Los sabores más seductores del invierno ya están en la carta de Gala

El restaurante Gala, un referente en la escena gastronómica madrileña, estrena su menú de invierno, con la trufa y los platos de caza como grandes protagonistas. Al igual que el resto de las especialidades que conviven en su carta, estas delicias se convierten en un reclamo perfecto para combatir el frío y dejar un extraordinario sabor de boca.

Situado en el barrio de Chamberí, este establecimiento lleva desde 1989 ofreciendo una propuesta culinaria que combina tradición, creatividad y una filosofía clara: hacer del producto fresco y de mercado el corazón de cada plato. Reconocido por su calidad y dedicación, Gala cuenta con prestigiosos galardones que avalan su excelencia. Incluido en la codiciada Guía Michelin, este restaurante es un destino obligado para los amantes de la alta cocina. Es el octavo año consecutivo que forma parte de la lista Bib Gourmand, que premia las mejores experiencias gastro con excelente relación calidad-precio. Además, su propuesta ha sido reconocida con el galardón Cocina de Mercado en los VII Premios Gastro&Cía otorgados por LA RAZÓN y con menciones destacadas en la Guía Repsol.

Incluido en la guía Michelin, es de visita obligada para los amantes de la buena mesa

Para aplacar las bajas temperaturas, Gala reafirma su compromiso con la cocina de temporada a través de su nuevo menú degustación de caza y trufa, una experiencia cuidadosamente elaborada, que combina sabores intensos, técnicas refinadas y presentaciones que entran por los ojos. El menú, diseñado para rendir homenaje a la riqueza de la temporada, comienza con dos aperitivos: un sorprendente chupa chups de casquería y foie, y un saam de perdiz escabechada con maíz y un delicado aliño trufado.

A continuación, el menú avanza hacia una sinfonía de sabores que refleja la maestría del equipo de cocina. Entre las propuestas destacadas se encuentra el carpaccio de jabalí ahumado, realzado con un aliño thai y helado de trufa, y la exquisita royal de liebre, acompañada de una demi-glace al jerez y un toque de caramelo de vinagre. La creatividad de Gala brilla en el pancake de torrezno de pato azulón con salsa tonkatsu y trufa, y en el skrei a la brasa con pil-pil trufado y chirivías. El lomo de ciervo curado en soja, con reducción de cerezas, gel de menta y zanahorias baby, completa este recorrido lleno de matices.

El broche final es «Buscando violetas», un postre que combina un semifrío de chocolate blanco y violetas con la sorpresa de la trufa líquida, ofreciendo un cierre inolvidable. Todo ello se acompaña con el vino Cría Cuervos Crianza (D.O.Ca. Rioja), seleccionado para maridar a la perfección con cada plato.

Por un precio de 60€, el menú de invierno de Gala es mucho más que una comida: es una celebración de los sabores de temporada en un espacio acogedor que invita a disfrutar de la alta cocina con todos los sentidos.