen: los comemos a diario

Un nuevo estudio ha revelado el alarmante alcance de la contaminación por microplásticos en alimentos que forman parte de nuestra dieta cotidiana. Desde productos básicos hasta la comida rápida, este descubrimiento destaca los riesgos crecientes asociados con estas sustancias en la cadena alimentaria.

La investigación, llevada a cabo por PlasticList, un grupo enfocado en el impacto de los plásticos en el medio ambiente y la salud, analizó una amplia variedad de alimentos para identificar la presencia de compuestos químicos nocivos relacionados con el plástico.

El informe destaca cómo los microplásticos y los compuestos derivados de ellos han infiltrado la cadena alimentaria global. Estos contaminantes pueden ocasionar riesgos serios para la salud humana, como alteraciones hormonales, obesidad, problemas cardiovasculares y otras complicaciones a largo plazo.

Entre los productos analizados, que incluyen alimentos básicos, comidas preparadas y mariscos, se encontraron concentraciones alarmantes de ftalatos, un grupo de sustancias químicas utilizadas para hacer los plásticos más flexibles. Ni gambas ni langostinos: el marisco típico en España que oculta más microplásticos en su interior

Los alimentos contaminados

Los microplásticos, presentes tanto en el medio ambiente como en los procesos de producción y envasado, se han infiltrado en una amplia variedad de productos, desde mariscos hasta alimentos básicos como el arroz y la sal.

Entre los alimentos más afectados se encuentran los mariscos, que suelen estar expuestos directamente a partículas plásticas en los océanos. Productos como el salmón ahumado, los mejillones, las ostras y los camarones lideran la lista de alimentos contaminados. Estos animales marinos ingieren microplásticos presentes en su entorno, lo que los convierte en una fuente importante de exposición para los consumidores.

Las comidas rápidas y preparadas también muestran niveles preocupantes de contaminación, principalmente debido al contacto con envases plásticos durante su preparación o almacenamiento. Los lácteos no están exentos de este problema, especialmente el de bajo contenido de humedad y parcialmente descremado, también ha mostrado altos niveles de ftalatos.

Las bebidas, como el agua embotellada y otros productos envasados, también son fuentes destacadas de microplásticos debido al uso de botellas plásticas. Por otro lado, alimentos básicos de cocina como el arroz y la sal, productos esenciales en casi todas las dietas, también contienen microplásticos.

El impacto en la salud

Los expertos advierten que los ftalatos y otros compuestos presentes en los microplásticos pueden actuar como alteradores endocrinos, interfiriendo en la producción y regulación hormonal. Esto podría aumentar el riesgo de padecer obesidad, infertilidad y diabetes, entre otros problemas de salud.

Uno de los descubrimientos más inquietantes es que los productos con etiquetas orgánicas no están exentos de contaminación por plásticos. Esto demuestra que el problema de los microplásticos es omnipresente y no se limita a ciertos tipos de alimentos o métodos de producción.

Aunque las metodologías de prueba pueden variar y los resultados no siempre representan la totalidad del problema, los hallazgos ofrecen una visión preocupante sobre el impacto de los microplásticos en nuestra dieta diaria.